Compartir este tipo de actividades es beneficioso para el niño y su desarrollo. Pero lo cierto es que con la vertiginosa vida que llevamos, algunos les dedican poco tiempo a sus hijos. Es común que los adultos entre el trabajo, las tareas de casa y el cansancio no encuentren esos huecos para el juego, la distracción o simplemente una cordial charla sobre un tema si es que la edad lo permite.
Se escucha a menudo que es mejor la calidad que la cantidad, bien con sólo 10 a 15 minutos diarios podrían ser suficientes, así opinan los expertos. Realizar este tipo de actividades trae beneficios a la hora de adquirir valores y de educar con empatía y tolerancia a la frustración. Asimismo, es bueno para fomentar la creatividad, la imaginación y fortalecer la interacción. El juego nos ayuda a conocer a nuestros hijos, a saber cómo son de verdad. Nos permite observar qué emociones tiene nuestro hijo. Pero además, hay que respetar su espacio y que tengan sus momentos para jugar solos, sobre todo a corta edad, esto ayuda a su creatividad y desarrollo. Es bueno la presencia de los padres en esos momentos ya que los pequeños se sienten más seguros y protegidos. Aunque los niños juegan y aprenden en la escuela, en casa debemos seguir con ese aprendizaje y esa diversión. Si lo hacemos junto a ellos, se sentirán más realizados. El juego es una buena manera de aprender. Por ello, te traemos juegos para hacer en casa manualmente y que, además de divertirle, le van a ayudar con su aprendizaje y desarrollo.
Manos a la obra
Para crear lazos y que tengan una infancia feliz los juegos caseros que impliquen construir cosas, sean manualidades o simplemente sean juegos tradicionales como el escondite" o el "pilla pilla", en cambio si optamos por las manualidades estaremos acertando de pleno, ya que son perfectas para estimular los sentidos de los niños: les ayudan a trabajar y a mejorar la concentración, a desarrollar su creatividad e imaginación y son buenos ejercicios para trabajar la habilidad y la destreza. Los juegos que te proponemos a continuación son económicos, sencillos de hacer y permitirán a los niños aprender formas, colores, números y operaciones matemáticas, entre otras cosas.

Una forma nueva de jugar a la pelota
Elige unas cuantas bolas blancas o de ping pong y un tubo de cartón por cada letra del abecedario. Escribe una letra del abecedario en cada bola y luego haz lo mismo con cada tubo. Comienza a jugar con tu niño: tú dirás una letra y él tendrá que escucharla (para practicar el fonema) y meter la bola en su correspondiente tubo.

Pescando peces
Un juego mítico que podrás hacer, simplemente, usando imanes y clips de metal y con el que tu hijos estarán entretenidos y aprenderán a contar. Para poder hacerlo necesitarás: fieltros de diferentes colores, un cordón (que será el hilo de pescar), un palo para cada jugador, clips de metal, imanes tipo botón, una plantilla con forma de pez, tijeras e hilo y aguja de bordar. Dibuja los peces en el fieltro y recórtalos. Con el fin de que los niños no estén en contacto directo con el imán, haz una pequeña bolsita de fieltro con la forma y mételo dentro. A continuación átalo al palo con el hilo y ya tendrás la caña de pescar y el cebo. Para acabar, engancha un clip a cada pez ya ¡a jugar!

Un juego para aprender matemáticas
Lo más simple y didáctico del mundo. Dibuja un número del 1 al 20 en cada tapón y elige tres: uno para el símbolo de suma, otro para resta y otro para igual. Ahora empieza a hacer combinaciones y que aprenda por un buen rato. También podrás hacer competiciones entre amigos para ver quién consigue más.

¡Alimenta al monstruo!
Un pequeño monstruo de las galletas ha llegado a tu casa para comerse todas las que vea. Para realizar este juego necesitarás: una caja de cartón, una plantilla del monstruo de las galletas y pequeños círculos de cartón para dibujar las galletas.
Pega la cabeza del monstruo de las galletas en la caja y haz una gran ranura en la boca (para que pasen las galletas). Ahora pinta los círculos en forma de galleta y empieza a lanzarlas. ¿Cuántas se comerá?
