Su fachada puede verse en folletos turísticos, culturales y en fotos familiares. El lugar es pasada obligada para los sanjuaninos que buscan un momento a solas con Dios. También es una cita de honor para los visitantes que llegan desde distintos puntos del país y el mundo. Se trata del edificio de la Iglesia Catedral de San Juan, una de las más modernas de América Latina, que el próximo miércoles 16 de diciembre cumple 30 años de la consagración del templo, cuenta Rómulo Cámpora, que está al frente de la Parroquia San Juan Bautista, que funciona en ese edificio.
Desde aquel 16 de diciembre de 1979, la Iglesia Catedral de San Juan fue testigo de distintos hechos que marcaron la historia reciente de la provincia. Desde festejos populares por logros deportivos, pasando por reclamos sociales, el famoso sanjuaninazo de 1995, hasta las multitudinarias muestras de dolor cuando falleció el arzobispo Italo Di Stéfano o el Papa Juan Pablo II.
Para que San Juan luzca este edificio moderno, que es el centro provincial del catolicismo, sucedieron hechos que son parte de la historia. La antigua catedral quedó seriamente dañada con el terremoto de 1944, por eso tuvieron que derribarla. A partir de ahí, comenzó el lento camino de su reconstrucción, como el de la ciudad y pueblos del interior que sufrieron las consecuencias del sismo.
Entre los hechos históricos que tienen que ver con la construcción del nuevo templo está la del ex presidente, Arturo Illia, quien ordenó incluir a la catedral en el presupuesto nacional de 1966. La obra fue incorporada en los planes del Consejo de Construcciones Antisísmicas y de Reconstrucción de San Juan. Su presidente fue el ingeniero Hilario Sánchez, mientras que el arquitecto mendocino que proyectó el edificio fue Daniel Ramos Correas, quien concibió la construcción con líneas modernas y sobrias.
Una de las personas que encaró con ahínco la construcción de la nueva catedral fue monseñor Audino y Olmos. La tarea fue concluida durante la gestión del arzobispo, monseñor Ildefonso María Sansierra, el 16 de diciembre de 1979. Ese día se consagró el nuevo templo.
Este templo que es orgullo de los sanjuaninos contiene imágenes que sobrevivieron al terremoto de 1944, como la Inmaculada Concepción y San Juan Bautista, que tienen más de 100 años de antigüedad y que fueron restauradas por el español Ignacio Puig, como también la imagen del Cristo crucificado, que es de gran veneración por parte de los fieles. Otros objetos rescatados fueron el sagrario, que es de bronce, de gran tamaño y que tiene características propias de gran piedad eucarística, que invita a la oración y recogimiento. Dentro de la Iglesia Catedral están los restos de todos los obispos y arzobispos, excepto de monseñor Di Stéfano (ver infografía).
Todo el conjunto de la actual Iglesia Catedral de San Juan está ubicado en el mismo lugar y orientación que ocupara hasta el terremoto de 1944, la antigua iglesia mayor de la provincia.
Hoy, el edifico de la Iglesia Catedral cumple tres décadas, está lleno de vida y sigue mirando la historia de San Juan.
(Fuentes: archivo de DIARIO DE CUYO, Arzobispado de San Juan, Parroquia San Juan Bautista).

