Con su proyecto “Instalación de una planta piloto para la obtención de sulfato de sodio anhidro”, Eduardo Dománico y su equipo de trabajo buscan posicionar a San Juan en un mercado que hasta el momento se abastece de la importación del producto. Tras la obtención del subsidio perteneciente a la Línea 3 para la innovación tecnológica, el grupo trabajará  a pleno para la puesta a punto en 90 días de la planta piloto, con el objetivo de la optimización de su funcionamiento, entre ello encontrar la temperatura ideal para el deshidratado del mineral. “El país importa cientos de toneladas anuales de sulfato de sodio anhidro, en San Juan tenemos los yacimientos de sulfato y los conocimiento tecnológicos para producir y hacer a la provincia pionera en deshidratar sulfato de sodio para venderlo cristalizado”, explicó Eduardo Dománico, cabeza de la iniciativa y dueño de un yacimiento de sulfato en Iglesia desde donde se obtendrá el mineral. Según especificó la fuente, el objeto de la planta piloto será conocer todas las variables que puedan aparecer en el proceso para luego pasar a una planta de escala industrial. 

“La planta piloto se va a centrar en un horno en el que su principal función es la de deshidratar el sulfato de sodio para venderlo cristalizado, el producto que se obtiene es similar a la sal y si los resultados son auspiciosos, el anhelo es pasar a una planta a escala industrial”, agregó José Francavilla Quintero, ingeniero que se ocupa de la parte técnica de esta iniciativa. 

Los yacimientos más importantes de nuestra provincia son los ubicados en el paraje conocido como Cerro Blanco en el departamento Iglesia. La explotación de sulfato de sodio se inició en en el año 1944 y tuvo cierta envergadura hasta 1970. A partir de entonces los volúmenes extraídos han sido insignificantes, siendo un producto que en la actualidad se compra a países como China o España.

El sulfato de sodio anhidro tiene propiedades higroscópicas y por tanto, se utiliza como desecante en laboratorios o en la industria química. Se emplea en la fabricación de la celulosa y como aditivo en la fabricación del vidrio. De acuerdo a las fuentes Brasil y Uruguay, por ejemplo, también importan este producto con aplicaciones a la industria del papel, por lo que de obtener buenos resultados, sería un impulso sin igual para uno de los minerales no metalíferos de la provincia.  

 

En pasos. El proyecto consta de pasos básicos como la lixiviación del mineral, luego la cristalización y por último el proceso en el horno para su secado y la obtención del sulfato anhidro.