El talento para embocar la pelota en el aro deja con la boca abierta a cualquier adulto que los ve practicar. Son adolescentes que abrazaron al básquet como su deporte preferido. Algunos lucen con orgullo camisetas del club o bien de los Spurs, de los Pacers, entre otros equipos de la NBA y hasta de clubes de fútbol. Es que este deporte es una pasión entre los chicos. No es casualidad. Desde que Emanuel Ginóbili y sus compañeros de la selección nacional mostraron al mundo todo su talento, contagió de entusiasmo a niños y adolescentes en cada rincón del país. San Juan no fue la excepción. Si bien en la actualidad no hay cifras oficiales, se estima que el crecimiento de interesados en practicar este deporte desde hace unos 5 años es de entre un 20 y 30 por ciento. Así lo estima el presidente y ex jugador del Club Inca Huasi, Carlos Yanzi.

Precisamente, el club del Parque de Mayo, cumplirá su 83 aniversario de vida deportiva, el próximo 27 de noviembre y muestra por las tardes a decenas de niños desde los 5 años jugando al básquet. Luego se suman los adolescentes. Al principio son los padres los interesados en llevarlos a practicar este deporte. Tanto es el placer de divertirse que transcurre el tiempo y los niños que llegaron hace algunos años, se transformaron en adolescentes y mantienen un entusiasmo envidiable por el deporte.

La tarde a puro básquet se inicia cuando la preparadora física, Melin Heredia, hace sonar su silbato y los chicos toman sus posiciones para seguir sus indicaciones. Una vez que concluyeron la etapa de precalentamiento y ejercicios físicos, entra en acción el profesor Franco Díaz, quien les indica distintas posiciones tácticas al grupo. Todos lo escuchan con atención. Al momento de tirar al aro, impresiona la exactitud que tienen los adolescentes para embocar la pelota.

El profesional cuenta que varios chicos llegaron al club por indicación médica, debido a la vida sedentaria que llevaban, debido a que la computadora y la conexión a las redes sociales les consumía mucho tiempo. Entonces, la actividad deportiva, como en este caso el básquet, les cambió la vida. "Se los nota entusiasmados, felices y saludables’, cuenta.

Entre los chicos las opiniones son similares. Los jugadores de la llamada "generación dorada" son sus referentes. Es que tanto el juego que desplegaban, como la conducta en el campo de juego eran admirables. Algunos pibes coinciden en que hasta el rendimiento escolar mejoró con la práctica de este deporte. Es que en Inca Huasi, los chicos suelen mostrar sus notas para poder viajar o bien integrar el equipo al momento de un partido importante. Es por eso que se notan tan entusiasmados al sentir que el deporte es un estímulo para seguir adelante, cuentan.

Es que el básquet se transformó en un deporte que resurge con las nuevas generaciones que quieren seguir el ejemplo de sus ídolos dorados.