Quizás el mejor símbolo que encontraron en el gobierno para estrenar uno de los salones principales del reciente reinaugurado Centro Cívico fue con la muestra de Santiago Paredes sobre el terremoto del ’44. Elegir las 21 acuarelas que retratan con escombros y desolación lo que fue aquella tragedia, fue ponerle imágenes a lo que significa la reconstrucción. Más, si las paredes donde cuelgan las pinturas de uno de los plásticos más reconocidos de la provincia, remiten al edificio que esperó 63 años para ver la luz y hoy se erige como una de las edificación más significativas de la provincia.
La muestra en cuestión lleva por nombre "Paredes, testigo del 44, del terremoto a la reconstrucción" y con ella se pretende que el público sanjuanino e inclusive los turistas que lleguen a la provincia conozcan estas dependencias públicas, según contó Virginia Agote, una de las responsables de la exposición que se mantendrá abierta hasta agosto en el Salón Cruce de los Andes. Por ahora es la primer muestra y quizás la única, ya que no hay certezas de que vuelva a ocuparse este espacio para otra exposición semejante.
"Cuando se inauguró el Centro Cívico apareció la necesidad de abrirlo para que la gente lo recorra. Entonces fue que se nos ocurrió montar una muestra para darle un sentido artístico al paseo. Y encontramos que las acuarelas de Santiago Paredes dejaban todo un mensaje sobre la reconstrucción que dejó como necesidad el terremoto, entre otros el propio Centro Cívico, que comenzó a proyectarse en 1946 con la firma de un decreto de Perón para constituir allí la Casa de Gobierno y otras dependencias que habían sido derrumbadas por el sismo. Se levantó en etapas pero por distintas razones esta gran obra fue quedando inconclusa a lo largo de los años, hasta que en agosto del 2005 se volvió a retomar con la reconstrucción definitiva", resume Agote.
Hasta la semana pasada, aquellos 21 cuadros que en vida había donado el propio Santiago Paredes al Museo de Bellas Artes Franklin Rawson, estaban embalados como el resto de las obras que pertenecen a la institución porque están esperando trasladarse el año próximo al nuevo edificio, frente al Parque de Mayo. Pero no costó nada, desempolvarlas para mostrarlas.
"Las obras tienen altísima calidad plática pero además tienen un valor documental porque el mismo Paredes, al poco tiempo del terremoto, comenzó a pintar sobre las ruinas y a dejar registro sobre la destrucción. Entonces, los cuadros se convirtieron en testimonio de ese movimiento sísmico que tanto marcó a San Juan", explica.
Lo que el público podrá ver es la colección completa de cuadros -de pequeño tamaño- con las pinturas originales que Paredes retrató luego de la tragedia, en la que quedaron bajo escombros varias esquinas, viviendas y casonas de San Juan.

