La llegada de una argentina al trono de Holanda, o de los Países Bajos, denominación oficial, es esperada por lo menos con curiosidad por una gran mayoría de argentinos. Varias encuestas realizadas en esta última década en nuestro país mostraron la simpatía general por el protagonismo de Máxima Zorreguieta Cerruti, que el 2 de febrero de 2002 contrajo matrimonio con el príncipe Guillermo Alejandro, heredero de la corona holandesa (Casa Real de los Orange-Nassau, creada en el siglo XVI). En esta década su papel ha sido muy destacado en aquel país, tanto que se ha ganado el respeto y cariño de los holandeses.
Una porteña estudiosa
Nacida en Buenos Aires el 17 de mayo de 1971, es la cuarta hija de Jorge Horacio Zorreguieta Stefanini, de su segundo matrimonio con María del Carmen Cerruti, una familia de clase alta de la Capital. Además tiene tres hermanastros del primer matrimonio del padre, con Marta López Gil. Habla español, inglés, italiano y holandés.
Sus estudios primarios y secundarios los hizo en el colegio privado bilingüe Northlands en el barrio de Olivos. Luego estudió Ciencias Económicas en la Universidad Católica Argentina y concluyó una maestría en Boston. Su vida laboral fue muy acelerada y creció muy pronto. Fue el periodo en que estuvo de novia con el joven Dieter Zimmermman en Nueva York. Llegó a ser vicepresidenta de Ventas Institucionales de América Latina y de la división Mercados Emergentes del Dresdner Kleinworth Benson en Nueva York. También en esta ciudad, así como en Bruselas, trabajó en el Deutche Bank.
Pero toda esta actividad terminó en el 2001, poco antes de que, en marzo de ese año, la reina Beatriz anunciara el noviazgo oficial de su hijo y príncipe heredero. Así, el 30 de marzo de 2001 fue el compromiso y el 17 de mayo del mismo año se convirtió en ciudadana de los Países Bajos.
Impactó a la reina
El yate real "Dragón Verde” y la ciudad de Sevilla marcarían para siempre la historia de la hoy pareja principesca, porque fue allí donde, en mayo de 1999, se hizo la presentación oficial de Máxima a la reina Beatriz durante un paseo por el mar Mediterráneo. Se dijo entonces que la soberana quedó "encantada” con la novia de su hijo, el príncipe Guillermo Alejandro, quien será el primer rey holandés después de casi un siglo de reinas (Guillermina, Juliana y Beatriz). Regido por una monarquía constitucional, Holanda es uno de los países con más alto bienestar de Europa -a pesar de la actual crisis del Viejo Continente- y junto a su constante crecimiento ha estado siempre la mano de la corona. A su vez, se ha publicado extraoficialmente que la fortuna del príncipe heredero asciende a unos doce millones de dólares.
Guillermo repite la historia
La complicación para la pareja vino muy pronto cuando la sociedad holandesa conoció que el padre de Máxima había sido secretario de uno de los gabinetes de la dictadura argentina con Jorge Rafael Videla. El tema llegó al Parlamento, ya que, como en las ocho restantes monarquías parlamentarias europeas (Gran Bretaña, Dinamarca, Bélgica, España, Noruega, Suecia, Luxemburgo y Liechtenstein), el Congreso holandés debe dar el consentimiento para la boda de un príncipe heredero sobre la base de que la o el futuro consorte no posea antecedentes que resulten inconvenientes para el Estado. Finalmente llegó el sí para la boda en la sesión del 3 de julio de 2001, pero el pasado "procesista” del padre determinó que la inmensa mayoría de los legisladores votaran la prohibición a Zorreguieta de asistir a la boda, y a su vez, tras el anuncio oficial, se obligó a Máxima a leer una declaración de repudio al régimen del "76 en Argentina. No obstante todo esto, se le permitió conservar la nacionalidad original, además de la holandesa, aunque no puede votar aquí en Argentina.
Por otra parte, sigue siendo católica ya que no se convirtió al protestantismo, tradicional religión del país. Curiosamente la madre de Guillermo había pasado por una experiencia similar cuando comenzó su noviazgo con Claus, a quien le había tocado el servicio militar bajo la Alemania nazi de Hitler. Una mayoría de holandeses cuestionó el noviazgo hasta que la princesa Beatriz hizo huelga de hambre en el palacio y removió el corazón de sus futuros súbditos que "perdonaron” el pasado no buscado de su futuro esposo.
Una madre de tres hijas
Ataviada con sus títulos de princesa de los Países Bajos, princesa de Orange-Nassau y señora de Amsberg, trató de conocer a fondo la idiosincrasia del pueblo holandés y realizo un riguroso programa de estudio sobre la historia, legislación y lengua locales, recorriendo todo el país.
Guillermo y Máxima tienen tres hijas, todas nacidas en el Hospital Bronovo de La Haya: la princesa Catalina Amalia que acaba de cumplir 8 años en diciembre pasado, la princesa Alexia, de 6 años y la princesa Ariane, de 4. Entre sus responsabilidades oficiales por ser princesa consorte del príncipe heredero, además de representar en ocasiones a la Casa Real en actos oficiales, es miembro del Consejo de Estado y de la Comisión para la participación de las Minorías Étnicas de la Mujer. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon la designó Abogada Especial en los proyectos de financiación para reducir la pobreza en el mundo.
Mientras tanto, la pareja aparece feliz a la espera de reinar muy pronto.

