Un "cáncer" en el viñedo. Las enfermedades de la madera están provocando la marchitez prematura en las cepas de todo el mundo, lo que, unido a la presión de la rentabilidad del cultivo a corto plazo, han causado la caída de la esperanza de vida de la vid. 

 

Los hongos patógenos causantes de las enfermedades de la madera afectan a los órganos leñosos de la planta (tronco, ramas y raíces) provocando diferentes sintomatologías hasta llegar a la muerte.

Se pueden encontrar en los viñedos dos formas de expresión de estas enfermedades: una crónica y una severa denominada apoplejía.

La forma crónica provoca una pérdida de vigor que puede conducir a la muerte de una parte de la planta y acabar al final con la muerte de toda la cepa. Los síntomas foliares característicos son áreas necróticas (manchas o rayas de apariencia atigrada) o atrofiamientos. Las inflorescencias y los racimos se muestran secos o deformados. En la madera estas enfermedades producen necrosis y la degradación de la madera, bloqueando o taponando los vasos conductores de savia.

Hoy se habla a nivel mundial de las enfermedades de "Hoja de malvón", "Eutipa", "Yesca" "Brazo muerto", "Pie negro", "Enfermedad de Petri", "Pudrición blanca",etc. En realidad la causan diferentes hongos con diferentes sintomatologías. Algo está claro: la baja productividad y la muerte final arrasa con las cepas del mundo y la única manera hoy es prevenir el ataque ya que hasta el momento no hay una cura eficaz.

Hoy se encuentran diseminadas en distintas zonas productoras de Mendoza, San Juan, La Rioja, Catamarca y Salta, en uvas de vinificar, de mesa y pasas con daños apreciables.

"Hoja de malvón"

Estudios del INTA Mendoza de las ingenieras Cecilia Césari, Valeria Longone y Georgina Escoriaza, del Laboratorio de Fitopatología, explican que la hoja de malvón comienza a manifestarse en uno de los brazos de la planta. Las hojas presentan menor tamaño, se vuelven cloróticas con los bordes enrollados hacia abajo, tomando la apariencia de una hoja de "geranio", de donde toma el nombre la enfermedad. Los brotes muestran menor crecimiento y entrenudos cortos. Los racimos son más pequeños, laxos y con granos de tamaño no uniforme. A medida que la enfermedad progresa, se extiende a otros brazos, la planta se vuelve improductiva y finalmente muere. Está claro también que los vinos obtenidos con uvas de plantas enfermeas son de baja calidad.

Desde finales de los noventa, se ha incrementado considerablemente la presencia de plantaciones jóvenes, con retraso en el desarrollo, pérdida de vigor, agostamiento prematuro, brotes con entrenudos cortos, hojas cloróticas de menor tamaño y en muchas ocasiones, incluso la muerte prematura. Los hongos afectan los tejidos de conducción. Los síntomas tardan en aparecer y son leves en sus comienzos por lo que la identificación resulta difícil. Las manifestaciones son a menudo variables y pueden tener orígenes diferentes.

Lo lamentable que a pesar de ser una gran amenaza, no existe un control efectivo para la enfermedad.

Hoy hay una falta de medios eficaces de lucha.Mayor incidencia, severidad y diseminación de las enfermedades de madera. Por el momento tenemos que recurrir a la aplicación de medidas preventivas para evitar tanto su instalación como su diseminación en nuevas plantaciones.

Recomendaciones

Tener en cuenta al momento de elegir las variedades que hay algunas más susceptibles que otras.

Por ejemplo, muy susceptibles: Cabernet sauvignon, Sauvignon blanc, Sauvignon, Chenin, Chardonnay Moderadamente susceptibles: Malbec, Pinot Noir y Merlot.

Realizar plantaciones adecuadas, sin causar heridas en la planta. Utilizar material sano.

En viñedos en plena producción se recomienda:

*Seguimiento individual de síntomas externos, identificar cepas y estudiar su evolución.
*Podar en tiempo seco .
*Preferir podas tardías.
*Desinfectar herramientas de poda.
*Reducir sección de los cortes de poda.
*Proteger los cortes de poda con pasta bordelesa.
*Podas terapéuticas:regeneración de brazos.
*Regeneración de plantas a partir de brotes basales del tronco, que hayan brotado de madera sana o realizando un injerto.
*Reponer fallas utilizando plantas nuevas.
*Remover y destruir restos de poda y plantas enfermas.
*Poner atención al manejo de cultivos de durazneros perales, almendros, manzanos y olivos, ya que son hospederos alternativos de estos patógenos de madera.
*Control de vectores: hormigas, arañas, etc.
*Evitar situaciones de estrés.

"Yesca"
 
La yesca es una enfermedad compleja causada por varios hongos patógenos. La bibliografía española explica que esta enfermedad presenta una forma apopléjica y una forma crónica. La forma apopléjica se caracteriza por una desecación rápida de una parte o de toda la cepa. La crónica por la presencia de manchas necróticas entre los nervios de las hojas, de color amarillo en las variedades blancas y rojizo con un borde amarillo, en las variedades tintas. Estas necrosis van evolucionando hasta producir la desecación de las hojas.

La yesca presenta en la madera dos tipos de necrosis características: una necrosis central con una zona clara y blanda en el centro y rodeada por un borde negro y una necrosis sectorial clara y blanda, rodeada por una zona dura pardo-negruzca. Los frutos también pueden aparecer secos lo que implicaría una pérdida de cosecha.

