El cese de comercialización de granos con destino a industria y exportación, y de ganado vacuno en pie comenzó desde el primer minuto del 10 de mayo hasta las 24 del domingo, en todo el territorio bonaerense, respaldado por entidades del agro.

Es en rechazo a las subas en el impuesto inmobiliario rural de la provincia de Buenos Aires, que llegarían hasta el 400%. Explican que los aumentos son imposibles de aceptar.