Ama el fútbol no porque lo juegue, pero sí por lo que aporta a su vida. Vive a media cuadra del Club Sportivo Andacollo de Tamberías, en Jáchal, donde pasa gran parte de su tiempo. Podrían tildarla de fanática, pero es más que eso, Celina Muñoz es la mujer de los sueños del club.
Como presidenta del Sportivo desde hace tres años y liderando una comisión integrada por mujeres, motorizó la reconstrucción de una institución que no recibía modificaciones desde su creación en 1932. La estructura de adobe se caía a pedazos y las rifas y eventosrealizados a beneficio resultaban insuficientes. También tres años atrás hubo un acto en el centro de Jáchal, no recuerda la razón pero sí que fue la oportunidad de acercar una carta a Alberto Hensel, el ministro de Minería local. Ya lo había hecho con otros dirigentes y miembros de instituciones, nunca le habían contestado, pero con intentar no perdía nada.
La respuesta llegaría una semana después, cuando el propio Hensel se comunicó a una Celina sorprendida: el ministro la llamaba por teléfono para conocer el club.
“No me creían, estaba con las mujeres del club y les decía que era el ministro y no me creían. Después de su visita me citó a los quince días en su despacho en San Juan y no me voy a olvidar jamás cuando me dijo que no me iba a ayudar, sino que lo iba a reconstruir desde cero”, recordó emocionada.
Hoy el Sportivo Andacollo está en marcha. Desde hace tres meses una constructora “de la ciudad” trabaja en las obras, de las que también participan jugadores y algunos otros miembros de la comunidad.
El club que otrora era el espacio de casamientos, velorios y bautismos, ahora les brinda también una oportunidad laboral. El proyecto total tiene un costo de $27.826.780 para la mejora integral de las instalaciones, además del pago de honorarios profesionales a encargados del estudio, proyecto y cálculo.
En una primera etapa, con $11 millones provenientes de la actividad minera, se construye el SUM y los sanitarios. “Al SUM hay que ponerle el techo, faltan tareas de plomería y electricidad, todo está en proceso porque el lugar estaba tan deteriorado que hubo que tirar lo que quedaba de la sede”, explicó la protagonista.
Al igual que su esposo, Celina Muñoz es jachallera. Cuenta que sus inicios en el club comenzaron a partir del trabajo de su esposo. Gendarme él, le tocó estar en Mendoza y Celina se quedó con sus hijos en Jáchal. En ese tiempo y por acompañar al club a uno de sus hijos, comenzó a involucrarse con sus necesidades. Ingresó a la comisión como integrante y armó una comisión de apoyo conformada por mujeres. Meses después en una asamblea, el grupo de mujeres fue elegido como comisión directiva, bajo el beneplácito de los hombres y jugadores del club.
“Somos una familia y las mujeres somos el sostén de las familias en distintos sentidos, en el club juegan nuestros hijos, esposos o nietos y como mujeres vamos a hacer lo que podamos para que estén bien”, expresó.
Hoy las expectativas de esta mujer se concentran en diciembre, la “fecha clave” le dice. No es una fecha cualquiera, es la de un sueño, la reinauguración del club de sus amores.
El Dato
Al Club Sportivo Andacollo asisten más de 100 chicos de entre 6 y 18 años, entre varones y mujeres. Ellos integran las inferiores con cuatro divisiones, equipo de fútbol femenino y chicos de Primera. Asentado en calle Eugenio Flores S/N, Tamberías, queda a 5 kilómetros de la villa cabecera.