Como una planta que va dando sus frutos, la carrera de Ingeniería Agronómica ya comenzó a ver florecer sus primeras raíces. Esta fue una de las últimas incorporaciones de grado creadas en el ámbito de la Universidad Nacional de San Juan, más precisamente en el 2005 y a esta altura de las circunstancias ya egresaron 9 profesionales, mientras que hay 6 alumnos en condiciones de rendir sus trabajos finales y con ello, acceder a un título universitario fundamental para el presente económico de la provincia y el desarrollo de industrias madre como lo son la vitivinicultura, la olivicultura y la fruticultura.
Tal es la demanda de alumnos interesados en esta carrera (este año ingresaron, según los registros de las actuales autoridades, más de 100 estudiantes) pero también del sector (dicen en el ámbito académico que pese a la dura realidad que atraviesa el campo, el 80% de los estudiantes avanzados y la totalidad de los egresados tiene propuestas concretas de trabajo tanto a nivel privado como público) que en los claustros empezaron a soñar con que esta asignatura sea artífice de otras vinculadas al sector agrícola-ganadero, a tal punto que para festejar este Día del Ingeniero Agrónomo -celebración que acontecerá mañana lunes 6 de agosto- adelantaron una primicia: quieren crear la Facultad de Ciencias Agrarias para contener no sólo la carrera que actualmente se dicta, sino además para dar cabida a otras como Veterinaria, Paisajismo (una especialización que permite a los profesionales planificar y diseñar espacios abiertos), Turismo Rural e inclusive Técnicas de Riego y Recursos no Renovables, etc. Todavía no se ha definido pero la idea es que algunas de ellas tengan un cursado de 5 años pero que otras sean tecnicaturas. Eso sí, cada concepto que se dicte responderá a los principios ruralistas, según adelantaron la ingeniera civil Estela Polegritti y la licenciada en Biología Mónica Ruiz, flamantes jefa y subjefa del departamento de Ingeniería Agronómica y dueñas de la idea del gen de una nueva facultad para San Juan.
Tal propuesta será elevada recién esta semana tanto para la consideración de todos los docentes de la carrera como para los profesionales del INTA (los verdaderos socios del proyecto ya que no solo están comprometidos en lo formal, sino que los estudios se cursan en un edificio y en las 84 hectáreas que cultiva la entidad nacional en su sede de la Estación Experimental de Pocito, entre otras acciones comunes) pero también a quienes conforman el Consejo Local del INTA, que reúne a las asociaciones y entidades de productores.
Este es apenas el primer paso de una larga carrera que seguirá con conseguir el apoyo dentro del Consejo Directivo de la Facultad de Ingeniería y luego en el Consejo Superior, el máximo órgano de toma de decisiones dentro de la universidad para luego llegar a instancias nacionales.
"Consideramos que esta rama de los conocimientos no tiene techo y hay mucho terreno por crecer e investigar. Estas carreras tienen presente y tienen mucho futuro, ya que el egresado tiene posibilidades de ser investigador, de encarar su propio emprendimiento de campo, de asesorar al Estado en todos sus estamentos o de encontrar trabajo en una finca de un privado. Los profesionales además nunca terminan de estudiar, permanentemente siguen formándose.Y allí es donde queremos apuntar. Tenemos lo fundamental: eventuales interesados que no dejan de consultar y elevar propuestas, además de un cuerpo de docentes con saberes suficientes como para responder al requerimiento de nuevas tecnicaturas y carreras universitarias que puedan implementarse. Terreno sobra, el INTA está dispuesto a acompañarnos ”, justifica la propuesta, Polegritti, quien está convencida que su idea "crecerá y florecerá”.
Visión de futuro
Cuentan que en la década del "80 hubo intenciones por darle forma a un ámbito de estudio universitario vinculado al campo. Finalmente no resultó y las pretensiones se esfumaron. Entonces a los sanjuaninos que aspiraban a convertirse en Agrónomos no les quedaba otra opción que irse a estudiar a Mendoza, a Córdoba o Buenos Aires, inclusive seguían capacitándose en México o Israel.
"Algunos años después del boom de los diferimientos impositivos que se instalaron en la provincia en la década del "90 y con la demanda real de profesionales que debían capacitarse fuera de la provincia para responder a estos requerimientos, recién tomamos conciencia de la necesidad de crear una carrera de Agronomía. Pero esto sucedió recién a mediados del 2000. El objetivo con que nació la carrera en San Juan fue poder adecuar todos los conocimientos con la realidad local y generar un a relación de extensión rural entre el profesional con las organizaciones de los productores, siempre con un gran compromiso. A esto se sumaba la meta vigente de enseñar a optimizar el uso de nuestros recursos ya que en San Juan solo es cultivable del 2 al 3 por ciento del territorio por la falta de agua, a transmitirle a los alumnos conceptos para intentar mejorar la rentabilidad de los principales cultivos de la provincia, desde la vid, el olivo, la horticultura, los frutales, las plantas forrajeras, las semillas pero a su vez a incentivar a los futuros colegas a que entre todos busquemos la manera de ampliar las zonas agrícolas”, detalla el ingeniero Juan Manuel Raigón que no solo es profesor de la carrera sino además es jefe de la Agencia Extensión Rural San Martín del INTA.
Con esas premisas se diseño una carrera que tuvo en cuenta las alternativas tecnológicas que requiere la región, el embalse de un único río que obliga al uso de riego no tradicional, el desarrollo y la diversificación de cultivos, los problemas que aparecen en las más de 100 hectáreas cultivadas en todo el territorio provincial, entre otros ítems que son parte de las materias.
"El primer año se inscribieron más de 300 alumnos. Hoy tenemos cursando a 250 alumnos, quienes reciben los conocimientos de la mano de profesores que en un 75% son sanjuaninos y por ende conocen la realidad del campo local. Creemos que carreras de este tipo, que forman profesionales con una visión del lugar donde viven, que reciben el aporte de la experiencia de los ingenieros del INTA y los conocimientos de los profesores de la UNSJ, estamos haciendo un aporte a la realidad de San Juan ”, agregan las autoridades y profesores.

