Con la simpleza que la caracteriza, Leonela Yúdica llegó al predio de Chimbas, solamente con sus guantes de box. Solo este implemento le hacía falta para presentarse ante un grupo de interesados que fue a escucharla hace apenas unos días: chicos de entre 12 y 24 años, aunque ante la convocatoria del Centro de Prevención Local de Adicciones, el Cepla "Somos Uno” de Chimbas, hubo gente más grande y algunos más chiquitos que no quisieron perderse ni un minuto de la charla de la Campeona Mundial.

La deportista de 26 años se prestó a contar y demostrar cómo son sus entrenamientos y todo lo que ha "ganado” dentro y fuera del ring, como parte de la estrategia de este ente dependiente del Sedronar -el organismo nacional que dirige el sacerdote Juan Carlos Molina- que se ha propuesto prevenir las adicciones a las drogas y el alcohol, entre otros problemas que aquejan a los adolescentes, dándoles opciones concretas a quienes hasta allí llegan. En este espacio, en el que la participación es libre y voluntaria, se hacen diferentes actividades deportivas, sociales y culturales para demostrarle a los más jóvenes que se puede tener un futuro mejor. Que solo basta forjárselo, tomar decisiones y trabajar para conseguirlo. Leonela es un buen ejemplo, aunque ella no se lo crea.

"Me invitaron y no me pude resistir. Yo solo les conté mi historia y algunos secretos del boxeo. Claro que no soy un ejemplo, pero sí una luchadora. Y los chicos me hicieron miles de preguntas y yo escuché sus historias. Fue muy lindo”, resume la experiencia a la que quiere seguir aportando sus conocimientos. Si bien los chicos a partir de su clínica comenzaron a tener clases de boxeo con un tallerista -además de practicar allí otros deportes como fútbol, volley, básquet- ella estaría encantada con poder combinar esta tarea con su veta solidaria y sus entrenamientos diarios de cinco horas.

"Es una buena forma de ayudar a los demás y de alejarlos de las tentaciones que pueden perjudicarlos. Es que el boxeo como cualquier otro deporte obligan a que uno dedique tiempo y mucha energía a entrenar y le reste tiempo a la oferta de distracciones y adicciones que hay en la calle por ejemplo. Yo les explicaba que llegué a ser Campeona del Mundo a fuerza de mucha disciplina, dedicación y responsabilidad. De otro modo, no hubiese alcanzado este título que me hace tan feliz a mí y a los que me rodean”, dice sin miramientos quien logró eclipsar a su eventual público, los que la recibieron con carteles y le pidieron autógrafos, como a las grandes estrellas.

Leonela no fue sola a la cita. La acompañó su tío, Daniel Alcaraz, quien además es su puntual en su carrera deportiva: es su entrenador y con quien, de chica, siempre veía peleas en la tele. Con los años fue quien más la incentivó con que probara "calzándose los guantes”. Él, un experto en el metié por ser exboxeador, le tenía fe desde un comienzo y le veía futuro a esta sobrina a la que nunca le faltaron agallas, aunque nobleza obliga decirlo, tampoco femineidad y parsimonia. Bastó la propuesta para que se animara a concurrir al gimnasio del Club Ladini donde dio sus primeros golpes a la bolsa. A partir de entonces nunca más dejó de practicar. Así llegó su primer pelea a los 4 meses de iniciarse, en San Luis. Después un cambio de club, al Mocoroa y una carrera en ascenso. Inclusive el sueño de estos días: enfrentarse en los meses de junio o julio en San Juan con su próxima contrincante, para defender el título.

Cosas del destino

Leonela que tuvo que responder a los chicos sobre cuando empezó a boxear, cómo fue que siendo mujer se animó a entrar a un ring, que siente cada vez que pelea, cómo llegó a ser Campeona del Mundo e inclusive si le dolían los golpes que recibía; fue la elegida por los integrantes del Cepla muchas razones: es vecina de Chimbas y demostró con los hechos cómo se puede llegar a cumplir objetivos. Por más lejos y complicados que sean.

Pero Leonela no fue la única. En febrero pasado, le tocó el turno a Nahuel Tello, otro chimbero que brilla, en este caso en las canchas de basquet del equipo Petroleros Argentinos en la provincia de Neuquén. En un alto en los partidos y en medio de sus vacaciones en San Juan, no quiso perderse la oportunidad de hablarle a los chicos, algunos inclusive de su edad.

"Nuestro objetivo es mostrarles a los chicos que se puede tener un destino mejor, que uno hace su propio proyecto de vida. Y qué mejor que buscar figuras destacadas que sean sus vecinos, gente que ven caminar por la calle que ostenta títulos mundiales. Es una forma inteligente para decirles que no les conviene estar en calle a merced de las drogas o el alcohol, claro que se dan cuenta ellos mismos”, explica Néstor López, el psicólogo y docente que dirige el Cepla de Chimbas, donde el deporte es uno de los puntales en la prevención ya que implica la puesta en práctica de disciplinas y normativas para cumplir con las reglas del juego, igual que la vida misma.

De hecho, un punto clave en la charla de la boxeadora fue cuando detalló sus comienzos con 19 años, una edad en la que todos piensan en las salidas de los sábados. Pero ella, que hasta ese momento ni se le había ocurrido incursionar en este deporte, en cambio, solo se concentraba en los entrenamientos. "Yo tuve que dejar muchas cosas de lado como privarme de salir a bailar. Ya ni me acuerdo cuándo fue la última vez que fui a un boliche. Yo no tomo ni fumo. Son elecciones y caminos que uno toma en la vida”, dice esta verdadera maestra, título que se ha ganado no sólo en el ring sino en la profesión, ya que en el 2013 se recibió de docente de rama Primaria. Y ahora tendrá un rol más: dentro de poco será nombrada la madrina del Cepla de Chimbas.