Revista Oh! llegó a compartir un día en el club hípico de San Juan. A sólo 5 minutos de la ciudad de San Juan, nos esperaba Mónica Valentino de Yacante y Ricardo Yacante, el matrimonio a cargo de la Escuela de Equitación. Un deporte que decimos especial porque, para llegar a la parte competitiva, hay que establecer primero una relación entre el jinete y su caballo. Esta dupla se forma después de algunos años. Nos cuenta Ricardo, "primero hay que hacer la escuelita de Mónica, así la llaman en el Jockey Club, para luego poder pisar la pista de salto o competición’.
La escuela de instrucción de competición está a cargo de Ricardo Yacante con sus 34 años de experiencia y luego de haber sido primero jinete y luego un experto en caballos, en medio de la pista de práctica contó: "San Juan es una de las pocas provincias que ha mantenido la escuela hípica. Se destaca a nivel nacional e internacional, pero a diferencia del resto de las otras provincias del país, aquí hay una sola escuela. Los reconocimientos son muy gratos para el club hípico, ya que salen muchos jinetes para los equipos argentinos, por eso tenemos reconocimiento a nivel nacional.
Ricardo nos explica cómo comienza su jornada de trabajo, "Trabajamos duro mañana y tarde con chicos de todas las categorías. Ahora los estoy preparando para competencias importantes que se realizarán en los próximos meses. Jerónimo Jiménez es un chico de 14 años, sanjuanino, que participará del Campeonato Sudamericano que se realizará en el mes de septiembre en Brasil. También tenemos el Campeonato Federal, cuya final se realiza en la provincia de Mendoza en el mes de octubre donde competirán todos los jinetes campeones y subcampeones de cada categoría, de San Juan, en total son 12 chicos. Comienzan con 70 cm. de alto las vallas en la pista de competencia, hasta esa altura entran varias categorías y a partir del 1,20 m. son categorías mayor. Para llegar a esto hacemos mucho hincapié en un estilo vida que elige cada jinete, primero en la pasión y luego en una relación sensible con su caballo. Esto no se juega con un objeto como la raqueta, pelota o bicicleta que la dejas y listo. Se juega de a dos, caballo y jinete, por eso es una pasión, aclara Ricardo. El fundamento de este deporte radica en el amalgamiento entre el jinete y su caballo. Para esto al caballo hay que conocerlo en profundidad y cuidarlo todos los días, en pocas palabras, sentir amor por el animal. Además es una forma de vida para el niño, adolescente o adulto, ya que le infunde una gran responsabilidad cuidar su caballo; ver que tiene, que le falta, atenderlo si está enfermo, darle afecto y mucha atención, no podemos olvidar que este ser vivo es un atleta y hay que atenderlo como tal, hay que entrenarlo todos los días’, afirma Ricardo.
Lo sorprendente es que estando en el medio de la pista de entrenamiento tanto los jinetes y sus caballos se desplegaban con total normalidad. Es que se trata de una situación común para ellos, gente y obstáculos. Revista Oh! le preguntó a Ricardo sobre esta apasionante actividad:
-¿Qué características debe tener un caballo para salto?
-"Tienen características específicas, como por ejemplo debe ser noble, no asustadizo o miedoso, además gran capacidad de traspasar obstáculos y transportar al jinete para el otro lado, que se llama agilidad y elasticidad al mismo tiempo. De este modo muestran su destreza con naturalidad ambos. Ahora bien ese caballo nace con predisposición y es uno quien lo forma, debe ser llevado por un jinete experto. El dicho que tengo es: "A jinete nuevo caballo viejo y viceversa" esto es fundamental porque un mal jinete arruina un buen caballo. Siempre se comienza con un poco de miedo y para vencer esto, el primer maestro es el caballo y el segundo es el instructor de competencias.
–¿De dónde salen estos ejemplares?
-"En San Juan compramos los caballos con tres años, y se va haciendo un trabajo progresivo acá en el club. Preferimos esto, ya que lo trabajamos y conocemos a fondo, es otra de mis preferencias realizar esto".
-¿Ricardo, de jinete a instructor, que cosas guardás en tus recuerdos?
–Como instructor y jinete llegué con mucho sacrificio, mi gran satisfacción en mis recuerdos de vida fue mi primer caballo "Azabache" con el cual logré llegar a la primera categoría, mi compañero de fórmula. Otra cosa importante que logré es que, a través de los años los chicos son casi como mis hijos, con grandes experiencias compartidas, otro regalo de vida, del cual aprendí mucho".

