
Por: Juan Carlos Lopresti
pjclopresti@yahoo.com.ar
Villa La Angostura es la puerta de entrada al Parque Nacional Arrayanes, único lugar en el mundo donde se encuentra un bosque natural de esta especie. Es una ciudad de Argentina ubicada en el departamento Los Lagos, en el sur de la provincia del Neuquén en la Patagonia, más precisamente a la vera del lago Nahuel Huapi. Esta villa es en sí misma un atractivo turístico no sólo por los hermosos paisajes que la rodean sino también por su infraestructura hotelera, su gastronomía y la variedad de actividades que los turistas pueden realizar en su entorno. Su calle principal, la avenida Arrayanes, nace entre la RN 40 y el camino a los puertos, lo que la constituye en la de mayor movimiento porque tiene numerosos bares, restaurantes negocios de artesanías y fábricas de exquisitos chocolates.
Cerro Bayo

Es el principal centro de esquí que tiene la villa con una altura, a solo 6km. de distancia, de 1.782 metros desde donde se pueden observar unas magníficas vistas de los alrededores, con el lago incluido. La base del centro está a 1.050 metros y cuenta con 31 pistas con 4 niveles de dificultades, otras tres de snow y una más para trineos, y 15 medios de elevación que pueden transportar hasta 9.245 personas por hora. Además tiene escuelas de sky y snowboard para pequeños y adultos. Si bien aquí se pueden alquilar los equipos para la práctica de estos deportes, también en el centro de la ciudad hay numerosos negocios especializados donde alquilar ropa y elementos necesarios para soportar las bajas temperaturas. En esta época de invierno, la mayor parte de los turistas se encuentran disfrutando de la nieve, aunque también hay otras opciones para conocer la villa y sus alrededores. En esta temporada se imponen las caminatas con raquetas por senderos nevados dentro del bosque transitando por la Huella Andina entre el Puerto de la villa y el Bosque de los Arrayanes.


Otro de los paseos más solicitados es el camino de los 7 lagos, partiendo desde la villa por la Ruta Nacional 231 para pasar por los lagos Espejo, Escondido, Villarino, Falkner, Hermoso, Machonco y Lacar para llegar a San Martín de los Andes, distante 92 km.
Por otra parte la villa es la puerta de entrada terrestre al Parque de los Arrayanes, único en el mundo que conserva estos ejemplares de hasta 30 metros de altura con una antigüedad que llega a los 300 años. De cualquier manera la visita se puede hacer también en unos modernos catamaranes que parte desde el muelle Bahía Brava, casi en el centro de la ciudad, navegando sobre las aguas del Nahuel Huapi y gozando de los magníficos paisajes de la costa, entre ellos el parque del Castillo El Messidor, propiedad del gobierno de Neuquén, y lugar preferido de presidentes y políticos para pasar sus vacaciones. Fue construido en 1942 con un estilo francés por el arquitecto Alejandro Bustillo y por sus bellas y cómodas instalaciones han pasado numerosos mandatarios de otros países.
La Isla Victoria es otro de los atractivos que se pueden visitar a través del majestuoso lago Nahuel Huapi para disfrutar de su fauna y flora autóctona compuesta por coihues, cipreses y ciervos colorados. Una caminata sobre el terreno invita al descanso visual y mental en medio de tanta naturaleza libre de impurezas. Lo mismo deben haber sentido las comunidades indígenas que la habitaron hace muchos años, dejando pinturas rupestres que hablan de su vida adornando las cuevas de la isla.
Trekking y ciclismo
Los amantes del ciclismo y de las caminatas a campo traviesa tienen en la región para darse un gran gusto, ya que de esta manera se puede llegar a lugares que a veces un vehículo mayor no puede hacerlo. Por ejemplo la cascada Incayal que tiene una caída de 50 metros a la que se puede llegar pedaleando a buen ritmo en unas dos horas desde la villa. La cascada del Río Bonito también merece visitarse aunque es posible acceder en auto por la ruta provincial 66 y descender caminando unos 200 metros para ver su caída de 35 metros cuyas aguas se pierden en una olla verde esmeralda desplazándose sobre rocas basálticas. Obviamente para volver al auto, el esfuerzo es mayor ya que debe hacerse a pie y en subida. Los caminantes suelen perderse entre los bosques que rodean a la ciudad siguiendo recorridos pre establecidos por senderos de dificultad media. Las cabalgatas y las travesías en kayak se pueden realizar durante todo el año con un marco de naturaleza que invita al paseo.

