Esta edición de la Fiesta Nacional del Sol fue mucho más que varias noches de eventos, con recitales de artistas consagrados, una feria en la que la producción local, la creatividad y las acciones para tener mejor calidad de vida tuvieron su gran despliegue, un carrusel que hizo justicia homenajeando con colores y objetos a las heroínas anónimas de cada departamento y un cierre con un espectáculo multitudinario. Sí, fue eso y mucho más. Porque a diferencia de las anteriores, la del 2018, además se tomó la licencia y encontró terreno fértil para sembrar una esperanza en el pueblo que recobra vida todos los días gracias a Deolinda Correa, la protagonista de la última FNS.
Esta vez, la iniciativa oficial incluyó, en el marco de la fiesta, la capacitación a los lugareños para fomentarles una posible salida laboral en el sitio dónde nacieron, un paraje un tanto complicado para forjar nuevos puestos de trabajo que no estén ligados a la Difunta. Más si se tiene en cuenta que, hasta hace poco, los 20 negocios que hay a lo largo del camino que lleva al santuario, eran de propiedad de personas que no son oriundas de Vallecito. Esta situación ha ido cambiando lentamente y ahora surgieron nuevos emprendimientos de quienes “juegan de local”. De hecho, 5 vallistos fueron beneficiados con el último programa de subsidios del Emprendedor Turístico -que alcanzó a 108 proyectos, entre los que se repartieron $8.429.050-, una herramienta compartida (el 80% del monto está a cargo del Estado y el 20% lo aporta el privado) para financiar la mejora en las instalaciones y la compra de equipamiento para dar servicios de calidad a los viajeros. Algunos de ellos ya empezaron a darle forma a sus nuevos negocios (ver Beneficiarios en primera persona)
Por eso, la posibilidad de aprender algunos secretos para responder las inquietudes de los turistas y ofrecer mostrarles ese terreno que conocen como la palma de su mano, fue tan bien recibida por los lugareños. Las pruebas están a la vista: según los registros de Carlos Bassan, uno de los profesionales responsables de los talleres, casi 100 personas participaron de las capacitaciones que se dividieron en 3 jornadas. De ellos, 40 recibieron sus certificados de reconocimiento como “Anfitriones Turísticos” y 3 fueron seleccionadas para ocupar puestos en la Oficina de Informes.
“Cuando se empezó a diseñar la Fiesta del Sol, nos propusimos trabajar en Vallecito, no sólo con el paraje como lugar sino además con la comunidad. Por eso, se diseñó un programa de Concientización y Capacitación Turística para trabajar con la gente. Fueron varias jornadas de que aprovecharon los jóvenes de la escuela, pero también los adultos que buscan especializar y mejorar el trabajo que vienen realizado o lo que es más auspicioso aún, generar una salida laboral para no tener que irse del lugar dónde nacieron”, contó feliz del trabajo realizado Martina Canales, Directora de Productos Turísticos del ministerio que dirige Claudia Grynszpan.
La inédita tarea de capacitación incluyó conceptos turísticos para fortalecer el desarrollo de la localidad. Algo que Carlos Bassan lo explica con el término concientización. “Ellos tienen que vender este lugar como destino al que, por algo, llegan 2 millones de visitantes cada año”. Además se trabajó en lo que significa guiar a los turistas y una práctica en terreno de cómo hacerlo, buscando los puntos más interesantes del paraje. Actividades que estuvieron a cargo de Susana Caldente y, quien rescata “que no hay nadie mejor que quien nació en el lugar y conoce cada rincón para ofrecer un recorrido a los turistas. Ellos son los mejores anfitriones, gente hospitalaria por naturaleza”, según contó a modo de conclusión de la experiencia.
La iniciativa se llevó todos los aplausos. Es que es una acción que queda para siempre y no se termina ni siquiera cuando se diluyen los fuegos artificiales en Zonda.
Beneficiados, en primera persona
Un buen trabajo
Gimena Del Bono es mamá de 3 chicos y pero todavía vive en la casa materna porque hace hace poco estaba desocupada. Ahora que tiene un sueldo sueña con tener su casa, pero también con estudiar Turismo, luego de terminar el secundario. Para eso le faltan 4 materias. “Sería buenísimo para capacitarme más aún de lo que ya hicimos con la gente del Ministerio de Turismo y para hacer mejor mi trabajo”, cuenta quien consiguió un puesto como Informante Turística en el paraje, luego de pasar una prueba en la instancia de capacitación. Ella es una de las 3 personas que incorporaron en la Oficina de Informes que ahora funciona todos los días de 9 a 19, inclusive los fines de semana.
El sueño de las cabalgatas
Fernando Aguirre no sólo hizo los talleres propuestos sino que cuenta los días para recibir su subsidio como Emprendedor Turístico para poder concretar un proyecto que lo desvela: tener su equipamiento para vestir 5 caballos con los que ofrecer viajes a los turistas.
“Me fui hace 30 años de Vallecito, volví hace 12 porque el desierto me llamaba. Y aquí me quedo porque hay mucho por hacer”, dice el hombre que planea llevar a conocer a los foráneos por muchos lugares que no se recorren y a los que no se puede acceder a pie. Además quiere aplicar su proyecto haciendo quinchos, parrilleros y hasta una granja educativa.
Negocio ampliado
Dominga Saavedra es la presidenta de la Unión Vecinal de Vallecito y como tal quiere lo mejor para su comunidad. Por eso está agradecida de cualquier posibilidad que pueda presentarse. Como el Emprendedor Turístico que ella ganó y que le permitió agrandar el kiosquito que tiene al lado de la iglesia. Antes vendía lo que podía, ahora hace sus propios productos. “Todo es casero: empanadas, tortitas semitas, pollos asados, choripanes”, cuenta la mujer que recibió 80.000 pesos más sus ahorros que le permitieron comprar freezer, heladera exhibidora, amasadora, plancha carlitera, panchera, góndolas para mercadería. “Es gracias a Dios y a la Difuntita”, repite una y otra vez. Como ella Darío Muñoz y Juan Emilio Vargas aspiran a recibir el dinero de la ayuda oficial para armar sus comedores, incluyéndole en el caso del último emprendedor, hasta aire acondicionado.
Otras obras para perdurar
Un libro sobre la Difunta Correa escrito por referentes culturales de la provincia y que venderán los pobladores de Vallecito además de folletería nueva con información actualizada son parte del trabajo que se hizo en el lugar.
Pero eso no es todo. Con el leit motiv de la temática de la FNS, artistas plásticos conocidos y no tanto, locales y foráneos, pintaron más de veinte murales que pueden observarse ya desde la ruta 141, incluso antes de llegar al paraje. Algunas paredes que fueron hermoseadas por la iniciativa de gobierno están en la sede de la unión vecinal, la escuela República del Paraguay, la iglesia y los alrededores del santuario. Como forman parte de un circuito artístico, podrá ser una alternativa a visitar por los turistas.
En el paraje caucetero se proyectó hacer una pileta y un camping en las cercanías del puesto fitosanitario, mejorar parrilleros, señalización y estacionamiento y como si fuera poco, la megaobra para dotar del sistema de agua potable en Vallecito (que se anunció en junio de 2017) y así dejar de abastecerse con camiones cisterna.
Fotos colaboración Prensa del Ministerio de Turismo y Cultura y Carlos Bassan