Y sí, a partir de este jueves 15 de enero, las mascotas argentinas podrán adherir fervientemente a la canción de Charly que dice "no voy en tren, voy en avión". Es que Aerolíneas Argentinas -tal cual lo anunció la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner por medio de un mensaje en las redes sociales que la mostraba con Lola, su caniche mini toy, desde el aire- revivió el servicio para aquellos pasajeros que se rehusan a dejar a sus perros y gatos en casa, mientras ellos hacen viajes de placer, de negocios o por la razón que sea. Entonces los animalitos de pequeño porte -siempre y cuando cumplan con determinados requisitos- se podrán trasladar en la cabina del avión, en un contenedor tipo jaula, a los pies de sus dueños, debajo del asiento delantero. Por ahora sólo se habilitará en los vuelos de cabotaje, quedando excluidos los internacionales.
Aunque la propuesta resulta innovadora a lo largo y ancho del país, vale aclarar que en la década del ’90 -cuando Aerolíneas y Austral eran administradas por los españoles- fue un servicio que estuvo habilitado un tiempo pero que luego se suspendió, si la memoria de los empleados de la sucursal local no falla, por las quejas frecuentes de los pasajeros que estaban a disgusto con compartir el vuelo entre ladridos, maullidos, pelajes y olores a animales, aunque no eran muchos los que accedían. Ahora se espera que la iniciativa tenga más éxito, básicamente porque responde a pedidos puntuales de viajeros interesados en el tema.
De hecho, según anunció el presidente de la compañía de bandera, Mariano Recalde, a los cinco días de lanzada oficialmente la iniciativa, ya se habían registrado cuatro reservas. Mientras que en San Juan, tal como consignan desde la oficinal de la empresa aérea ubicada en Avenida Libertador y Sarmiento, ya han tenido varias consultas que no saben si se concretaron o no porque la solicitud en estos casos debe hacerse exclusivamente vía Call Center (0810-222-86527) con 72 horas de anticipación al vuelo.
Está previsto que viajen por vuelo -siempre y cuando las condiciones climáticas lo permitan- hasta 4 perros o gatos en cabina y otros tantos en bodega, el sitio en el que generalmente se ha destinado a las mascotas junto al equipaje. Sólo se permitirá una mascota por pasajero.
Detalles de vuelo
Claro que la opción de viajar con las mascotas en la cabina del avión no es gratuita. Tiene un costo que muchos están dispuestos a pagar: es un monto fijo que varía según los tramos recorridos hasta llegar a destino. En San Juan no es complicado calcularlo ya que los viajes por esta aerolínea se limitan desde y hacia Buenos Aires, salvo que se hagan otras combinaciones, con el perro o el gato a cuestas.
Aunque en declaraciones Mariano Recalce sostenga que el valor aproximado para poder llevar a la mascota dentro del avión se equipare con un tercio del pasaje que paga el cliente, hay que considerar que puede resultar más oneroso, especialmente teniendo en cuenta dos aspectos: el pago de los impuestos que se adicionan y por otro lado, que los pasajes más económicos desde y hacia la provincia tienen un valor de 1.300 y 1.400 pesos, según indicaron desde la sucursal local (ver recuadro con los precios).
Además la alternativa de llevar "el pichicho" con el dueño resulta prácticamente 10 veces más costoso que llevarlo en bodega, agregan los empleados que prefirieron no ser identificados. Junto al equipaje, sale unos $100 aproximadamente.
Sin embargo, en bodega no puede viajar cualquier animal, ya sea tanto perros y gatos de raza llamados "braquicéfalos", conocidos también como "de nariz chata" (por ejemplo Bulldog, Boxer, Pequinés, Shar Pei, sólo por citar algunos) no soportan este tipo de traslado porque son muy sensibles al calor y presentan dificultades respiratorios que les impiden regular su temperatura corporal. En cambio, sí se admiten en cabina.
Otro detalle fundamentale es que, más allá del pago y la autorización correspondiente, para embarcar, la mascota viajera debe sortear una serie de exigencias: tener un calendario de vacunas al día, especialmente la antirrábica; tener un certificado que avale su buena salud, extendido por un profesional veterinario matriculado con no más de 10 días de anticipación al viaje y estar desparasitados. El animal en cuestión deberá tener más de 45 días de vida, no pesar más de 11 kilos y viajar en una "jaula" adecuada para la ocasión provista por el propietario del perro o el gato.
Pese a que la aerolínea no lo especifica, la veterinaria sanjuanina, Natalia Herrera Manrique, recomienda que en estos casos es beneficioso dejarlos en ayuna de comida y agua por unas 3 ó 4 horas antes de viajar para asegurarse que el estómago esté vacío y así evitar los vómitos. "Salvo que haga mucho calor y que no se puede limitar la ingesta de agua, lógicamente", aclara.
Para esta profesional -especializada en los análisis de laboratorio para animales- lo ideal sería darles, bajo prescripción de un veterinario de confianza por supuesto, algunas gotitas para relajarlos y que el viaje sea placentero tanto para la mascota como para el dueño. En general esta medicación no tiene contraindicaciones.
"Las gotitas que son las que se suelen usar en las fiestas para evitar que se exciten o asusten con los fuegos artificiales los tranquilizan. Yo recomiendo que si se usan por primera vez, lo mejor es probar unos días antes de viajar para ver el efecto. Teóricamente ni la temperatura, ni el oxígeno, ni la presurización del avión ni la altura deberían afectar a los animales. Lo que sí puede afectarlos es el estrés la situación", explica.
De todos modos, vale aclarar, cumpliendo con todos estos requisitos, el embarque siempre quedará sujeto a disponibilidad de la aerolínea.

