1. Dar la teta es sólo alimentar. FALSO. Amamantar permite un contacto tan estrecho entre el bebé y el cuerpo materno que funciona como un "estabilizador": cuando el pequeñito se desorganiza, llora, está irritable, si se lo acerca al cuerpo de la mamá, sin lugar a dudas, se va a tranquilizar, con solo olerla. Esa estabilización al igual que otras funciones vitales -generadas en el piel a piel- como puede ser que el niño regule su temperatura, su frecuencia cardíaca o respiratoria al igual que la de la mamá, le permiten desarrollar, a futuro, independencia porque se establece el vínculo de apego que depende pura y exclusivamente del contacto. Esto no significa, y es otro mito, que la mamá que no da la teta no es una buena madre. No es así. Si bien la lactancia es el canal directo para generar ese apego en la personalidad del bebé que se va a ir estructurando en base a esto, la mamá que no lacta, de la misma manera puede ofrecer su cuerpo, su sostén, su olor, su temperatura mientras le ofrece fórmula, y el beneficio es el mismo, lo si que va a quedar afuera en este caso es la perfección nutricional e inmunológica de la leche materna que incluso tiene la propiedad de ir cambiando durante la mamada -al inicio es una leche más dulce, al medio una leche más proteica y al final la leche con grasa- o en los diferentes horarios -no es la misma leche la que tenemos a la noche que a la mañana-. Es más, el bebé cuando toma, regurgita leche en esos momentos de descanso, es decir, vuelve leche con saliva del bebé y de esa manera el cerebro de la mamá -cuando se absorbe esa información- sabe si ese bebé está sano, enfermo, deshidratado o no y de acuerdo a eso cambia la composición de la leche para responder a lo que necesita. Se ha descripto en mamá de gemelos que amamantan de manera exclusiva una teta para cada uno, que esas dos mamas producen leches diferentes para respetar la información que recaban de la saliva de cada bebé. Todo eso es privativo de la leche materna. Por supuesto que nutricionalmente la leche de fórmula produce un aporte correcto pero, en todos los momentos va a brindar lo mismo, sin cambios. Sin embargo, la leche humana, tiene enzimas que el intestino del bebé todavía no tiene, entonces ayuda a la digestión. Esa leche se va absorbiendo desde la boquita, en el esófago, el estómago, el intestino. Se van usando todos los nutrientes.

Aparte de todo esto, no quedan dudas que la teta da inmunidad a enfermedades que ha padecido la mamá e inclusive si ella se vacunó, también le transmitirá anticuerpos, entre otros beneficios.

2. Hay un tiempo para amamantar: 5 o 10 minutos bastan. FALSO. El tiempo depende de la etapa del bebé: normalmente el primer mes – mes y medio son momentos de lactancia más largos porque el pequeño tiene que aprender a tomar y tiene que descansar mucho durante la toma, eso hace que generalmente se necesiten entre 15 y 30 minutos por mama, o sea que esa mamá puede estar hasta una hora y media alimentándolo y al rato volver a hacerlo. Es muy intenso. Pero después empiezan a acortarse los períodos de toma porque el bebé ingiere más rápido, tiene más energía, no necesita descansar. La recomendación es no mirar el reloj nunca y permitir que el bebé tome a libre demanda, todo lo que quiera. Justamente eso va a ser hasta que su cerebro empiece a registrar que se están absorbiendo ácidos grasos en su estómago y listo, no va a querer más.

3. Siempre hay que esperar un tiempo lógico para que se recarguen las mamas. FALSO. En realidad, al principio funciona un poco así porque el cuerpo no sabe cuánta leche va a tomar el bebé. Entonces por las dudas, hace y hace. Es común ver que las mamás se "pesen" las tetas para ver cuál está más cargada y de esa darle primero. Pero al cabo de los dos meses y medio, se deja de producir para cúmulo y se empieza a producir a demanda. Es decir que en el mismo instante que se prende el bebé comienza la producción.

4. Ambas mamas tienen desigual producción de leche. VERDADERO. No es pareja la producción de leche, no son simétricas las mamas, no es simétrica la cantidad de glándulas y tampoco a los niños les gusta de la misma manera una teta que la otra. De la que toman más, se estimulará más y por ende, producirá más leche.

5. El tamaño de las mamas influye en la cantidad de leche que se produce. FALSO. Hay mamas gigantes que sabemos que tienen mucha más cantidad de glándulas, pero generalmente la diferencia es de grasa, no de glándula. El tamaño, salvo en tamaños extremos, no influye en la producción de leche. Es más a veces tener mamas grandes es más incómodo para dar la teta. En esos casos hay que buscar posturas que faciliten la lactancia y nunca poner, como suele hacerse, un dedo para permitir "que el bebé respire". Esto no es correcto e interfiere en la toma ya que el niño para prenderse bien debe coaptar la boca de manera tal que la nariz le quede tocando la teta de la mamá, sin "romperse" el contacto de la boca con el pezón. Si el bebé no puede respirar, va a soltarse sin lugar a dudas.

