Uno de los vínculos más fuertes en la vida de cualquier persona es la amistad verdadera aunque este adjetivo que lo acompaña pareciera a simple vista que está demás. Es que muchas veces se llama amigo a un simple conocido, o a quienes son sólo contactos en las redes sociales y a los que se conoce en forma totalmente parcial o fragmentada. Una condición básica para que esta relación crezca y se desarrolle es el contacto personal, la mirada, la expresión, el afecto y todo aquello que permite conocer profundamente al otro. Este y otros conceptos relacionados a la amistad son desglosados por Daniel Castro, psicólogo, quien respondió a diversos ítems de la evolución de esta relación en el tiempo y en la edad de cada persona.

– Desde el punto de vista psicológico, ¿qué es la amistad?

El vínculo de la amistad es el más sano que existe, está más conectado con el amor compasivo, que no está erotizado, no está sexualizado, toca las partes más sanas de nosotros. Los vínculos siempre surgen de la proyección, por ejemplo cuando uno se encanta o se enamora de otro, uno está proyectando sus propias cosas. Por eso, muchas veces, después de un proceso de enamoramiento viene la desilusión porque uno empieza a ver quién es el otro, y no quien uno había puesto ahí. En cambio en la amistad este proceso es mucho más profundo porque uno proyecta las mejores cosas de sí mismo y encuentra eco en el otro, entonces se hace simbiótico, empiezo a compartir ideales, sueños, proyectos de vida, opiniones. La amistad es un proceso que se va enriqueciendo, al amigo le permito que me diga cosas que a otros no les permitiría porque sé que lo hace desde el corazón, sanamente, cuidándome. La amistad es una fuente de enriquecimiento y también un proceso en el que yo me voy repensando, porque un amigo te va indicando un camino.

-Como todo vínculo ha evolucionado, recuerdo que hasta hace poco se decía que no existía la amistad entre el hombre y la mujer. ¿Eso se sigue cuestionando?

La amistad existe, lo que pasa que es más difícil sostenerla para los hombres que para las mujeres porque ellas tienen mayor capacidad de sublimar lo erótico, lo sexual, y no así el varón que le cuesta sublimar y se confunde. Ahora, cuando eso se logra, la amistad del hombre y la mujer es muy profunda, verdadera y duradera.

– ¿Este vínculo ha cambiado por el uso de las redes sociales?

Tenemos un mundo diferente, antes nos conocíamos en una reunión, nos presentaba alguien, y ahora los chicos se conocen en las redes sociales.

-¿Es este uno de los cambios más profundos en esta evolución?

Sin duda, pero esto no es ni bueno ni malo, es diferente. Ahora el camino de la amistad es distinto. Cuando uno conoce a alguien por una red social es más fácil hacer una proyección de sí mismo y vivir más del mundo de la fantasía. No es lo mismo que el otro me cuente quién es y yo imagine cosas o idealice a través de lo que dice que verlo mientras me tomo un café. Las miradas, los gestos, eso no se puede compartir por las redes, y eso es insustituible. Por eso digo que el camino ahora es diferente porque hay cosas que no están. Eso no significa que no sea amistad, se asume de manera diferente.

– Da la sensación que las redes sociales han desvirtuado el término amistad porque se usa en lugar de la palabra contactos. Uno no tiene dos mil amigos, tiene dos mil contactos…

No diría desvirtuado, pero sí la palabra amigo se usa de manera diferente a la que usábamos nosotros -digo así poniendome en el lugar de los viejos-, pero el amigo era quien realmente te acompañaba en la vida. Actualmente alguien te dice somos muy amigos, y si le preguntás desde cuándo, se conocen hace sólo unos meses. Un amigo, en realidad, uno lo reconoce después de años. Creo que en todas las épocas la palabra amigo no ha sido ocupada como realmente es, porque antes aunque no existían las redes sociales se decía mis amigos a quienes eran solamente conocidos. Actualmente, para el Día del Amigo, en las redes sociales todo el mundo se saluda, pero realmente son muy pocos los amigos de verdad. Hay una cosa muy cierta y es que los amigos son contados con los dedos de la mano y a veces te sobran los dedos, porque no es tan fácil hacer una simbiosis afectiva, menos proyectarse a mil o dos mil personas en una red social, es imposible. Además por las redes uno sólo ve una parte de alguien, lo que el otro quiere que veamos, los amigos son los que te acompañan en la vida y muchas veces uno los reconoce después de muchos años porque están y cuando no están sentís que están presentes y de alguna manera te siguen acompañando.

