Rocas, tierra, cal y maquinaria están en permanente movimiento en la mina jachallera Gualcamayo. En este momento, el motivo no se centra tan sólo en la explotación a cielo abierto, sino también en las permanentes tareas exploratorias y de acceso a la futura mina subterránea del yacimiento. Estas se centran actualmente en la construcción de túneles de acceso. “Se estima que en el segundo semestre de 2013 podría comenzarse la explotación subterránea. Al mismo tiempo que se seguirá trabajando en la ampliación de las galerías para cubrir todo el cuerpo mineralizado detectado”, dijo Marcelo Agulles, coordinador de Comunicaciones de Yamana Gold, subsidiaria de Minas Argentinas SA, a cargo de Gualcamayo.

Es la empresa contratista sanjuanina BTZ Minera quien se encuentra perforando y desarrollando los futuros túneles subterráneos. A su vez, fuentes de la empresa Minas Argentinas SA comunicaron que todas las medidas de seguridad que se aplican en la explotación a cielo abierto, se aplicarán en la zona subterránea. Sin embargo, la nueva área de trabajo posee procedimientos específicos para su desarrollo. “Estos procedimientos siguen los mismos estándares de seguridad establecidos en el Sistema Yamana de Gestión (SYG)”, indicó Agulles.

Los controles principales de toda mina subterránea se relacionan específicamente con medidas que garantizan una buena ventilación, iluminación y comunicación de cada uno de sus sectores. Además, de fortificar las distintas zonas para garantizar la estabilidad en ejercicio de las labores. Todas las actividades realizadas en el área subterránea disponen de sistemas especiales de ventilación mecánica.

“Es fundamental suministrar aire respirable con renovación continua. Diluir eficazmente gases inflamables o nocivos y polvo del ambiente. Mantener temperatura y humedad adecuadas al trabajo humano. Estos equipos son mantenidos y operados de forma regular y continua”, agregó Agulles.

En la futura mina subterránea de Gualcamayo se instalará cámaras de refugio con provisiones suficientes de oxígeno, agua, alimentos, comunicación y otros recursos necesarios hasta que se viabilice el rescate de todas las personas ante un eventual incidente.

Cada operario trabajará equipado con un equipo de protección personal que incluye, entre otros elementos, un auto-rescatador (dispositivo que otorga al trabajador una autonomía de aire respirable de 60 minutos). A su vez, a lo largo de las galerías se instalará cámaras de refugio con capacidad para albergar entre 8 y 16 personas cada una. Las mismas serán ubicadas en distintos sectores en función de la cantidad de operarios previstos en cada sector.

La exploración se está desarrollando con dos túneles de acceso paralelos e intercomunicados cada 200 metros, hasta llegar al cuerpo mineralizado. Allí abrirán diversos túneles comunicados entre sí, que permitirán la explotación del recurso. La interconexión facilita los trabajos y cualquier tipo de medida de prevención y respuesta ante emergencias.

“Se está construyendo una tercera galería que sale por el extremo opuesto y que es por donde saldrá finalmente el mineral. La mina tendrá 3 chimeneas para ventilación y eliminación de gases y se conectará con otras 2 galerías que se construyeron durante la primera etapa de exploración y que, también, se usarán para ingreso de aire fresco”, concluyó Agulles.