Las mujeres embarazadas que fuman, o que conviven con fumadores, son más proclives a sufrir abortos espontáneos, tener hijos con bajo peso o con enfermedades respiratorias, entre otros problemas más severos incluida la muerte súbita. Sobre este tema las medidas preventivas prácticamente no existen porque no siempre se conoce qué número de mujeres en edad de procrear continúan fumando en esta etapa o están afectadas en forma pasiva por los componentes químicos del cigarrillo.
Por ese motivo es que la Asociación de Laboratorios de Alta Complejidad de la República Argentina, puso en marcha un proyecto de investigación -y prevención a la vez-, para conocer porcentajes y mejorar la calidad de vida de las futuras mamás y, sobre todo, de sus hijos.
En San Juan es el laboratorio Benelbaz el representante y encargado de llevar adelante esta tarea que consiste en realizar un análisis de orina en las embarazadas que voluntariamente quieran conocer el nivel de nicotina en sangre, y completar un formulario con datos generales (ver recuadro).
Conocidos los resultados no sólo se pondrán al alcance de la ciencia médica si no que cada una recibirá un informe con el nivel encontrado y será orientada a mejorar la situación, en caso de ser necesario.
"El embarazo es una motivación para dejar cualquier vicio y, en general, sucede eso con el cigarrillo, pero nos encontramos que en la mayoría de los casos se convierten en fumadoras pasivas porque conviven con fumadores en su casa o en su trabajo. Así es que gran parte de esta tarea está destinada a concientizar a quienes las rodean para evitar daños al bebé. La contaminación con humo de cigarrillo puede provocar diversas complicaciones que van desde las respiratorias hasta muerte súbita" -ver recuadro-, explica Esteban Benelbaz, quien junto a su padre, Guillermo, son los titulares del Laboratorio.
Las cifras
Hasta ahora se conoce que el nueve por ciento de las mujeres jóvenes de Argentina son fumadoras. Un número que no parece tan alarmante si no se supiera que es uno de los porcentajes más altos del mundo en esta franja etárea, de acuerdo con los datos suministrados por la Asociación de Laboratorios de Alta Complejidad. Tampoco se conoce si todas ellas siguen fumando durante la gestación o pasan parte de su tiempo en lugares cerrados con personas que fuman en su casa, en el trabajo o el café, convirtiéndose en fumadoras pasivas.
La inquietud surgió, precisamente, porque un neumonólogo observó que muchos hijos de no fumadoras sufrían de patologías severas con lo cual comenzó a indagar si estaban rodeadas de gente que fumaba.
En cambio sí se sabe que, actualmente, la principal causa de muerte evitable en el mundo es el tabaquismo ya que 5 millones de muertes al año son debidas a este hábito y se estima que esta cifra se duplicara en los próximos 20 años.
Lo cierto es que las embarazadas son una parte de la población que no ha sido encuestada ni investigada con respecto a la acción que tiene su lugar de residencia o trabajo y la cantidad de nicotina que circula en su sangre, por ende no se conoce cuanto y cuantas se encuentran afectadas ya sea porque fuman activamente o porque conviven con el humo producido por otras personas durante el embarazo.
Conocer cuánto y cómo inhalan solo se consigue mediante una encuesta y cuantificando a la nicotina o sus derivados en el organismo.
Una medida de la exposición al tabaco está dada por los valores de la cotinina, esta sustancia es un producto de la modificación que sufre la nicotina en el organismo cuando ingresa el humo a los pulmones, luego se incorpora a la sangre y pasa a la orina. Esta sirve para cuantificar si el paciente está o no expuesto al humo del tabaco ambiental y cuanto lo está.
Este estudio se realiza ahora, gracias a este proyecto-, en forma gratuita y con el fin de concientizar a la población y aportar a la ciencia valores estadísticos de la incidencia que tiene en el país y en cada provincia.

