
El tema de investigación en frutales de carozo siempre fue de importancia para el INTA en su centro de estudios en Pocito. El 18 de mayo de 2013, en nuestro <BF><IC>Suplemento Verde<XB><XC> el ingeniero agrónomo Juan Manuel Raigón explicaba algunos lineamientos, entre ellos ya se avizoraban estudios con la variedad Guara.
Explicaba el profesional sobre la introducción de un correcto número de colmenas al momento de floración.
Que "las experiencias realizadas por INTA, en fincas de productores, indican que son necesarias alrededor de 8 colmenas por hectárea, correctamente preparadas, para lograr una adecuada polinización y por lo tanto alcanzar rendimientos comerciales importantes (promedios cercanos a 1.000 kg de pepita por hectárea)". Recordemos que este nuevo material es autofértil y no necesita abejas para su polinización. Sobre la realización de riegos oportunos y de acuerdo a las características de suelo de cada propiedad, el técnico decía "el almendro es un cultivo que, al igual que otros frutales, tiene una demanda de agua cercana a 10.000 m3/ha/año, distribuidos en el ciclo de cultivo. Tiene dos épocas de demanda de agua importante. La primera, Fase I, desde floración, cuaje y desarrollo del fruto. La segunda, durante el periodo de llenado del grano, coincide con los meses de diciembre y enero. En esta última etapa un estrés hídrico produce disminuciones muy importantes en los rendimientos, fundamentalmente por pérdida de peso y pérdida de calidad (almendras deshidratadas y arrugadas que descalifican al producto). En poscosecha el riego permite mantener una correcta absorción de nutrientes que favorece la acumulación de reservas y una perfecta diferenciación de las yemas florales. Este fenómeno tiene lugar en los meses de febrero a marzo. También es importante la fertilización poscosecha, fundamentalmente con nitrógeno, para permitir la acumulación de sustancias de reserva que serán utilizadas en el mes de agosto, cuando comienza la floración, y la planta debe vivir a expensas de esas sustancias. De lo contrario hay disminuciones importantes de producción".
En vinculación con la la lucha contra diferentes accidentes climáticos, fundamentalmente hay dos que afectan a este cultivo. Son las heladas tardías y el viento Zonda. Los vientos Zonda aceleran los tiempos en que se producen los diferentes estados fenológicos, anticipando la fecha de floración del almendro y provocando una mayor exposición a periodos de heladas tardías, frecuentes en el mes de agosto. Las heladas tienen alta frecuencia de ocurrencia en el mes de agosto y provocan daños importantes en los frutitos recién formados a finales de ese mes y primeros días de septiembre, por ser estos órganos los de mayor sensibilidad a las bajas temperaturas. La intensidad de las heladas es mayor cuando van precedidas de vientos Zonda.
Sobre nuevos materiales, Raigón mencionó que desde el INTA se está trabajando desde hace varios años en el tema. Para ello se instaló en la EEA San Juan una colección con variedades de almendros provenientes de diferentes lugares del mundo. Papel y duras. Las variedades de cáscara dura tienen un sabor más intenso, característico (sabor a amigdalina) y presentan un color más oscuro. El material más destacado es Guara, de floración 15 días más tarde que Non Pareil, muy buen rendimiento y adaptación a las condiciones de San Juan. Fue introducida en San Juan en el año 1980 y recién se difundió a partir del año 2005 aproximadamente. Este material es originado en una selección clonal realizada en el CITA de Aragón, España.
