Con el objetivo de cuidar e impulsar a las producciones frutihortícolas de la provincia, los productores deben realizar tres acciones fundamentales.

Para controlar la mosca de los frutos resulta clave que los productores de San Juan desarrollen su producción realizando acciones de control cultural, químico y trampeo masivo.

Por un lado, el control cultural consiste en realizar la recolección de frutos caídos y del remanente de cosecha con una frecuencia semanal, para su posterior destrucción. Los frutos deben ser enterrados a una profundidad, no menor a 40 centímetros, y cubrirlos con cal viva.

Por otro lado, el control químico implica aplicar tratamientos con productos, como son los insecticidas registrados y específicos para la plaga. El productor debe tener en cuenta la dosis, frecuencia, forma de aplicación, acción residual y tiempos de carencia, de acuerdo con la recomendación que figura en el producto y con la correcta calibración de maquinarias.

Por último, el trampeo masivo radica en colocar en los frutales botellas plásticas que contengan atrayentes alimenticios (por ejemplo: vinagre de vino más agua) o trampas comerciales cebadas con atrayentes específicos para mosca de los frutos.

Con el fin de cuidar e impulsar a las producciones frutihortícolas de la provincia, controlar esta plaga, es fundamental para mejorar la calidad y cantidad de producción en las áreas comprendidas por el Procem. Los productores tienen un rol clave en este sentido y su compromiso con estas tareas de control es muy importante.

A tal fin es que constantemente se brindan capacitaciones a productores y a comunidades educativas. En esta línea, se realizó una charla informativa destinada a productores de vid del departamento Caucete. En esta oportunidad se sumó el Programa Provincial de Lobesia botrana, plaga que ocasiona daños a esta especie frutal.