La Feria estadounidense IMPEX, abocada a la innovación en materia de seguridad internacional del trabajo, fue testigo de una de las presentaciones más fuertes de su historia. Recientemente, Jorge Sgombich, un profesional chileno se colocó tranquilamente un guante fabricado por él mismo frente la mirada expectante de numerosos empresarios. Lo inédito fue que sacó un martillo y se dio cinco fuertes golpes, uno en cada dedo. Finalmente, ante la mirada atónita de los espectadores, entregó una madera con las marcas dejadas por los impactos y mostró su mano intacta frente a un auditorio que aplaudía de pie.
Según su inventor, estos nuevos elementos de seguridad para las manos podrían evitar numerosas amputaciones y daños a los dedos en trabajos riesgosos. Sgombich explicó que actualmente está trabajando con varias mineras y otras empresas con trabajadores expuestos a este tipo de accidentes.
En el marco de la feria de seguridad laboral que organiza la empresa INEX en Estados Unidos, el técnico chileno explicó que en operaciones mineras, construcción, carga de materiales y muchas otras tareas se utilizan las manos para realizar trabajos que envuelven riego a la salud. A su vez, analizó que en Chile, uno de cada tres accidentes laborales se produce en las manos, siendo la parte del cuerpo más frecuentemente afectadas, según datos de la Mutual de Seguridad de dicho país.
Jorge entendió el problema y lo convirtió en la oportunidad de buscar una solución efectiva y así surgió su propia empresa (Resafe), que actualmente desarrolla los guantes premiados internacionalmente como un elemento alternativo mucho más seguro que el tradicional.
El emprendedor trasandino decidió llamar a su producto Mark VIII, inspirado en el nombre de la armadura de Iron Man. Un guante que a simple vista se ve totalmente normal, pero que esconde una tecnología patentada de piezas modeladas acorde a un estudio ergonómico de las manos de los chilenos. Para no entorpecer las actividades de motricidad fina, las yemas tienen sensibilidad. Además, el fabricante explicó que su producto tiene la misma durabilidad que un guante tradicional de trabajo.

