Que Gonzalo ‘Chalo’ Molina (21) haya llegado a las semifinales de los Juegos Olímpicos Río 2016, ubicándose así entre los mejores del mundo en BMX – Bicicross, no es casualidad. La causa es que San Juan se está convirtiendo en un verdadero buen semillero de bikers de esta disciplina gracias al esfuerzo de quienes lo practican y a los que integran la única Escuela de Bici Cross que hay en la provincia. De allí ya hay un preseleccionado para integrar la Selección Argentina que mañana comienza a entrenar con ese plantel de elite. Se trata de Agustín Carrizo de 14 años que lidera el ranking nacional de su categoría. Ni hablar de otros campeones que han surgido en los últimos tiempos, y los avances en el rendimiento deportivo de estos chicos que van desde los 4 hasta más de 20 años.

Agustín tendrá la posibilidad de ser evaluado y entrenado para formar parte de la Selección Argentina que participará en los Juegos Olímpicos Juveniles de 2018, otra verdadera promesa de esta actividad.

A nivel internacional, Matías Verón, está cuarto en el ranking Latinoamericano y a pesar de que el Circuito no es la más moderno, esta escuela cuenta con 15 campeones argentinos y otros 8 muy bien posicionados en el campeonato.

Uno de los gestores de esta floreciente etapa y -también destacado biker nacional e internacional, es Mauricio Gelusini (25), con muchos títulos en su haber y ahora entrenador y responsable de la escuela de bici cross. El comenzó en la actividad a los 2 años, cuando recién dejaba las rueditas de la bici y estaba en condiciones de comenzar en la pista. A los 3 su papá lo llevó al club porque quedaba cerca de la bicicletería de su abuelo Rodo, y a pesar de que su asistencia no era constante, empezó a correr.

‘Era muy gracioso, todos largaban y cuando llegaban yo recién iba por la mitad de la pista, lo recuerdo perfecto. Era el más chiquito de todos, corría con niños de 6 y 7 años. No era constante en esa época porque mi papá no podía traerme todos los días. Recién arranqué bien a los 11 años con el Campeonato Sanjuanino y Argentino’, cuenta Mauricio.

De hecho a los 13 años logró el campeonato argentino en novicios, pero casi de inmediato dejó para dedicarse a jugar al voley. Retomó la bici a los 16.

‘Gracias a un amigo que me comentó que se aproximaba el Argentino, entrené dos semanas en la bicicletita chiquita que tenía. Así decidí competir en Santiago del Estero, y a pesar que mi papá ya no quería saber mucho del bici cross, me pagó el viaje y gané. Luego en San Juan y en La Pampa, repetí el título de Campeón Argentino. Eso me motivo a seguir y no dejarlo jamás’, relata.

Su meta a partir de entonces fue entrenar como profesional lo que lo llevó a radicarse en La Rioja, que es considerada la provincia de mayor nivel en esta disciplina en el país. Esa decisión tuvo su rédito ya que al poco tiempo obtuvo el título de Campeón Latinoamericano en Chile. De allí automáticamente pasó a entrenar con la Selección Argentina en 2009. Eso lo llevó a viajar por Australia, Estados Unidos, Francia y vivió dos años en Italia.

Durante sus viajes y ausencias. lo reemplazó en la escuela su hermana Florencia, quien continúa a su lado como entrenadora. Casi un gesto de reconciliación teniendo en cuenta que cuando ella comenzó a su hermano no le gustaba para nada.

Florencia tuvo su revancha ya que no sólo obtuvo títulos en su categoría a nivel nacional sino que la escuela que él dejó con 12 chicos ahora tiene alrededor de 50.

Claro que ambos trabajan a la par y en forma complementaria durante todos los días. Campeones al servicio de campeones.