Texto y Fotos: Ing. Agr. Alejandro Acosta
Las mejoras en la agricultura son permanentes, los avances son continuos. Y esto no sólo a nivel internacional, sino también en Argentina y en particular en la Región de Cuyo, donde se produce simiente de cebolla de alta calidad, por su gran sanidad y alta germinación.
Para conocer las bases de una producción de semillas de cebolla, hay que conocer que normalmente se hace en 2 años de trabajo. De la manera clásica, es decir, partiendo del bulbo, que es la cebolla madre, para lo cual se necesita un año para obtener dicha simiente de partida. O sea se logran cebollas tradicionales (o clásicas de consumo) en una primera temporada y en un segundo año, se plantan esos bulbos para llegar a la cosecha de semillas en diciembre. Esta metodología es más larga en el tiempo, y más costosa, pero tiene la gran ventaja de poder seleccionar, por sus cualidades, bulbos de mejor genética. Así se permite clasificar las madres y elegirlas, con las condiciones fenotípicas expuestas.
Es un trabajo extenso, costoso, que tiene la gran ventaja científica y tecnológica de la inigualable posibilidad de la selección de los bulbos, al final de la primera temporada, pero aún queda la etapa de la conservación de ellos, y es una fase definitoria de los resultados. Posteriormente a esta guarda, que se hace de noviembre-diciembre hasta marzo-abril, se hace la plantación y se llega a floración en octubre para cosechar en diciembre.
Pero hay otra manera, cada vez más interesante para las variedades “de guarda” o de Día Largo, que es la que vamos a dar a conocer hoy en estas páginas.
Se parte de que si la cebolla se siembra en tiempos diferentes, es decir, con pleno calor, en directa en los meses de noviembre o diciembre; o si se trasplantan los almácigos en la última quincena de febrero, hasta aproximadamente el 10 de marzo, y se continúa con el ciclo de otoño-invierno (con buenos registros de bajas temperaturas), se llega a la floración normal y obtendremos simientes en el mes de diciembre del mismo año, y el método se transforma en anual. En sólo un año, llegamos a la semilla.
Una muy buena noticia pensando en ahorro en alquiler de tierras, menores gastos anuales de manejo, insumos básicos agrarios y con resultados ya demostrados.
> Los detalles de un sistema que acorta el tiempo
Los almácigos o plantines, para ser trasplantados por este método, son hechos a campo como es muy común, o en viveros, labor que crece año tras año. Así podemos demorar unos 12 meses aproximadamente en llegar a la recolección de semillas, y no 18 a 20, como es con el sistema tradicional.
En la actualidad, se pude informar que un 75 por ciento se está produciendo con el método tradicional de bulbo a semilla, bianual. Dan 600 kilos por hectárea y más, como rendimientos con este tipo de trabajo a campo. Se reparten estas tareas, unos 42 inscriptos tiene Asprosem, que es la agrupación local de productores de esta labor. Dijimos que un 25 por ciento aproximadamente se hace por el sistema de semilla a semilla, que crece campaña tras campaña y 400 kilos por hectárea, o más, según material, dan con el método nuevo, que es anual, esto siempre para materiales de cebollas de guarda, o sea de las denominadas de Día Largo, como Valencianas, otras similares o los híbridos importados, de colores amarillos, rojos o blancos en sus bulbos.
Este tipo de plantación se está generalizando, dados los altísimos costos que incurre el sistema tradicional, de hacer el bulbo, conservarlo, seleccionarlo, plantarlo y hacerlo dar semilla en verano.
Las zonas de producción que hacen este sistema novedoso incluyen a los clásicos departamentos productivos de Pocito, Rawson, 9 de Julio, Ullum, Zonda, Chimbas, Rivadavia, Angaco, Albardón, 25 de Mayo, y se han sumado en las campañas últimas lugares como Iglesia, Calingasta y Jáchal.
Existen hoy varias decenas de hectáreas en nuestra provincia, de híbridos de cebolla producidos por este método, que en inglés se llama “seed to seed”, porque empieza en una semilla y termina en otra. Los rendimientos y el manejo, antes poco conocidos, hoy están apareciendo, para beneficio de los productores y de las empresas.