Desde naturalezas muertas hasta deportistas en acción, parejas y personajes (próceres incluidos) o pájaros en pleno vuelo. Todas esas imágenes que alguna vez vio en revistas y el diario, Elías Pósleman se las ingenió para convertirlas en las temáticas de 70 cuadros que, lejos de decorar las paredes de su casa, se convertirán en unos días más en patrimonio de 7 entidades solidarias. La idea del artista autodidacta es que el destino de esos cuadros sea el que los integrantes de cada grupo decida para lógicamente recaudar fondos para sus acciones en beneficio de los que menos tienen.

Arena (Asociación de Ayuda al Recién Nacido), Cordic (Consejo para la Recuperación del Incapacitado Cardíaco), Fundamé (Fundación María Echenique que da contención a niños que padecen cáncer y sus familias), Irina (Instituto de Recuperación del Niño Aislado, asiste a niños y jóvenes con Trastornos Generalizados del Desarrollo), Lalcec (Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer), Sahni (Sociedad Amigos del Hospital de Niños) y la Liga de Madres de la Merced son las instituciones elegidas por el propio autor de los cuadros para ser destinatarias de su ayuda.

"Conozco la labor que hace cada una de las organizaciones elegidas por eso quiero contribuir desde mi humilde lugar. Sus dirigentes podrán vender, subastar, hacer rifas con mis cuadros. Ojalá les sirva para recaudar fondos que aporten a sus loables tareas”, explica Pósleman sobre el objetivo de su donación masiva, la que tendrá lugar esta semana, luego de unos días de exposición de los cuadros para sus familiares y amigos.

Si bien los cuadros son el pasatiempo para este hombre ya jubilado, también son la excusa para estar activo y para dedicarse con empeño en todos sus detalles. Nunca estudió artes, salvo lo que aprendió en la educación formal con la que obtuvo el título de maestro normal. De hecho hasta se podría decir que con una técnica rudimentaria logró cada cuadro: a partir de una base de madera terciada teñida de negro y con las siluetas recortadas en cartulina satinada y adheridas con pegamento, trabajo que se termina con un prensado casero. Tardó más de un año para completar todas las placas. Y va por más, porque ahora tiene como proyecto, hacer otra tanda de cuadros para donar.

Ya es usual que el ingeniero Elías Pósleman haga este tipo de acciones benefactoras. Todo empezó cuando tomó la decisión junto a su esposa de contribuir a la sociedad con lo que pudiese, como ser regalar la recaudación por la venta de sus últimos 2 libros (ya va por su publicación número 13) y concurrir a todo evento que tenga una finalidad solidaria. "No soy millonario. Tengo poco y nada, pero creo que lo mejor que puede pasarnos a las personas es compartir con los demás. Por eso hago este tipo de actividades que más que satisfacerme a mí son un homenaje a todas las entidades que hacen tanto por los sanjuaninos”, dice este hombre, ejemplo para muchos.