Realmente es un sueño para todos y en especial para un niño, abrir el regalo y encontrarse con un animalito pequeño. A parte de ser inesperado tiene una serie de ventajas su elección, siempre y cuando los padres estén de acuerdo en la llegada del nuevo integrante al hogar. Antes de decidirte, debes meditar algunas cuestiones: si tu hogar es adecuado para el animal, el tiempo del que dispones para estar con él, el dinero que supone su mantenimiento, etc. Si finalmente decides hacer este tipo de regalo, la duda pasa a ser cuál escoger. Lo mejor es consultar primero con el pediatra y luego con profesionales de tiendas de animales y/o veterinarios. Hay una gran variedad pare elegir: perros, gatos, peces, tortugas, pájaros, hámster, conejos, loros, hurones, etc. Antes de la elección siempre sabrás el gusto de tu niño ya que no solo es el gasto sino también la responsabilidad que implican por la seguridad de los hijos.
Sin embargo, lo que muchos desconocen es que tener la mascota adecuada en casa puede ser muy beneficioso para el desarrollo de los pequeños. No solo constituye una compañía ideal sino también los ayuda en el desarrollo del infante. En este sentido, y para comprender mejor esa unión, la Universidad de Cambridge realizó un nuevo estudio a través del cual se evidenció que los animales domésticos pueden influir enormemente en el desarrollo infantil y tener un efecto positivo en las destrezas sociales y el bienestar emocional de los niños. "Toda persona que haya amado a una mascota durante la infancia sabe que brindan compañía y confianza, tal como sucede con las relaciones humanas’, dijo Matt Cassels, investigador principal del estudio.
Las mascotas, sea cual sea el animal del que se trate, siempre renuevan la energía de un hogar y acompañan, incluso a la persona más solitaria, con su simple presencia. En el caso especial de los niños, se constituye como una compañía única, no equiparable con la de sus padres, sus amigos o sus hermanos. La mayoría de los pequeños se desespera por interactuar con animales y, quienes tienen uno en casa, esperan a llegar para poder verlo, acariciarlo y jugar. Los beneficios son muchos, pero entre los principales es que colabora en el estimulo de los sentidos, desarrolla su empatía y su sentido de responsabilidad, consolida su autoestima y mejora su estado de ánimo.
El momento propicio
Lo ideal para la llegada al hogar es después de que los niños cumplan los 3 años. En este momento ya serán capaces de ocuparse de algunas tareas del cuidado del animal, como ponerles la comida o recoger la zona donde duerme. Además, serán más responsables y se preocuparán por el bienestar de su animalito ya que a partir de esta edad son capaces de distinguir los comportamientos que pueden dañar al animal de los que les resultan gratificantes. No obstante, si el hecho es que sea plenamente consciente se puede esperar hasta que cumpla los 5 o 6 años.
¿Cuál es la mascota ideal?
Todos los animales no son seguros para los más pequeños y existen algunos que son más difíciles de domesticar que otros. Lo ideal es una mascota dócil y manejable con la que el niño se pueda relacionar sin problemas.
1- Perros
Como dice el refrán "No es casualidad que el perro sea el mejor amigo del hombre’. Su relación espontánea, su cariño y lealtad son las mejores virtudes de estos y una buena garantía para acogerlos y tenerlos en el hogar. Los niños los adoran y además son muy sociables, fáciles de adiestrar y pueden aprender trucos con rapidez, algo que los pequeños adorarán. Lo ideal es que elijas un perro grande ya que las razas pequeñas suelen ser más débiles y huyen de los niños por temor a que les hagan daño. Asimismo, se recomienda que se trate de un perro hembra ya que suelen ser más pacientes y sociables.
2 – Gatos
Estos animalitos suelen ser más independientes que los perros pero esto no significa que no sean cariñosos y que no busquen la compañía de sus dueños. Eso sí, requieren un tratamiento más cuidadoso ya que no les gusta que invadan su espacio y pueden arañar ocasionalmente a sus dueños si se sienten agredidos. Pero en sentido general, suelen ser muy buenas mascotas, sobre todo porque no requieren tantos cuidados y atenciones como los perros. Al igual que sucede con los canes, se recomienda apostar por gatos hembras que suelen ser más dóciles y pasan más tiempo en casa.
3 – Conejos
Son menos habituales como compañía pero muchos los prefieren. No son tan expresivos como los gatos y perros pero saben cómo relacionarse con las personas y también pueden llegar a ser muy cariñosos, de hecho, adoran que los acaricien y que los tomen en brazos con frecuencia. Además, requieren muy poco espacio y cuidados por lo que no implican una gran responsabilidad. Necesitan salir a correr al aire libre al menos una vez al día, una tarea que se le puede encargar al niño.
4 – Peces
Son los que menos cuidados requieren, fáciles de cuidar, mantener y alimentar. Además son entretenidos y vistosos por la variedad de colores. Lo cierto es que no son expresivos como el resto de las mascotas. Hay que acompañarlos en la tarea de limpieza de la pecera. Un dato para tener en cuenta es que la vida de estos es muy corta y su muerte puede afectar a los niños.
5 – Hámster
Estos animalitos son una opción excelente si se trata de la primera mascota del niño. Son muy divertidos, juguetones y listos a la hora de relacionarse. Además, son muy fáciles de cuidar y alimentar y ocupan muy poco espacio ya que pueden vivir dentro de jaulas pequeñas. Eso sí, se reproducen con mucha facilidad, así que si no querés tener en casa toda una gran familia hámster, será mejor que optes por un solo animalito, en vez de la pareja.
Ventajas
1. Se ha demostrado que los niños que conviven con animales tienen un riesgo menor de sufrir alergias.
2. Se familiarizan con las funciones naturales de los seres vivos y tienen un amigo fiel con el que jugar y al que cuidar.
3. Aprenden a respetar a los animales.
4. Estimula los sentidos del niño, mejora su estado de ánimo, desarrolla la empatía, fomenta la autoestima y la integración social. Por lo general, los niños que tienen mascotas son más sociables y relacionarse con otro ser vivo les ayuda a desarrollar su capacidad de intuición.
5. Asignar tareas relacionadas con el cuidado del animal, le ayudará a entender el sentido de responsabilidad.
6. Hay terapias asistidas con animales y además, ayuda a liberar el estrés. El simple hecho de acariciar a un animal hace que el cuerpo libere endorfinas reduciendo el estrés y la ansiedad.
7. Aumenta la actividad física del niño y por tanto, fomenta su salud. Sobre todo en el caso de los perros, cuando se sacan a pasear o juegan con ellos.