Parece muy difícil de entender, pero es muy sencillo de explicar. La empresa Minera Andes recientemente comunicó que pretende convertir el proyecto de cobre calingastino Los Azules en una nueva compañía minera con cotización en el mercado. Esto implica separarlo de los demás proyectos que la compañía posee en el país. “Cuando se tiene tres negocios y dos van mal y uno va bien, a ese que va bien y es confiable, debemos separarlo de los que van mal. De esta manera viendo que un negocio anda bien, seguro vamos a obtener préstamos, financiación y ganancias. Pero si no los separás de los que van mal, se produce desconfianza incluso en el proyecto que va bien”, explicó Jaime Bergé, vicepresidente de la Cámara Minera de San Juan y titular de BTZ Minera. Y continuó: “Claramente la intención de la compañía es hacer dinero rápido. Por eso trata de individualizar cada proyecto que posee en el país”.
Por su parte, la compañía dijo que la iniciativa le permitirá liberar el valor de Los Azules y concentrarse en desarrollar su proyecto San José, localizado cerca del proyecto Cerro Negro en la provincia de Santa Cruz. Este fue recientemente adquirido por la compañía Goldcorp por más de 3.400 millones de dólares.
La mayor parte de la actividad minera mundial se financia con los recursos provenientes de las bolsas de valores. Entre las más conocidas y habituales se encuentran las de Toronto y Nueva York. Cuando una compañía anuncia la creación de una empresa específica con cotización en bolsa en base de un yacimiento minero en particular, significa que decide buscar recursos específicos para avanzar en el desarrollo del yacimiento.
“Que se tome esta decisión de parte de Minera Andes es un muy buen síntoma de que ese yacimiento tiene un valor y una magnitud que justifica la creación de una captación de recursos para su desarrollo”, dijo Alejandro Flores, por parte del área Comunicaciones del Ministerio de Minería de San Juan.
Este tipo de operaciones bursátiles como la que intenta llevar a cabo Minera Andes tiene severos mecanismos de control en las bolsas, respaldada por información muy completa y concreta sobre el valor real del objeto que genera la creación de este tipo de empresas, específicamente para interesar a los inversores internacionales.
“Actualmente existen cinco máquinas trabajando en tareas de exploración en el yacimiento ubicado en Calingasta. Y sobre la constitución de la compañía sólo puedo decir que se encuentra en trámite. Pero son decisiones que se toman en Canadá y de acuerdo a las reglas vigentes del mercado”, explicó Jorge Vargas, encargado de propiedad de mina de la empresa Minera Andes.
Las compañías mineras internacionales no poseen dinero efectivo en el bolsillo. Por lo tanto necesitan asegurar un determinado proyecto para obtener financiación. “Ellas van generando proyectos y consiguen plata por la cotización en la bolsa dependiendo de la confiablidad del proyecto. Es una manera de conseguir dinero lo más rápido posible y de la manera más fácil”, dijo Bergé.
La compañía Minera Andes está dirigida por Rob McEwen, fundador y ex presidente de Goldcorp, la segunda mayor minera de oro del mundo en capitalización de mercado. McEwen, quien también dirige otras compañías mineras menores, posee en su haber el 31 por ciento de las acciones de Minera Andes.
