Los colores, sin duda, pueden cambiar el estado de ánimo y por ende todo lo que hay delante de nuestros ojos. Cada uno transmite algo distinto por lo que no hace falta más que imaginar que una fiesta o reunión llena de tonalidades inspira para que ésta sea superlativa. Ni hablar si el color se vincula a la temática. Es esa primera impresión la que cambia todo para bien. Seguramente esa fue la idea de quienes diseñaron golosinas de colores que vienen a la perfección para el Candy Bar, los souvenirs, o para lo que la imaginación indique. En San Juan fue María Tania Barea (Tati) y Jorge Escales, de Descartables Santa Lucía, quienes tomaron la posta y cuentan desde hace unos meses con una variedad exquisita de colores y sabores en los que prevalece la calidad.
Chupetín candy, pastillitas confitadas y sin confitar, mielcitas, gelatinas confitadas, chicles bolita y bolón, lentejas de chocolates chicas y grandes, paletas, caramelo en polvo, palitos rock, bastones colores únicos y combinados, regaliz dulces y ácidos, malvaviscos, gomitas, caramelos candy envueltos en celofán, entre muchos más de origen nacional en importado, se convierten en un festival de alegría para los amantes de las golosinas.
Como ingrediente adicional se pueden comprar en la cantidad deseada (los 100 gramos oscilan entre los 65 a los 90 pesos). Aquí cabe señalar que por persona se calcula unos 70 gramos aproximadamente, dependiendo del tipo de distribución.
Si la idea es colocarlos en recipientes pueden utilizarse unas bonitas compoteras u otros envases, aunque en Descartables Santa Lucía también tienen previsto este detalle. Allí disponen desde vasitos (con tapa), hasta cajitas con motivos o bolsitas temáticas. Nada queda librado al azar, todo sale en cantidades o listo para armar en una bella mesa.
"Comencé con esta idea a fines de 2018 con golosinas importadas pero pronto descubrí con mucho orgullo que en el país se hacen algunas exquisitas y de excelente calidad. Así es que empecé a incorporarlas. Todo surgió porque en nuestra familia nos encantan los candy bar, pero para cumpleaños o reuniones temáticas no teníamos dónde comprar de colores determinados", cuenta Tati Barea.
La propuesta incluye golosinas desde color tiza o blanco hasta las más oscuras pasando por toda la paleta de colores, es decir que si alguien quiere un candy bar o lo que fuere en color rojo, violeta, amarillo u otro están disponibles. No obstante por el momento el sanjuanino sigue siendo convencional y elige "rosado y celeste", asegura Tati .
Monedas de chocolate pueden dar el toque dorado a cada mesa o regalo, mientras que los bombones de frutas envueltos en celofán aportan los colores para un evento.
A la par hay golosinas que resurgieron como las pastillas Dorin"s que fueron furor en la década del 50 por su sabor y forma de corazón y las grandes paletas multicolores.
Ni hablar de las gelatinas en forma de pizza, papas fritas y panchos que adoran los más pequeños, gomitas en formas de frutillas, caramelos de dulce de leche y mucho más.
Los envases siguen sorprendiendo porque se suman a los mencionados los de vidrios de diferentes formas y tamaños para personalizar; tubos para golosinas y detalles que uno no imagina.
Los precios también se adaptan porque hay pastillas entre los 40 a los 55 pesos los cien gramos, lentejas de chocolate entre 70 y 80 pesos, según el tamaño.
"Vendemos para cumpleaños de cualquier edad, incluso de 80 años", cuenta Tati.
La idea es alegrar la vida con colores que sorprendan a todos y endulcen los paladares.
El dato
Instagram y FB: Descartables Santa Lucía
Aberastain 339 (sur), Santa Lucía
Teléfono: 264 4553530
Dulces con control
Todos saben que el consumo de golosinas es inevitable en los chicos aún cuando los papás intenten reducir el consumo. Por ese motivo la licenciada en Nutrición, María Florencia Peláez recomienda que los pequeños entre cuatro y catorce años no sobrepasen los 25 gramos por día (equivale a unas seis cucharadas de azúcar). "Una manera de conseguir que no tomen más de esa cantidad es que tengan una dieta controlada, sana, equilibrada de modo que no tomen más azúcares de los que su cuerpo necesita. Eso no significa que no haya que dejarlos comer dulces porque, por un lado, les gustan mucho, y por otro, sus amigos y compañeros también consumirán", indica la especialista.
Lo ideal es, como en todos los casos, evitar los excesos para que los chicos puedan disfrutar.