Jorge Cocinero, presidente del Colegio de Arquitectos, entidad que organiza el Congreso Nacional de Preservación del Patrimonio Histórico y Cultural, explicó que esta iniciativa surgió a raíz de la falta de conciencia sobre el valor que esto tiene en cualquier sociedad. Habló de la carencias legislativas y la necesidad de revalorizar tanto al San Juan moderno como al antiguo, ya que de éste último han quedado pocos rastros luego del devastador terremoto del 44.

– ¿Por qué motivos surgió la idea de realizar un congreso sobre patrimonio arquitectónico?

Desde el Colegio de Arquitectos surgió esta iniciativa por la gran falta de conciencia que tenemos para mantener y preservar nuestras estructuras edilicias dado que no tenemos una historia antigua. Nos cuesta arraigarnos y reconocer nuestros valores, algo que en otras provincias sí sucede, y hasta forma parte del acerbo de cada persona. San Juan es una ciudad moderna a raíz del terremoto y el resto de la historia no existe. Nos cuesta darle valor patrimonial a nuestra arquitectura, y muchas veces se tiene la idea que lo viejo no sirve porque lo que vale es lo nuevo. Esa es una gran preocupación porque se han demolido muchos edificios que eran un verdadero patrimonio y hubo otros intentos de hacerlo. Por eso sentimos la necesidad de que todos tomemos conciencia de lo que tenemos.

-¿ Usted tiene la percepción de que el sanjuanino no ve, o no quiere ver lo viejo?

Esto sucede porque lo moderno envuelve a lo viejo. Son tan pocos los edificios con historia que han quedado que están tapados y cuesta visualizarlos. Entiendo que también cuesta mucho mantenerlos.

– ¿La legislación existente es la apropiada o falta algo?

Hay una carencia importante en todo lo que concierne a valor patrimonial, sobre todo privado, ya que en algunos casos del patrimonio público sí están contemplados. Hago la distinción porque realmente hay acerbos propios de nuestra historia que son privados y que deberían tener legislación para mantenerlos.

– La ley provincial actual de patrimonio indica que si alguien quiere demoler una casa anterior al terremoto del "44 alcanza con llevar material fotográfico o fílmico a la Secretaría de Cultura, y luego puede seguir los pasos para obtener el permiso.

No debería ser así. Han sucedido hechos muy dolorosos como la demolición del chalet Dubós. Creo que aunque una casa sea privada se puede vender o comprar pero sin tocar ese valor patrimonial que para nosotros es muy importante. Es una raíz que debe ser conservada como sucede en otras provincias y en el mundo en general.

– ¿Hay algún relevamiento que indique la cantidad de casas o edificios que quedaron pre terremoto?

Hay poco, no está actualizado. Salvo la Universidad Nacional nadie más ha hecho relevamientos puntuales. Creo que deberían firmar convenios para empezar a hacer este tipo de censos y que el Estado tome parte en esto.

– De todos modos que tenga valor patrimonial no significa que deba ser anterior al terremoto.

Claro, es así. No hay que olvidar que sólo dos ciudades en el país han sido declaradas de valor patrimonial por la Nación: La Plata en el Siglo 19 y San Juan en el 20. Ese es un valor que debemos conocer y defender. Eso lo logró el arquitecto Eduardo Grizas dadas las características de modernidad del eje institucional de la avenida Ignacio de la Roza y los edificios que convergen como OSSE, el Correo, el Banco San Juan, el Poder Judicial, el Edificio 9 de julio, la Municipalidad de la Capital, entre otros.

– Sin embargo el Edificio 9 de julio está abandonado todavía.

Sí. Hay que rescatarlo urgente.

-¿En el Congreso participarán sólo arquitectos?

No, también estarán historiadores, sociólogos, que presentan diferentes ponencias, equipos de gente que han presentado trabajos, porque entendemos que el valor patrimonial nos concierne a todos y es obligación del Estado cuidarlo.

– ¿El Gobierno provincial convoca al Colegio de Arquitectos para realizar consultas sobre este tema?

Muy pocas veces. La verdad es que siempre hemos tenido que salir a la defensa cuando hemos visto que se iba alterar ese orden. No nos gusta mirar de costado, hay cosas de sentido común, no hace falta ser historiador o arquitecto para darse cuenta de cosas como por ejemplo que la casona del ferrocarril Belgrano que debía permanecer y ser respetada porque son pocos los elementos que tenemos de antes del terremoto. Desde el colegio tratamos de defender lo que nos pertenece como ciudadanos aunque no seamos convocados.

-¿Qué parámetros se consideran para determinar que algo tiene un valor patrimonial arquitectónico?

Primero se debe hacer un estudio del valor histórico, determinar a qué estilo arquitectónico pertenece y cuáles son los valores que tiene ese edificio; qué ha sucedido allí; con qué fines fue usado. Luego de esa valoración, la Legislatura debe emitir una ley para ser declarado como tal y posteriormente mantenido.

– ¿Se puede decir que San Juan tiene y mantiene su estilo moderno?

Fue realizada con los principios modernistas y tiene un estilo propio que debemos revalorizar, primero nosotros y luego el turismo. Están todos los principios modernistas que a la fecha se mantienen. No hay que olvidar que el hecho de ser una ciudad sísmica nos obliga a mantener ciertos parámetros y eso también es un valor.

– ¿Esta falta de valoración es propia de los sanjuaninos o se repite en otras ciudades?

No, San Juan es muy particular. En todas las provincias la historia de las ciudades se conserva y se respeta. Acá debemos lograr eso, tenemos que aprender a cuidar y a respetar lo que tenemos. También las leyes deben tender a eso.

– ¿Qué es lo que deberíamos potenciar del patrimonio?

En primer lugar, y esto es muy personal, deberíamos aprovechar que la Nación declaró patrimonio al eje de la avenida Central, que la gente lo sepa y conozca las razones, las identifique, sepa por qué el OSSE está donde está, por citar un ejemplo. A mi me llama la atención en otras provincias donde en las mismas baldosas delante del edificio está escrito el valor que tiene, no digo que debemos hacer eso, pero algo hay que hacer.