Para estas vacaciones de invierno, el grupo Andamio de Ideas -invitado por la Fundación OSDE y el Museo Provincial de Bellas Artes Franklin Rawson- compartirá su secreto para hacer divertir y hacer pasar un buen momento a los más chicos de la casa. Claro que no se trata de una opción común y corriente. Todo lo contrario. Ellos apelan, en un mundo infantil dominado por la play station, los juegos virtuales y las miniseries de televisión, a una fórmula diferente: los clásicos de la ópera, el clown, el teatro y la sorpresa, ya que entienden que son una fuente inagotable de entretenimiento y dan un abanico enorme para investigar, buscar, pensar y encontrar lo que ellos mismos llaman, "ese algo más” en un espectáculo.
Con estas premisas, Sergio Saposnic, uno de los directores de Andamio de Ideas, adelanta algunas claves de la propuesta que se presentará el próximo viernes 17 de julio, con entrada libre y gratuita. Para entusiasmarse e ir reservando las entradas.
¿Qué es Andamio de Ideas: un grupo de artistas o mucho más?
Los que afluimos en Andamio de Ideas venimos y transitamos -entre otros senderos y lugares- por la Pedagogía, el Teatro, la Educación no Formal y la Recreación. Cuando conformamos el grupo imaginamos un espacio en dónde crear oportunidades y alternativas interesantes y divertidas para que niños y jóvenes pudieran pasarlo bien y algo más…
Y ¿qué es ese algo más?
Nosotros queremos que todos los que participen en nuestras actividades se sientan invitados a ¿pensar?, a ¿tener ganas de buscar? Todo eso y más…o, al menos, a descubrir alguna de esas sensaciones. Tenemos la convicción de que ninguna de estas aspiraciones es posible -ni se justificaría- si no hubiera previamente un buen rato, un divertirse, un sentirse bien tratados y para lograrlo privilegiamos y cuidamos el arte como escenario y como recurso, alejándonos de esta manera de aquellos que producen "obras didácticas”, "para enseñar”, "entretener”, etc. Creemos que el lugar o la invitación a la que vienen los niños y jóvenes debe ser tan buena como para aspirar a ese "algo más”, no que ese "algo más” justifique resignar el valor -por ejemplo artístico- de la propuesta que lo contextúa.
¿Cómo se hace para entretener a los chicos de hoy tan coaptados por la tecnología y los productos de la televisión?
Es cierto que los tiempos cambiaron y que los intereses de los chicos están ligados en muchos casos a las propuestas relacionadas con la tecnología y la tele. No obstante, no son tan distintos a los que fuimos en tiempos pretéritos. Hay mucho prejuicio que nace del miedo de los mayores a lo desconocido y a las propias limitaciones con lo tecnológico. Eso no nos deja ver las semejanzas que hay entre las distintas generaciones; lo que hay de común. Los chicos responden según como se los organiza y si nos obsesionamos con la idea de que lo viejo ya fue; difícilmente lo valoren. Pero lo cierto es que quienes no lo valoramos somos nosotros y así lo transmitimos.
¿Qué los divierte, según tu visión?
Muchos mayores se sorprenden al ver con qué se divierten los chicos porque no se diferencia tanto de otros tiempos. Claro que la play y los juegos en la computadora ocupan un lugar importante y y también los juegos en red y eso desde ya termina condicionando el modo de relacionarse pero no se trata de idealizar los juegos infantiles de otros tiempos. Los chicos disfrutan también viendo una obra teatral, una película, leyendo un libro, jugando a la pelota y a la mancha. Como antes, como siempre.
¿Cómo es proponerles entrar al mundo de la ópera, un mundo tan alejado de grandes y chicos? ¿Qué les pasa a los chicos cuando los invitan a disfrutar de los clásicos de la música lírica y de la literatura?
La ópera se parece al cine porque en ella confluyen todas las artes: la música, la literatura, las artes visuales, el teatro y los chicos aceptan la convivencia de las distintas disciplinas con facilidad y gusto. El "linkeo” entre distintos planos, tan natural entre las nuevas generaciones como forma de conocer; teniendo como puente a los gags y la sonrisa es el modo que ofrecemos a los chicos para que disfruten. Solo puedo decir que se sorprenderán viendo la respuesta de los chicos en el espectáculo, como lo hacemos nosotros cada vez que nos presentamos.
Nosotros partimos de los clásicos y mágicamente se da que con ellos logramos promover la lectura, generamos ganas de saber de qué se trata este género hablamos de valores, sensibilizamos e inspiramos alternativas concretas en que la ficción puede fomentar la curiosidad.

