El cuerpo se libera mensualmente de sus células muertas, para que la piel se mantenga sana y en condiciones, lo negativo de esto es que esos residuos ocasionan un aspecto grisáceo, manchas irregulares y despellejamiento, entre otras cosas.

La exfoliación es la eliminación de las células que ya cumplieron su ciclo, y resulta un paso fundamental, porque gracias a ella se erradican las impurezas y las alteraciones que se presentan en la piel y se combate la sequedad. A través de la exfoliación la epidermis se oxigena y queda lista para recibir cualquier tratamiento desde maquillaje hasta productos nutritivos y antimanchas.

Debido a las características particulares de cada cutis existen distintos tipos de exfoliantes que funcionan de manera diferente y proporcionan beneficios específicos, los exfoliantes químicos (productos cosméticos) que mejoran la luminosidad cutánea; los manuales (guantes de crin, cepillos y esponjas vegetales) que sirven para borrar las imperfecciones, refinan la textura de la piel y limpian los poros y los granulados que atenúan las líneas de expresión.

A su vez las necesidades de exfoliación cambian con la edad, el clima, el ritmo de vida e incluso con la ingestión de ciertos medicamentos. Las pieles secas requieren que un producto suave y muy emoliente; las grasas uno más intenso y menos humectante.

Para pieles maduras nada mejor que los exfoliantes con altas dosis de sustancias nutritivas; además el tratamiento en estos casos deberá hacerse con más asiduidad.

En climas secos es fundamental que posea elementos hidratantes y, si se consumen fármacos con efectos secundarios sobre la piel, la exfoliación deberá ser suave y espaciada.

Si la epidermis nunca ha sido exfoliada es posible que la primera vez se produzca un pequeño brote de granitos, por la acción liberadora de las glándulas sebáceas obstruidas debajo de la superficie de la piel. En las pieles grasas o con tendencia a la oleosidad existe una mayor predisposición a que suceda esto. A pesar de ello cabe mencionar que estas espinillitas se secarán en poco tiempo y no implican que se trasformarán en acné.

La exfoliación no es sólo cosa de mujeres, ya que a la piel masculina la ayuda a evitar los pelos encarnados y a que éstos no salgan con la misma fuerza; algo que provoca irritación en los hombres que tienen la barba dura.