6. Si mi mamá no tuvo leche, yo tampoco. FALSO. No hay relación alguna. Se calcula que una de cada mil mujeres va a tener un problema de producción de leche. La mama es una glándula como el páncreas, como la pituitaria, como la tiroides, una glándula que secreta leche.

7. El éxito de la lactancia se relaciona con el tipo de parto. FALSO. En un parto vaginal y espontáneo lo que ocurre es que ese cuerpo comienza con un cambio hormonal unas 48 horas antes del nacimiento que, también, empieza a preparar las mamas. En cambio, cuando una mujer que no tiene trabajo de parto se le hace una cesárea, el cuerpo se entera en ese momento que el bebé ha nacido. Entonces puede ocurrir que la bajada de leche se postergue uno o dos días más en quienes tienen cesárea programada. El trabajo de parto funciona como aviso, como estímulo. De todos modos, un bebito sano puede estar hasta 7 días tomando solo calostro y es lo que necesita.

8. Existen las crisis de lactancia. VERDADERO. Hay más o menos cada tres semanas una crisis de lactancia, una muy marcada es a los 3 meses, que son momentos en los que el bebé crece muy rápido y necesita tomar la teta todo el tiempo, como si no le alcanzara. Necesita más comida y la única manera de producir más leche es que el bebé succione más. Pero como la teta no produce una respuesta inmediata, el niño se enoja, tironea la teta, la estiran, la muerden, la quieren agarrar. No quiere decir que no se alimente bien, sino que necesita más. En esos casos, hay que tener paciencia y darle más teta, elegir lugares más íntimos y tranquilos, silenciosos, sin estímulos externos como las luces de un televisor. Al cabo de unos días se pasa porque se empieza a generar más leche.

9. Para tener más leche hay que tener una dieta rica en leche. FALSO. No hay ningún alimento que mejore la producción de leche, ni está científicamente comprobado sea efectivo tomar mate cocido con leche, cerveza negra, malta o comer mazamorra como popularmente se cree. Si es fundamental que la mamá tenga una dieta balanceada porque obviamente que un cuerpo que está trabajando con una nutrición correcta lo va a hacer a costa de menos estrés para ese organismo. Para generar leche el cuerpo va a usar siempre el calcio biológico, el hierro biológico y todo lo que tiene el cuerpo de la mamá. Por supuesto que ese desgaste lo va a sufrir la mamá, nunca la leche humana que siempre es de calidad.

10. Si la mamá está angustiada, perjudica la lactancia. VERDADERO. Si bien por la leche no se transmite angustia, muchas veces la actitud corporal es lo que tensa a los bebes. Una mamá que está angustiada, dolorida, preocupada, cursando una depresión o angustia post parto, inclusive si atraviesa una situación de estrés ajena a la maternidad, muchas veces lo carga al bebé con tensión. En esos momentos hay generar ayudas suficientes para que esta madre pueda descansar en los adultos que estamos alrededor y sostener mejor a su bebé, en todos los aspectos. Más del 50 por ciento de las mamás atraviesan esos famosos "baby blue" o síntomas depresivos leves como tristeza, labilidad emocional, angustia y llanto, que como familia y amigos hay que acompañar. Cuando la mamá está bien todo va a mejorar, inclusive el dar la teta.

11. Si un bebé tiene cólicos es porque la leche no le hace bien o no es buena leche. FALSO. Tiene cólicos porque su intestino es inmaduro y tiene que aprender a moverse de manera propulsiva ordenadamente. Eso no se aprende rápido. Los cólicos igual que el reflujo tiene el mismo principio de la inmadurez del aparato digestivo. Es esperable que los chicos tengan hasta los 6-7 meses episodios tanto de cólicos como de reflujo y son normales, no es por la leche.

12. Un bebé que toma teta duerme peor que un bebé alimentado por leche en polvo. VERDADERO. Hacen intervalos de sueño más cortos porque la leche humana se digiere rápido. De hecho, a los 45-50 minutos de terminar de comer, ese bebito ya tiene la panza vacía porque se absorbe directamente. En cambio, generalmente los bebés que toman fórmulas hacen intervalos más largos porque la digestión se demora 3 o 4 horas, Lo que sí, los bebés no necesitan recuperar ese sueño. Recién a los 7 años los niños empiezan a tener un sueño maduro como el del adulto.

