Aportes. El objetivo de los estudiantes avanzar en bioplásticos a partir de los nano materiales, como una alternativa ecológica amigable con el medio ambiente.

 

 

Tomates y bentonitas, dos productos netamente sanjuaninos fueron amalgamados a través del proyecto “Bioplásticos con Nano partículas”, iniciativa con la que alumnos de la escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento, participaron recientemente del certamen nacional “Nano x 1 día” y resultaron electos por segundo año consecutivo entre los ganadores. Macarena Márquez, Juan Báez, Ivo Manrique y Mariano Algañaraz resultaron ganadores entre las escuelas elegidas con los proyectos más innovadores. Es el caso de establecimientos de Río Negro, Corrientes y Capital Federal. 

San Juan aporta el 40% del consumo nacional del tomate, desde donde se obtiene un subproducto que es la piel del tomate. Aprovechar la gran cantidad de este subproducto que genera esta industria para utilizarlos en la producción de bioplásticos fue el objetivo de este grupo dirigido por la docente Graciela Illanes, a cargo del Club de Nanotecnología de la Industrial.

“Todo surgió a partir de una situación cotidiana, compraron una gaseosa con un sorbete desde donde surgió una conversación por la contaminación que generan, desde allí se pusieron a investigar en alternativas y surgió el proyecto”, contó Graciela.

El tomate contiene cutina, un poliéster que se encuentra en la cutícula vegetal de esta hortaliza. La cutina dota a la piel del tomate de propiedades visco elásticas, impermeabilidad al agua y de protección al ataque de parásitos, que hacen a la epidermis de este vegetal especialmente útil para la creación de estos plásticos biodegradables.
Con la cáscara del tomate obtuvieron cutina a la que hicieron reaccionar con una enzima específica para la obtención del bioplástico, el que se lo acondicionó a las necesidades deseadas en cuanto a forma y espesor entre otras características. Para mejorar las propiedades del bioplástico agregaron bentonita, al dividir en láminas nano métricas esta arcilla, se aporta mayor permeabilidad y mejor resistencia mecánica al calor. “También incorporaron nano partículas de sílice, con el que consiguieron aumentar la elasticidad, resistencia al calor, transparencia e impermeabilidad del bioplástico”, sumó Graciela. 

Con este proyecto los chicos buscaron avanzar en la mejora de las propiedades de los bioplásticos a partir de los nano materiales, generando una alternativa ecológica a los plásticos convencionales.
Actualmente algunos países como España, han aplicado este biopolímero para recubrir el interior de productos no perecederos como las latas de bebidas y de conservas. Los bioplásticos también pueden obtenerse a partir de otros residuos agrícolas como la papa, el maíz o la soja. Son 100% degradables, igual de resistentes y versátiles, con un mercado cada vez más amplio en ciudades europeas que abarcan sectores como la industria textil, medicina, agricultura e incluso juguetes.