“Martes 13, no te cases, ni te embarques, ni de tu casa te apartes”. Esa es la carta de presentación de cualquier martes 13. Este día tiene mala fama en diversas culturas, relacionado a creencias populares, religiosas, mitológicas y hasta leyendas históricas. En muchos países se lo considera un día de desdicha.
Pero, ¿por qué es un día de mala suerte?
La asociación se da por distintas circunstancias. Marte era el Dios romano de la guerra, regido por la destrucción, la sangre y la violencia. En la última cena de Jesús eran 13 los asistentes. A Judas, el traidor, se lo considera el número 13.
En el Kabbalah judío se habla de 13 espíritus malignos, mientras que, en la metodología nórdica, Loki, el dios del mal, es el decimotercer invitado a una cena de dioses. En el tarot la carta que se asocia a la muerte es el 13 y para los egipcios, en las fases del ciclo de la vida este número simboliza la muerte.
Cabe aclarar que las connotaciones negativas sobre este día no tienen sustento científico, sino que están basadas más que nada en creencia popular y supersticiones.
Junto con la mala suerte (o no) que podría tener este día, también sobrevuelan algunas supersticiones alrededor del mundo.
Espejos enfrentados
En México, quienes creen en supersticiones jamás colocaran dos espejos enfrentados. Según la creencia, hacer esto significa abrir una puerta de entrada al diablo. El Feng Shui también lo desaconseja si queremos disfrutar de un espacio con buena energía.
Tejer en invierno fuera de casa
Esta creencia proviene de Islandia. Allí el tejer fuera de casa puede llegar a hacer que se prolongue el invierno. Es muy mal augurio en un país donde los inviernos son largos e intensos.
Dormir con la cabeza orientada hacia el norte
Continuando con las creencias en distintos países, en Japón, por ejemplo, afirman que dormir hacia el norte no solo trae mala suerte, sino que acorta la vida. Lo curioso es que en África existe la misma superstición, pero en vez de ser hacia el norte, es hacia el este.
Colocar bolso, cartera o mochila en el suelo
En Brasil se cree que dejar este tipo de objetos en el suelo hará que el dinero se vaya, es decir, que empeore la situación económica del dueño del bolso.
El número 4
Parece una locura, pero en China el 4 es sinónimo de mala fortuna. En mandarín, este número se pronuncia de manera muy parecida a la palabra muerte (ambas se pronuncian “sí”). Es tal esta creencia que en algunos edificios los pisos pasan del tercero al quinto, y se trata de evitar los pisos que contengan este número, como el 14 o 24.
Dormir con el ventilador de techo encendido
Si no tienes aire acondicionado, las noches sanjuaninas no son las mismas sin un ventilador al lado, pero en Corea del Sur existe la creencia que dormir en una habitación cerrada con el ventilador encendido podría matarte, por lo que evitan hacerlo.
Silbar en espacios interiores
En Lituania afirman que silbar en espacios interiores podría invocar demonios, quedando en esa habitación para aterrorizar a quienes estén allí, por lo que evitan esta acción.
Comer chicle de noche
Parece un disparate, pero en Turquía los más supersticiosos afirman que es de mal augurio mascar chicle de noche, ya que para ellos las fuerzas malignas podrían estar jugando una mala broma y en vez de mascar chicle podría ser carne de algún fallecido.
Pisar excremento de perro
En Francia esta superstición tiene un doble valor, según el pie con el que se pise excremento. Si al caminar pisas con el pie izquierdo, es augurio de mala suerte, mientras que, si lo haces con el derecho, significa buena fortuna.
Muchas de estas creencias han ido ganando adeptos alrededor del mundo, y hay otras que son más comunes como el espejo roto, abrir un paraguas dentro de una habitación, pasar debajo de una escalera o que se cruce un gato negro en tu camino. Pero no hay que olvidar que son creencias populares, no significa que en realidad tengas mala suerte si te suceden este tipo de cosas.