– También se percibe una vanalización del término, un abuso cuando escuchas decir ‘hola amigo’, o ‘amiguis’, de parte de gente que no lo es verdaderamente.

Creo que todo esto tiene que ver con un miedo a la soledad, ‘tengo muchos contactos, no estoy solo’, pero no es así. El amigo te acompaña, comparte un proceso de vida, no el que comparte un comentario de Facebook. Por eso digo que actualmente nos conocemos de otra manera, uno puede conocer en la red, pero para hacer amigos hay un proceso.

– ¿Se puede tener un examigo? ¿Un amigo traiciona?

Sí, puede pasar, puede haber traición como en cualquier vínculo. Es muy cierto lo que decís porque después que pasa algo así uno piensa si realmente fue amigo o algo pasó que se quebró la amistad, el otro cambió o cambiaron sus valores, puede pasar, o básicamente nunca fue mi amigo, lo confundí, lo idealicé tanto y lo puse en un lugar que no correspondía, por eso digo que la amistad es una cuestión de tiempo.

-Tener amigos es una necesidad que surge siendo muy pequeños…

Sí por supuesto, es una gran necesidad. Fijate que ahora no se ve tanto, pero antes era común que los chicos entre tres años y medio y cinco años y medio tuvieran un amigo invisible, pero también ha evolucionado la forma de ser de los niños, es diferente. Le daban su lugar en la mesa, tenía un espacio, era una proyección y una forma de aprender a tener amigos. Hoy los chicos lo hacen de otro modo, con un juguete o juegos interactivos.

– Ese amigo invisible se transformó en juego, de hecho se sigue usando.

Sí es así y es muy positivo, nos ayuda con la autoestima, con la seguridad, con esto de sentirnos acompañados por alguien que piensa en nosotros, que nos regala algo aunque no sepamos quien es.

– Esa idea o concepto ¿se traslada al Me Gusta de las redes sociales?, es decir que algunas personas pueden pensar que hay gente que si hace el clic es porque está pendientes de uno o lo considera en alguna medida.

Es muy posible que sea la traslación de la fantasía de ser importante porque todos los seres humanos queremos ser importantes para alguien, necesitamos esa retroalimentación. La amistad, curiosamente, es uno de los vínculos más necesarios para el crecimiento, para la evolución sana, es uno de los vínculos más desinteresados. Uno cuando hace algo por un amigo realmente no espera una devolución, es paradójico pero de aquello que mas necesitas es de quien menos esperas. Sin embargo yo sostengo que uno siempre espera una devolución afectiva.

– Hay amigos que se van, otros que llegan por diversas circunstancias…

Creo que eso tiene que ver con las evoluciones, el otro cambia se puede ir de ciudad, cambiar de trabajo, y yo también cambio. Hay gente que lo vive de manera dolorosa, pero muchas veces uno puede no sentirse más cómodo con un amigo o con un grupo y eso no tiene nada de malo, es porque mi vida también cambia y ya no existe el mismo interés. Por ejemplo cuando en un grupo todos arman su familia, y uno está soltero, los intereses no serán los mismos, o pasar de la secundaria a la universidad, o egresar como profesional, o cambiarse de casa.

– ¿ Es una una moda reencontrarse con los amigos de la secundaria?

Es querer recuperar un tiempo que fue hermoso, como dice la canción, es la necesidad de sostener una etapa en la que uno se ha sentido muy contenido. No necesariamente son amigos, son compañeros, pero mientras mas grande uno se pone, más necesita de esos grupos. Son los que me confirman que pertenezco a una historia, a una vida afectiva, a un proceso en el que fui mirado. Como dice Borges, todos necesitamos un testigo que nos vea pasar por la vida, son quienes nos confirman esto.

– ¿Hay gente que tiene más predisposición para tener amigos, ese del que todos decimos es muy amiguero?

Sí, son estructuras de personalidad. Son personas muy empáticas, con predisposición a caer bien, son capaces de liderar, son los que organizan o hacen el asado en la casa, siempre juntan gente, es una capacidad. Igual siempre digo que hay gente más parca, menos cariñosa, y eso puede ser vivido como un defecto, sin embargo es un modo de ser y esos también son buenos amigos, y suelen ser los que más escuchan.