Las enredaderas son plantas de tallos largos y volubles que se enredan sobre tutores o simplemente, trepan por paredes y distintas superficies. Por lo general tienen tallos lignificados o leñosos y pueden ser caducas o perennes. Algunas tienen flores vistosas, perfumadas y otros atractivos follajes.

Depende de nuestras necesidades, podemos envolver un muro, tapar una pared en mal estado, formar un límite con un alambre u otro soporte, podemos armar una glorieta o pérgola, vestir farolas y decorar cuanto nos dé la imaginación. Todo es cuestión de necesidad o gusto.

Las enredaderas vienen envasadas casi todas, salvo algunos rosales que en su época se venden a raíz desnuda. El pan de tierra debe estar en buen estado lo mismo que la planta, sin lastimaduras, con brotes nuevos, con el tutor bien colocado y por supuesto sin enfermedades. La plantación consiste en darle una buena ubicación de acuerdo a los requerimientos de cada planta. La preparación de un buen sustrato de plantación es fundamental: el hoyo, tierra fértil, rica en nutrientes orgánicos y un buen tutor. Es fundamental guiar el crecimiento de una enredadera desde el primer momento, de lo contrario sufriremos las consecuencias no deseadas para cumplir el fin propuesto.

Cuidados básicos

Plantación

La mayoría de las trepadoras se compran en el vivero o centro de jardinería en maceta o con cepellón en bolsa de plástico. Con esta presentación puedes plantarla en cualquier época del año, lo ideal es en primavera porque no sufren del excesivo frío ni de las altas temperaturas del verano.

El mantenimiento de los hoyos de plantación debe ser permanente, para una buena absorción de agua y nutrientes. También se debe evitar lastimaduras con las bordeadoras.

Si la trepadora no se agarra sola, tendrás que sujetarla con algún precinto, teniendo en cuenta de no asfixiarla.

El riego debe ser abundante en el momento de la plantación. Cuando hablamos de un ejemplar adulto tendremos en cuenta sus condiciones de riego y humedad.

Las siguientes especies se sujetan solas a paredes con sus raíces aéreas o con ventosas: Hiedra, Hortensia trepadora (Hydrangea petiolaris), Campsis radicans y Parra virgen (Ampelopsis).

Las enredaderas se separan unos 2 ó 3 metros unas de otras. Si deseas cubrir antes una pared, plántalas más juntas, pero a la larga es peor porque se enmarañan.

Haz un hoyo que sea al menos el doble del diámetro de la maceta, cuanto más grande mejor.

Si plantás cerca de una pared o muro haz el hoyo a unos 40 centímetros de la misma, no pegado al muro.

Entutorado

La colocación de tutores, guías o sostenes es fundamental en estas especies. Las enredaderas no siempre tienen un crecimiento parejo, por lo que necesitan de podas de limpieza. De acuerdo a nuestras necesidades es como la guiaremos a la planta. Siempre debemos tener en cuenta el ciclo de la planta: su época de floración y crecimiento.

Fertilización

En el momento de plantar, con el abono orgánico será suficiente para empezar y no es necesario echar abono mineral (también llamado fertilizante químico). Mezcla la tierra extraída con un abono orgánico tipo estiércol, mantillo o turba, a razón de 1 ó 2 kilos por trepadora. Si el suelo es pobre o arenoso o arcilloso, aplica los 2 kilos mejor que 1.

El abonado mineral o químico consiste en mezclar con la tierra unos 25 gramos de fertilizante de lenta liberación por planta. Son unas bolitas que van liberando los nutrientes Nitrógeno, Fósforo y Potasio a lo largo del tiempo.

Plagas y enfermedades

Otro factor importante es el control de enfermedades y pestes. La desinfección con productos químicos debe realizarse en el momento en que la planta presente los bichos. El asesoramiento del membrete para la dosificación y modo de empleo es fundamental antes de colocar nada.