Nuevas perspectivas en las posibilidades mineras de San Juan y esta vez desde las arenas de fractura o “fracking”, las arenas silíceas utilizadas en la recuperación de hidrocarburos.
Mario Villafañe (prospector) es quien lleva adelante este proyecto que dará el puntapié inicial para la provincia en la provisión de estas arenas en los procesos de fracking del Sur argentino.
Todo inició en 2014 cuando Mario Villafañe prospectando la región por minerales metalíferos, reconoce las características distintivas de las arenas silíceas en un área de Altos del Colorado, zona cercana al límite entre los departamentos de Ullum e Iglesia, y solicita ante el Ministerio de Minería local, un cateo para minerales de 1ra y 2da categoría.
Luego de analizar en detalle las características de las arenas silíceas, comprueba que las arenas son aptas para la fracturación hidráulica como elemento de sostén, pasando las normas pertinentes (ISO y API).
En el 2018 Villafañe -el concesionario- denuncia una “Mina de arenas silíceas” bajo Expte 1124.337-V-2018 con el objeto de explotarlas a nivel industrial con la asistencia de inversores locales e internacionales.
“Los estudios se hicieron en el Instituto de Investigaciones Mineras de la UNSJ, donde se pudo comprobar que las características de estas arenas las hacían viables para fracking, es decir, tienen que ser duras para la compresión y poder actuar a profundidad sobre el cuerpo donde está contenido el hidrocarburo para que se libere”, explicó Villafañe.
Las particularidades a las que hace mención la fuente, tienen que ver con el tamaño y distribución granulométrica de las partículas, la esfericidad y redondez en su forma, su resistencia a los ácidos y solubilidad entre otros.
En este marco, la proyección de estos socios es la instalación de una planta de procesamiento en San Martín, para la limpieza y clasificación de las arenas en la provincia, con la consecuente generación de mano de obra local. El objetivo será captar el mercado de la provisión de arenas de sostén en la cuenca neuquina de Vaca Muerta, el insumo básico para la explotación de yacimientos no convencionales como shale oil o shale gas. Entre Ríos, Catamarca y Salta son las actuales provincias proveedoras para un mercado que en 2020 necesitará 2.5 millones de toneladas para desarrollar los pozos mediante fracking, según datos oficiales aportados por Villafañe.
La ubicación geográfica será una ventaja competitiva para San Juan, que tendrá una distancia de provisión más directa y por tanto la consecuente reducción en los costos de transporte y logística para las empresas.
¿Qué son las arenas de fracking?
También conocidas como arenas de sostén, son arenas especiales que cumplen un rol clave en la técnica del fracking. Ésta consiste en la fractura hidráulica de rocas a gran profundidad, mediante la inyección a alta presión de una mezcla de agua (95%), productos químicos (0,5 %) y las arenas de sostén (4,5 %). La presión del agua es la que rompe la roca, y la arena ingresa en esos microcanales para mantener la porosidad y permitir la extracción hacia la boca del pozo. De allí a que sea tan importante su dureza o resistencia mayor a la de la arena común, ya que la perforación es a gran profundidad y en paralelo se le está derrumbando todo el peso de la roca encima.
La roca que contiene al hidrocarburo no convencional es conocida como roca de esquisto, una formación sedimentaria que contiene que contiene gas y petróleo (shale gas y shale/tigh oil) y la Argentina tiene un gran potencial de este tipo de recursos. La característica definitoria del shale es que no tiene la suficiente permeabilidad para que el petróleo y el gas puedan ser extraídos con los métodos convencionales, lo cual hace necesario la aplicación de procesos como los del fracking.
El Dato
Los recursos del shale son conocidos desde principios del siglo XX, pero hasta hace algunas décadas no existía la tecnología para extraerlos. El shale ha producido un cambio de paradigma en la producción mundial de hidrocarburos y en los mercados energéticos, ya que EE.UU., el mayor consumidor mundial de energía, dejará de ser importador de gas en pocos años gracias al aumento de su producción proveniente de los recursos del shale. El shale también producirá un gran cambio en la Argentina, ya que cuenta con enormes recursos técnicamente recuperables, los cuales alcanzan los 802 billones de pies cúbicos, ubicándose como la segunda potencia de estos recursos, detrás de China, según datos de YPF.