El sábado 11 de abril, en nuestro Suplemento Verde hablábamos de que San Juan es la segunda provincia en Argentina en cultivos orgánicos y derivados agroindustriales, lo que llamó la atención de muchos de nuestros lectores. Y no sólo vinos, pasas de uva, mostos, espumantes, arropes, acetos, vinagres, tomates en conserva y desecados naturalmente al sol, zapallos, ajos, cebollas y otras hortalizas, como así también algunas frutas, componen la gran canasta de oferta producida lejos de los agroquímicos artificiales y manteniendo los parámetros de las empresas certificadoras de estas normas de calidad ecológica.
El mundo, en una porción pequeña pero que crece todos los años, va buscando lo sano, lo natural y lo libre de contaminantes. Allí entran todo tipo de alimentos y derivados, lo que hace que sea un sector que es atractivo por donde se lo mire. Además, los sobreprecios que se consiguen por los bienes obtenidos llevan a los productores y emprendedores a buscar llegar al producto demandado de la manera más directa y efectiva.
También asimismo se están produciendo semillas orgánicas de zapallo, lo que nos sorprendió periodísticamente a todos. Se trata de una experiencia piloto, en una finca cordillerana, cubriendo un lote de una superficie de 1,5 hectáreas, alejado perfectamente de zonas de alta producción (y donde se pulveriza mucho), sitio en el que normalmente se hacen pasturas o cereales, y que gira bajo la inspección de la firma Argencert, con sede cuyana en Mendoza.
En esta oportunidad se han probado parcelas con zapallo sembrado manualmente, a 1,50 metros entre líneas y a 0,50 metros entre plantas, utilizando aproximadamente 2,7 kilos de simiente para sembrar una hectárea. Se hicieron parcelas con distintos manejos: riego tradicional, riego tradicional y guano, riego por goteo y guano y finalmente riego por goteo, cobertura de mulching plástico y guano, siendo este último sistema el de mejores resultados logrados.
Las sucesivas lluvias de marzo y la consecuente aparición de plagas y algunas enfermedades como el cenizo (oídio) provocaron pérdidas al ser posibles de controlar sólo con algunos productos minerales naturales autorizados, pero la experiencia es válida. En estos momentos se está trabajando en la extracción de la semilla del fruto del zapallo y eso llevará a los posteriores análisis de resultados científicos y económicos. Otra nueva alternativa para nuestros productores.

