El pedido de rebaja de las retenciones de la soja para que llegue en 2018 al 18% desde el 30% que tributa actualmente la oleaginosa flota en el ambiente.

 La novedad del reclamo que se realizará al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, corresponde a Rodolfo Rossi, presidente de la asociación Acsoja que lo confirmó por distintos medios en los últimos días.

 A Acsoja le intranquiliza que la superficie del maíz tiene un alza entre 5 y 7% de su superficie en la zona núcleo productiva -que abarca el sur de Córdoba, parte de Santa Fe y el norte de Buenos Aires en general- y puede ser por sustitución del área de la soja.

También le inquieta que no hay aumento para la soja en las regiones que están más alejadas de los puertos, donde ocurre que los arrendamientos tienen números acotados e influyen en la capacidad de producir.

 "El resto de los países de Sudamérica, sin retenciones, va a aumentar el área. En la Argentina, con el 30% de impuestos, es muy difícil llegar a un número. Tenemos la preocupación por las zonas más alejadas de los puertos", manifestó Rossi a un matutino porteño.

 Rossi llevaría la propuesta a Buryaile recién cuando éste regrese de su viaje por los Estados Unidos.

En la actualidad, la soja paga el 30% de retenciones y sus derivados industriales son tres puntos menos, 27%, en cambio el biodiésel que se realiza con aceite de la oleaginosa abona un poco más del 6 por ciento. Según la agenda del Gobierno, a partir de enero de 2018 debería comenzar un recorte del 0,5% mensual en los derechos de exportación de la soja, es decir 6 puntos menos cada año por cinco años, para llegar a 0% a fines de 2022.