Pesca en el Correntoso
Para quienes gustan del arte de la pesca, el lugar ideal es el puente sobre el Río Correntoso, el más corto del mundo y que tiene apenas entre 200 y 300 metros de largo, uniendo el lago del mismo nombre con el Nahuel Huapi. Está muy cerca de la villa y los especialistas de la pesca con mosca suelen hacer cola para tirar sus líneas teniendo como premio máximo, unas truchas de gran tamaño que luego son devueltas a su hábitat natural.

Caminando por el centro
Si bien hay visitas guiadas que parten desde el Centro de Información Turística ubicado sobre la avenida Nahuel Huapi, es posible recorrer a pie las calles y sus edificios más antiguos y con historia contando con un mapa de la ciudad. La Capilla de Nuestra Señora de la Asunción data de 1936 y al frente se encuentra la entrada al Messidor, la residencia presidencial construida en 1942, un poco más adelante vemos el Hotel Angostura que fue el primero que se construyó en 1938, luego se puede observar La Vieja Usina, convertida ahora en Museo, y el antiguo almacén La Flecha, también de 1938, convertido en alojamiento. Además en la zona fundacional de la villa, o sea en el puerto, funciona el Paseo de Productores Artesanos quienes exponen y venden sus propios productos artesanales durante la tarde-noche.

La gastronomía
La comida forma parte de cualquier lugar que uno visite en sus vacaciones y en Villa se destacan los platos preparados por importantes chefs a base de cordero y pescados, los ahumados y las cervezas artesanales. Para la hora del té, nada mejor que unos escones, dulces artesanales, panes caseros y tortas de las más variadas y exquisitas.
Cómo llegar: En avión hay que ir hasta San Carlos de Bariloche y luego por vía terrestre, unos 83 km. Se puede tomar un taxi en el aeropuerto o el ómnibus Nº72 hasta la Terminal de Ómnibus y allí hay dos empresas que te llevan hasta la villa, Albus y Viabariloche. Las líneas aéreas que llegan a Bariloche son Aerolíneas Argentinas, Latam Argentina, Andes Líneas Aéreas y Norwegian. En auto, desde San Juan son 1.430 km. por lo cual es aconsejable hace el viaje en dos etapas, pernoctando en Neuquén desde donde sólo quedarán 477 km por las RN 22, RN 237 y RN 40.
Dónde alojarse: Esta villa de montaña posee más de 4 mil camas distribuidas en hoteles, cabañas, apart, hosterías, y residenciales por lo que hay suficiente para elegir según cada presupuesto. Los hoteles de 4 estrellas tienen tarifas desde los $14.000, la habitación para dos personas. Los de 2 entre $2.800 y $3.200, las cabañas 3 estrellas desde $2.200 a $9.500 por día, y los apart 3 estrellas entre $3.400 y $4.700 por día.

Actividades: El pase peatón para el Cerro Bayo cuesta $970 los mayores y $880 los menores, el día entero de sky sale $1.910 para mayores y $1.530 para menores, alquiler de bicis $350 por día, cabalgatas desde $1.800 las 3 horas, paseos por el lago entre $500 y $800 y hasta el Bosque de Arrayanes oscila entre los $800 y $1.100. Caminatas con raqueta cuestan $1.030 la hora, el culipatín $200 la hora, alquiler de sky y snowboard entre $850 y $1.095 y alquiler de auto unos $2.000 por día. Son precios estimativos proporcionados por la Secretaria de Turismo de Villa la Angostura.

Dónde comer: Muchos son los restaurantes y bares donde es posible degustar exquisitos platos. Uno de ellos es HUB, sobre la avenida Arrayanes que sirve salmón rosado con costra de almendras, albahacas y verduras al vapor que es una maravilla. Otra de sus especialidades es el ojo de bife con salsa de hongos, papas bravas y puré de calabaza asada. Sobre la misma avenida hay numerosos restaurantes también recomendables.

