En la primera nota "De Pozo de los Algarrobos a los vinos de exportación", contamos el excelente "maridaje" entre el terruño y la calidad de los vinos obtenidos de él, certificada por sendas Indicaciones Geográficas para sus varietales Petit Verdot en tintos y Viognier en blancos. Culminamos la gira por esta microrregión de San Juan, conociendo algunos secretos del éxito de Bodega Casa Montes.
"En el año 1994 se implantaron 100 hectáreas de espalderos altos con varietales provenientes de uno de los viveros más grandes del mundo: el vivero italiano Cooperativo Raucedo, productor por aquel entonces de más de 23 millones de plantines anuales que vendía en todo el planeta. Hasta aquí llegaron clones selectos de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Chardonnay, Merlot y Syrah; que constituyeron la primera etapa de plantación de la empresa Villa Mercedes hoy Casa Montes", comenzó relatando el ingeniero Hugo Carmona Torres, actual vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura -INV-, otrora periodista agrario en este medio.
Así, "en un terreno profundo de la localidad de Pozo de los Algarrobos, Caucete, crecieron los cepajes que en el otoño de 1995 visitó como asesor el prestigioso ingeniero agrónomo australiano Richard Smart, quien dio recomendaciones sobre la poda en un sistema de conducción que retomaba San Juan después de varias décadas de dejarlo de lado: producir en espaldero o viña alta. Recuerdo que dijo que ‘a la uva le debe dar el sol, no entiendo por qué ustedes se empecinan producir uvas en parrales que son muy sombríos’", prosiguió el funcionario nacional.
PALADARES
Para Carmona es clave "recordar también agosto de 1994. Los expertos jurados de vinos españoles María Isabel Mijares y José Saez Illobre, traídos por el prestigioso Raúl Castelani a pedido de DIARIO DE CUYO, ofrecieron en la Universidad Católica de Cuyo la primera cata dirigida en la provincia a enólogos, agrónomos y bodegueros. También brindaron conferencias sobre Denominación de Vinos en Origen. Todo bajo la organización de Suplemento Verde, junto al ingeniero Alejandro Acosta". Y recordó: "Tuve la posibilidad de atenderlos personalmente y fui testigo de los consejos que dieron de cómo hacer vinos de calidad y abandonar el esquema de vinos carentes de aromas, oxidados, de colores no atrayentes y muy alcohólicos; de los vinos que producíamos en aquella época".
Y sentenció: "Muchas empresas comenzaron una nueva senda. Así nació, en los 90, una nueva etapa en la vitivinicultura sanjuanina, que con la mano del riego por goteo, el uso del acero inoxidable y equipo de frío en bodegas y un valioso recurso humano capacitado, ha marcado el camino de la producción de uvas y vinos de calidad que hoy distingue a San Juan en el mercado interno y externo".
EL FUTURO
Casa Montes cuenta con 150 hectáreas cubiertas de varietales destacados como el Viognier, Chardonnay, Malbec, Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc, Syrah, Petit Verdot. La bodega posee unos 3 millones de litros de capacidad para elaborar vinos. Por la buena relación entre precios y calidad de los vinos, fracciona anualmente unas 400.000 cajas de 6 botellas para mercado interno como principal destino, y exportaciones a Brasil, Paraguay, Japón, Inglaterra, entre otros destinos.
Para su enólogo, Pedro Pelegrina, "una cuestión de marketing marca al Chardonay y el Sauvignum Blanc como los referentes sanjuaninos, pero la verdad es que el viognier marca su mayor demanda por ser tan exquisitos al paladar".
Copa en mano, con el enólogo Pelegrina coincidimos en la percepción de colores, aromas y sabores: "La primera vez que los probé al elaborar el Petit Verdot, mostró un color ‘empetrolado’ y una sensación de petróleo por su densidad. Sus aromas son dominados por frutos negros y algunas especias. Extremadamente bebible, frente a otros lugares del mundo donde es sólo vino de corte. Acá se expresa en la copa con una personalidad marcada".
En el Viognier, "sorprendió en climas cálidos encontrar intensidad de frutas tropicales. Con un toque cítrico, própios de vinos europeos de zonas frías. Distintos puntos de madurez logran diferentes expresiones. Al paladar son muy redondos y con una buena acumulación de azúcar y glicerina, formando vinos de mucha boca, incluso para guardar en barrica", sentenció el hacedor de vinos.