"Eutipa"

El hongo Eutypa lata es el principal responsable de esta enfermedad. Los síntomas externos se caracterizan por un acortamiento de los entrenudos en los brotes de la planta y un atrofiamiento de las ramas. Se puede observar también la aparición de hojas deformadas y cloróticas así como racimos con corrimiento o ablandamiento de bayas. En la madera, los síntomas se presentan en forma de necrosis sectoriales duras y de color pardo.

La nota "Un cáncer afecta al viñedo" publicada por Alberto Gil en el portal La Rioja.com pone la magnitud del problema. Las enfermedades de la madera están provocando la marchitez prematura en las cepas de todo el mundo, lo que, unido a la presión de la rentabilidad del cultivo a corto plazo, han causado esta espectacular curva descendente de la esperanza de vida de la vid. La cepa, de unos 30 años de edad, ya no tiene salvación porque la Yesca y la Eutipiosis han llegado al tronco principal: "El problema es que son hongos, que se transmiten de cepa a cepa y están ahí; cuando hay nuevas heridas hay puntos de entrada.

 Las denominaciones españolas históricas, como Rioja, aún viven de las rentas del viñedo antiguo. Sin embargo, las cepas viejas han sido maltratadas por la globalización, por las ansias de rentabilidad a corto plazo e incluso por la presión administrativa de los planes de reestructuración europeos o las concentraciones parcelarias (que financiaron al 50% incomprensibles arranques). En Rioja queda apenas un 14% de viñedo de más de 40 años, que, entre otras cosas, responde mucho mejor a los hongos de la madera, pero llegará un momento en que esos viñedos morirán y no habrá relevo generacional: ¿pagará algún consumidor 40, 50 ó 100 euros por un vino de viñedos de 25 años de edad?.

 

Los hongos taponan la conducción de savia.En Argentina estiman que afecta al 30 % de las plantas.

 

Las enfermedades de la madera son el gran reto para la viticultura mundial: una denominación de origen de calidad no puede permitirse que sus viñedos vivan 25 años.

Se argumenta en Europa que desde los viveros probablemente hayan distribuido material vegetal no resistente, a las propias prácticas de cultivo y se argumenta que la caída de la esperanza de vida del viñedo no es sólo por las enfermedades de la madera, sino porque se la exprime a la viña para que dé producción y rentabilizar la inversión. Hoy arrancar y replantar una hectárea, incluido el lucro cesante hasta que vuelve a producir el viñedo, puede implicar una inversión de unos 20.000 euros. Normalmente, el descepe por infecciones de la madera no es completo, sino progresivo. Aún así el coste de la planta, más el trabajo de arranque, la nueva plantación y el lucro cesante, supone unos 5 euros por cepa. Así las cosas, sólo con la sustitución (reposición de marras) de un 1% del viñedo riojano se estarían perdiendo 10 millones de euros todos los años.

 

Hoja de malvón. Las hojas presentan menor tamaño, se vuelven cloróticas con los bordes enrollados hacia abajo.

Se estima que en España podrían haber entre el 3% y hasta el 20% del viñedo improductivo y en Francia se detalla la cifra del 13% de viñedo improductivo por enfermedades de madera y otras de marchitez prematura, con pérdidas de ingresos de 1.000 millones de euros.

Muchos científicos consideran repensar lo que estamos haciendo como el caso de David Gramaje del Instituto de las Ciencias de la Vid y el Vino de España, sostiene que deberíamos dejar trabajar la vid y permitir que crezca sin tanto estrés y apunta a la poda como principal factor preventivo,identificando la época óptima de poda, de menor diseminación de los hongos. Además atribuye al material vegetal de los ochenta y noventa y a la prohibición del arsenito sódico en el 2001 (un producto cancerígeno que no dejaba organismo vivo en el viñedo) la rápida extensión de las enfermedades de madera.

Hoy los viveros ya trabajan en búsqueda de materiales más resistentes y por ahora, lo único que podemos hacer es prevenir con una buena viticultura.

 

Sección de tallos con síntomas de ataque de Eutipa.

 

Destrucción de la poda

Tanto los restos de poda como las cepas sintomáticas y muertas, son fuentes potenciales de nuevas infecciones en los viñedos. Podemos encontrar inóculo en plantas muertas e infectadas (uvas, madera necrótica, madera vieja).

Por ejemplo, los restos de poda pueden portar hongos. Conviene por tanto deshacerse lo antes posible. La destrucción de todo inóculo potencial, incluiría: triturar y enterrar los restos de poda o bien quemarlos, si la ley lo permite; o bien triturar y compostar los restos a temperaturas de 40-50 grados centígrados durante 6 meses; o también, eliminarlos de la parcela.

Conclusión

Combatir las enfermedades de la madera no es una tarea fácil, ya que los síntomas están influenciados por muchos factores: el clima actúa en el desarrollo de los hongos y en la expresión de los síntomas, la microflora autóctona puede interactuar sobre los hongos que causan las enfermedades de la madera, limitando o previniendo su desarrollo y los sistemas de formación y de poda pueden ser factores relevantes para limitar las infecciones.

Un mejor conocimiento de estas enfermedades y de la interacción con estos factores, ayudaría a entender mejor su forma de actuar. Son muchos los métodos utilizados. Aplicar un único método para el manejo de las EMVs solo es parcialmente efectivo, por lo que parece importante conocer y aplicar distintas técnicas preventivas para alcanzar una mayor eficiencia en el manejo de estas enfermedades.

 

Brazo muerto. Esto se ve muy a menudo hoy en las fincas.