¿Hay cada vez más celíacos?. Es la pregunta que se hace mucha gente cuando algún familiar o conocido llega con la novedad
luego de los resultados de los estudios realizados. Lo cierto es que, al parecer, ahora se los detecta con más frecuencia, pero siempre hubo personas con intolerancia al trigo, a la avena, la cebada y el
centeno. Claro que a esto se suma que aparecen otras personas con falta de tolerancia a la lactosa o al gluten (sin llegar a ser celíacos). No obstante los especialistas señalan que la más preocupante es la celiaquía por las enfermedades que puede acarrear sin un tratamiento adecuado.

Además los números son claros: en Argentina se calcula que una de cada cien personas es celíaca por lo que se estima que habría aproximadamente 400 mil personas con esta patología en Argentina y la misma cantidad de familias que deben adaptarse al estilo de vida, según datos del Ministerio de Salud Pública del país y
de la provincia.

"Los síntomas de la celiaquía suelen ser variados y pueden remitir a otras enfermedades, situación que produce dificultades para el diagnóstico precoz. Otras veces adopta forma silente y el paciente no evidencia síntomas. En ambos casos resulta difícil arribar al diagnóstico temprano", explica Mónica Camargo, médica gastroenteróloga a cargo del Programa Nacional para la detección y control de Enfermedad Celiaca que lleva adelante el Ministerio
de Salud Pública de la provincia.

Esta enfermedad también llamada enteropatía por gluten es una afección inflamatoria que daña la mucosa del intestino delgado debido a la intolerancia al gluten, proteína que se encuentra en el trigo, avena, cebada y centeno, cuyo principal
componente es la gliadina.

El motivo por el cual se piensa que es una afección que siempre existió solo que no era detectada a tiempo es que si bien influyen
varios factores, el principal es el genético, motivo que lleva a los especialistas a sugerir que cuando se detecta un caso en la familia, todos se deben realizar los estudios de rigor.

La edad de aparición es variable, aunque es más frecuente en la infancia también se presenta en la adolescencia o en la adultez
aunque no siempre con los mismos síntomas, por lo que debe sospecharse frente a desnutrición, síndrome de mala
absorción, anemia, abortos espontáneos, diabetes, síndrome de down, familiares de primer grado del enfermo celíaco, entre otros.

"El diagnóstico se realiza a través de dosaje de anticuerpos específicos en sangre y eventualmente, biopsia intestinal.
La detección temprana y el tratamiento oportuno revisten fundamental importancia para evitar complicaciones secundarias de esta patología. Hasta ahora no existe terapia farmacológica
para tratarla. Una vez diagnosticada, su tratamiento consiste en una dieta estricta de alimentos libres de gluten, que deberá
mantenerse de por vida", explica la doctora Camargo.

Programa de ayuda:

Debido a la alta incidencia que tiene en la población es que existe un programa nacional al que se sumó San Juan que consiste
en brindar asistencia a aquellas personas celíacas o que sospechen que pueden tener la enfermedad pero no pueden realizarse el estudio por no contar con obra social. En este caso y gracias a estas acciones públicas, pueden dirigirse al Hospital Rawson, Marcial Quiroga o cualquier centro de salud donde se le practicará
la extracción para su posterior análisis.

"Suele detectarse antes de los 5 años por diferentes motivos, chicos que no crecen o que tienen algún grado de desnutrición,
entre otras alarmas que el pediatra observa y realiza el análisis. Detectado a tiempo se pueden evitar muchas complicaciones",
asegura Camargo.

Si de ayuda se trata, desde hace 29 años San Juan cuenta con ACELA, una entidad dedica a ayudar a personas celíacas y a
sus familiares directos. Funciona actualmente en avenida Rioja 37
(N), donde se dictan talleres de cocina los jueves y viernes a partir
de las 16,30, mientras que el tercer sábado de cada mes
asiste un médico gastroenterólogo, doctor Jorge Rodríguez;
un psicólogo y una nutricionista que ayudan a las personas
afectadas para mejorar su calidad de vida.

"Para los chicos es mucho más fácil porque se acostumbran
a lo que tienen que comer, sin embargo para el
adulto que recién es diagnosticado es más complicado", explica Elena Aracena, tesorera de la entidad.

El gluten:

No siempre la falta de tolerancia al gluten produce celiaquía ya que actualmente también se conoce una enfermedad de nuevo diagnóstico que guarda una estrecha relación pero no alcanza a esta denominación.

Se trata de pacientes con sensibilidad al gluten que no pueden ser
calificados como intolerantes o alérgicos, sin embargo esta proteína les hace enfermar. Sus síntomas son muy parecidos a los de la enfermedad celíaca y comparte algunos con la alergia al trigo, por lo que la precisión en el diagnóstico es fundamental.

El mayor problema de esta enfermedad es que hay muchos pacientes que la padecen pero que no la tienen diagnosticada y sí
que tienen todos sus síntomas tales como dolor persistente en la zona abdominal, diarreas frecuentes, erupciones en la piel,
dolor de cabeza, fatiga y confusión, estreñimiento,
náuseas y vómitos, anemia, adormecimiento o dolor de las extremidades, hinchazón abdominal, entre otros.