Una gran experiencia fue la que vivieron dos escuelas calingastinas ubicadas en la zona de influencia de mina Casposo: Fueron mineros por un día gracias a un proyecto integrador que tuvo a la actividad como eje. Así los chicos pudieron conocer sobre la historia de la minería, para qué sirve, cómo se trabaja y las condiciones de seguridad de los trabajadores entre otros aspectos.
Se trata de las escuelas Saturnino Laspiur de Villa Corral, a tan sólo 10 kilómetros de la mina, y la escuela Francisco Javier Muñiz de Sorocayense, cada una con estilos y recursos diferentes a la hora de abordar el tema entre los chicos. En ambos casos el proyecto se adaptó a los diferentes niveles de cada escuela y lo interesante, es que los alumnos pudieron vincular el tema a su propia historia personal, pues en la mayoría de los casos sus papás, abuelos y familiares, trabajan o trabajaron (el caso del sulfato de aluminio o la mina de Bentonita) en la minería. CUYO MINERO tuvo la oportunidad de hablar con docentes de las escuelas, conocer cómo fue la dinámica y las repercusiones en los chicos.
Escuela Saturnino Laspiur – Villa Corral
Bajo el nombre “Jugamos a ser mineros”, en esta escuela el proyecto se trabajó con los niveles Inicial, Primario y Ciclo Básico Secundario Rural (la matrícula del establecimiento es sólo de 18 alumnos), integrando las áreas de Lengua, Matemáticas, Ciencias Sociales y Naturales, Educación Plástica y Educación Física. “Cristina Zimmerman -del área de Relaciones comunitarias de Casposo- nos acercó la idea y como la escuela está muy cerca me pareció interesante hacerlo, comenzamos con el dialogo y luego la investigación, acerca de qué son los minerales y por qué son necesarios para la sociedad, también hablamos de minería sustentable qué es y cuál es su fin”, contó Lorena Michea, directora de la institución.
A través de un video educativo, los chicos debatieron sobre cómo sería una sociedad sin minerales y para la puesta en común se generaron diferentes actividades artísticas y recreativas. Es el caso de Plástica, materia con la que “moldearon” un ingreso a la mina utilizando papel y generando la textura de las piedras, en Nivel Inicial los peques armaron un libro con dibujos hechos por ellos sobre la ropa que debe usar el minero y sus herramientas, mientras que el secundario armó un Power Point informativo partiendo desde lo básico desde qué es un mineral, hacia detalles de la minería a cielo abierto y el medio ambiente.
“Les gustó mucho el cierre con juegos relacionados con la actividad que realiza el minero, como el juego de la carretilla, vestir al minero y un juego obstáculos con carrera de embolsados en donde a los participantes no debía caérseles el casco”, contó la docente.
Dadas las excelentes repercusiones, la directora adelantó que pretenden reiterar el proyecto y en esta ocasión incorporando a las materias Ingles, Agropecuaria y Música.
Escuela Francisco Javier Muñiz – Sorocayense
En esta escuela participó Nivel Inicial, segundo y tercer grado, por el día horario en el que se realizó la experiencia, con la colaboración de las empresas operadoras de Casposo y El Pachón. Casposo aportó diapositivas de la mina subterránea y Cristina Zimmerman fue vestida con la ropa de seguridad que utiliza un minero: Botas, casco con luz y la linterna, entre otros; Pachón por su parte, aportó elementos de cobre y mapas de la zona minera.
Lo interesante en la escuela Muñiz, es que la iniciativa fue impulsada desde el “Club de Amigos de la Biblioteca”, un grupo de chicos de 8 a 14 años que integran un voluntariado coordinado por Rosana Saldivar. Rosana lideró la presentación con un recorrido histórico de la minería con Sarmiento como impulsor de la actividad y las Ruinas de Hilario como ejemplo, que además de haber sido la primera mina que se explotó en el país y por estar en Calingasta, es conocida por los chicos de la zona. “Cuando relatábamos la historia sobre la minería en Calingasta, al pasar diapositivas sobre las Ruinas de Hilario, sobre Castaño Viejo, sobre el Sulfato, para ellos es algo visto, porque pasa por esos lugares sobre la ruta cuando viajan de una localidad a otra. Así se fueron con la idea formada de lo que significan esos lugares en la historia y qué es lo que se hacía allí”, contó Rosana.
La puesta en común fue por parte de los chicos del Club de la Biblioteca, quienes realizaron un mural informativo sobre el tema y además un crucigrama con la palabra “Minería” como eje, todo con consignas elaboradas por ellos luego de una investigación. Dados los resultados, también se piensa repetir otra intervención de este tipo vinculada a la minería en lo que resta del año.