13. ¿El "provechito" es un paso fundamental en el amamantamiento? FALSO. Es un mito que el bebé debe eructar entre toma y toma. Con enderezarlo o ponerlo vertical dos o tres minutos por las dudas que haya quedado una burbujita de aire, es suficiente. Hay que tener en cuenta que el estómago de un bebé recién nacido tiene el tamaño de una uva, entonces una burbuja de aire ocupa mucho lugar y lo incomoda.

14. Cuando el bebé empieza a comer, la leche materna no lo alimenta. FALSO. Cuando el bebé empieza a comer la leche materna es de transición por los próximos 6 meses, o sea que sigue siendo su principal alimento y no se reemplaza. En esa etapa lo que el niño comienza a hacer es aprender a comer, a agarrar, a deglutir, a incluir variedad de sabores y texturas. Después del año se supone que la alimentación complementaria está completa con prácticamente todos los alimentos -salvo carne molida y miel- entonces la leche humana funciona en el lugar de los lácteos permitidos.

15. La leche humana sirve para cocinar. VERDADERO. Hasta hace un tiempo decíamos que no pero hoy sabemos que si bien los anticuerpos y la parte inmunológica de la leche se desnaturaliza y no funcionaría como tal, desde lo calórico nutricional si sirve. Así es que perfectamente se puede hacer un flan de leche materna. 

16. Es recomendable la mezcla de leche materna y leche de fórmula a la vez. FALSO. El bebé puede tener una lactancia mixta pero no se aconseja mezclarlas porque la leche de fórmula no permite una óptima absorción de la leche materna. Salvo en el caso que se use un relactador (por ejemplo si es una mamá adoptiva que no tiene cómo dar de mamar) con el que se busca estimular para en algún momento intentar sacar esa especie de mamadera cargada de leche industrializada, que tiene una sonda que se adhiere al pezón para, en definitiva, generar un vínculo. La idea es que, si se opta por la lactancia mixta, primero se de la teta y a continuación, si el bebé sigue con hambre, en todo caso, la mamadera con fórmula. Hay que priorizar la leche materna siempre.

 17. Si una mamá está enferma y está tomando medicación tiene que dejar de amamantar. FALSO.   Solamente tiene que asegurarse que la medicación que esté tomando sea compatible con la lactancia. Hoy por hoy, casi todos los remedios, lo son. Es más para asegurarse hay una página web muy seria www.e-lactancia.org donde poder corroborarlo. Ese sitio solo tiene un cuadro de búsqueda donde hay que colocar la droga -amoxicilina por ejemplo- y aparece en verde si se puede ingerir, en amarillo si es de bajo riesgo, en naranja aclarando que si es indispensable habría que consultar con el médico para que trate de cambiarla y en rojo la que está totalmente prohibida.

18. En algún momento del crecimiento se acaba la leche materna. FALSO. Si ese niño sigue tomando, no. Mientras se estimule la glándula va a producir, no se agota jamás.

19. La teta a determinada edad se convierte en chupete. FALSO. En realidad no es la teta, es la actitud que tiene la mamá para con ese bebé. Si a los dos años y medio la teta sirve para calmarlo en el ámbito íntimo o cuando ocurre algo, es normal. De hecho hasta esa edad se los define como lactantes.Pero si a los 4 te llaman del jardín para que le des la teta cuando se cae, estamos supliendo necesidades emocionales con la teta. 
La teta no debería ser el único vehículo de contención de los niños. 

20. La teta genera chicos más dependientes. VERDADERO. En realidad las líneas de la crianza con apego, el colecho, la teta a demanda son crianzas mucho más comprometidas y que demandan más tiempo, más puesta del cuerpo de la mamá y quien la rodea, pero a la larga y evaluado las conductas en pre jardín de 3-4 años, son niños que logran pautas de independencia mucho más rápido, porque tienen afianzado un vínculo más bonito, más profundo y más seguro con los criadores cuando son amamantados. Tienen estructuras psíquicas más saludables.

Palabra autorizada

Claudia Duano Salinas como médica -es cirujana y realizó su residencia en medicina General y Familiar en CABA- eligió el camino de la lactancia, la crianza y el embarazo para especializarse y abocarse de lleno. Es directora del Centro Integral para la Maternidad Nacer (que está en Mendoza 954 sur, teléfono 264 456-2723) y aparte trabaja en el Centro de Salud Ramón Carrillo de Chimbas.
Es asesora en Lactancia Materna con certificación de La Liga de la Leche 2010, preparadora prenatal y miembro de la Sociedad Argentina de Pediatría y de la Asociación de Medicina General y Familiar.

 

Por Paulina Rotman
Fuente: Claudia Duano