La tormenta del sábado pasado en la norteña Jáchal fue muy dañina para los cultivos de la zona de El Fical, Pampa Vieja y sitios aledaños. Luego de unos días, Suplemento Verde de DIARIO DE CUYO estuvo recorriendo algunas plantaciones y dialogando con agricultores y vecinos para conocer más detalles de las pérdidas sufridas.

"Como a las 22.30 del sábado llovía en la villa cabecera del departamento y nada hacía prever lo que ocurriría minutos después", aseguró a este medio un veterano chacarero de la zona del barrio Pampa Vieja.

"Estuvo cayendo piedra del tamaño de un balón de esos con los que juegan los niños, no balitas sino más grande, dijo Susana Mercado, durante unos 10 minutos más o menos, cuando terminó y fuimos a ver los choclos, estaban muy deteriorados".

Los efectos del daño se pudieron apreciar bien dos o tres días después, cuando drenó el agua y se pudieron recorrer los potreros de alfalfa, membrillos, cebollas, tomates y otras chacras que existen -como todas las temporadas- en esa zona.

"Para Villa Mercedes llovió mucho, varios días seguidos, siempre de noche, pero no hubo daños de piedra, eso sí tendremos mermas en la producción de tomates para industria que estamos llevando, porque la alta humedad acarrea hongos y luego de varios días que no se puede entrar, más el calor, se pudren los maduros, explicó Jorge Santana encargado de una finca cercana a la plaza de esa localidad.

Otras zonas

En San Isidro, los testimonios obtenidos de productores de pasto y de tomates fueron de pérdidas por excesivas lluvias, pero no hubo granizo en esos lugares del departamento. Todavía no pueden evaluar los porcentajes, pero se estima fácilmente entre un 15 y 25%.

También el joven Jorge Roldán se lamentaba de su producción de casi 2 hectáreas de tomate, variedad Franco italiana que estaba cosechando en ese momento. Llevaba muy buen ritmo, quedando por lo menos unas 1.400 a 1.500 cajas a cosechar en esos días.

"Los frutos son de excelente tamaño, gracias a las labranzas invernales, el guano incorporado y el manejo de partidas, fertilizantes mixtos y todo un trabajo, que, al final, no queda en nada", comentaba enojado.

En las fotografías se puede apreciar que no quedaron hojas de cobertura, y los tallos tenían hasta 6 golpes de piedra en 10 centímetros de longitud; ni hablar de los daños en los tomates, rojos, sanos y maduros, a punto de ser recolectados.

"Lamentablemente hay que considerar, que en los últimos años, el clima de todo San Juan ha cambiado, y mucho, para perjuicio directo del agricultor", finalizó diciendo el productor.