Dinamismo, rocas, mates, un torno funcionando, una prensa comprimiendo, análisis, trabajo y más trabajo. Estos son algunas de las situaciones que se viven y perciben diariamente en el Laboratorio de Mecánica de Rocas del Instituto de Investigaciones Mineras de la Universidad Nacional de San Juan (UNSJ). Hace dos años comenzó a dedicarse al estudio y análisis de macizos rocosos, lo cual no sólo implicó un salto de calidad sino también incorporarse al ritmo, normas y beneficios que otorga la megaminería.
“Anteriormente el laboratorio se dedicaba a rocas ornamentales, pero desde hace dos años comenzamos a trabajar para la megaminería. Hemos realizado distintos ensayos para Yamana, Golder, Barrick, La Alumbrera, Intrepid Mines y Casposo. También para distintas obras civiles como el dique de Punta Negra y muchas obras más”, comentó María Angélica Matar, Jefa de Exploración del laboratorio. Y agregó: “También nos dedicamos a preparar y dictar cursos de capacitación a pedido de las empresas mineras. Actualmente estamos desarrollando un proyecto para los futuros técnicos mineros de Pascua Lama”.
El Laboratorio de Mecánica de Rocas fue comprado por el Instituto de Investigaciones Mineras en la década del ‘70, cuando se estaban realizando los estudios de depósitos de minerales nucleares en Chubut. Luego, dicha actividad se paralizó cuando concluyó el gobierno de Alfonsín y cuando se cerró la Comisión de Energía Atómica.
“El laboratorio quedó sin ser aprovechado durante mucho tiempo porque ningún ingeniero de la universidad tenía esa especialidad. Con el tiempo llegó a trabajar la ingeniera civil Ester Cano, que con un plan de mejoramiento de la calidad educativa pudo conocer departamentos de mecánica de rocas en Italia y en España. Y así logramos reabrirlo”, recordó Matar.
Actualmente el laboratorio realiza distintos tipos de trabajos. Los ingresos que se perciben por los mismos son utilizados para adquirir nuevos equipos y materiales necesarios para realizar los diferentes ensayos. “También utilizamos el dinero para pagar los impuestos y servicios que se utilizan en el laboratorio, para mantenimiento, etc, ya que el presupuesto de la universidad no nos alcanza”, comentó Ester Cano, encargada del laboratorio de Mecánica de Rocas.
Anteriormente, los ensayos de macizos rocosos que pretendían realizar las empresas mineras que trabajan en la provincia, debían mandarse a laboratorios chilenos. “Los testigos eran mandados a los laboratorios del vecino país, lo que implicaba siempre una gran demora y un costo bastante elevado. Actualmente nosotros no tenemos un valor tan alto y trabajamos a una gran velocidad. Y por sobre todo con un gran respeto por la industria minera”, explicó la jefa de Exploraciones.
Calidad, innovación y servicio son tres conceptos que describen al Laboratorio de Mecánica de Rocas, cuyo propósito primordial es asesorar, servir y apoyar la industria minera y proyectos civiles, sin dejar de lado el aspecto docente para los futuros profesionales que se incorporen al creciente sector productivo provincial.

