Vestido en tela trabajada con flecos de lentejuelas y bordados, con cintura blusé, entallado en las caderas y con escote en V. 
(Fotos: Marcos Carrizo)

 

Todo el glamour, los bordados, las transparencias y los metros y metros de tela subirán a la pasarela hoy. Pero, además un aditamento especial se hará presente en el desfile en el que Gladys Montilla presentará su nueva colección de Alta Costura Primavera-Verano: la solidaridad. Es que el evento servirá para colaborar con las necesidades que tiene Fundamé, la Fundación María Echenique, creada en el 2003 para apoyar a todos los pequeños que deben sortear un tratamiento contra el cáncer o la hemofilia (ver Hecho con amor).

Al menos 35 vestidos de alta costura creados para egresadas, protagonistas de distintas celebraciones y novias, podrán admirarse en detalle en este evento. 

Según adelanta la diseñadora, la temporada que se aproxima, es versátil y le da lugar al estilo de vestido que le guste a quien va a usarlo. "Están de moda tanto vestidos con telas armadas como el shantung y tafetán como con telas con caídas y movimientos, las telas lisas y plenas y las estampadas, los colores pasteles y los fluorescentes”, indica y detalla que los vestidos de fiesta se caracterizarán por tener sí o sí un detalle de transparencias, en el corsage, en la espalda, incluso en la falda. También mucho bordado en piedras y cristales. 

Este tipo de prendas para fiesta tienen un costo desde los 10.500 pesos.

Además habrá más de 25 pasadas de prendas de ropa casual y elegante, entre los que pueden contarse vestidos de calle, blusería y trajes. La idea es que quien participe se lleve un bosquejo, de lo que se usará los días y las noches en que el calor comience a sentirse.

Créditos:

Locación: Hotel Del Bono Park
Prendas: Colección Gladys Montilla
Modelos: Karla Royón y Jimena Bazán
Peinados: Martín Huyema
Maquillaje: Estefanía Morando

Karla con corsage bordado con cristales y pollera campana plato de tafefán de seda, con bolsillos laterales. 

Jimena con vestido de seda natural estampada, con falda amplia con cinturete y breteles con incrustaciones de piedras. Escote con transparencias.

 

Vestido rosa perla, de diseño arquitectónico, con detalles de encaje rebrodé y bordado en cristales. Lo distintivo de este modelo: leves transparencias en la falda. 

 

Vestido de gasa muselina de seda, con corsage con transparencias y guipure en tonos lilas y verdes, bordado en piedras cristales.
Jimena con vestido de satén de seda natural estampado con falda amplísima y transparencias en los costados, la espalda y el escote.

 

Karla con vestido de paillettes en color oro rossé, media sirena, con escote Halter. La espalda está trabajada con detalles en piedras.
Karla con un vestido sirena, de satén opaco en color coral, con espalda baja, muy osada, totalmente transparente y bordada en flores y piedras.
Jimena con vestido de satén opaco con transparencias en el bustier y la espalda, que está íntegramente bordada en piedras y cristales.

 

Karla luce un vestido de lúrex de seda natural con aplicaciones de guipure bordado y transparencias, mientras que Jimena, presenta un vestido de gasa de seda natural tornasol, realizado en tres capas de tela. El bustier está todo bordado en piedras, con escote Halter, con cola. Los breteles están también bordados en piedras al tono.
Vestido de guipure azul francia con transparencias y escote pronunciado.

Hecho con amor

 

Por sus profesiones Germán Cortez y Gladys Montilla han coincidido en cientos de eventos. Él, como ambientador con flores. Ella, como diseñadora de modas. Pero esta vez, lejos de esperar que una clienta los una con motivo de un festejo, ambos decidieron ser los artífices de una celebración. Claro que esta oportunidad no será un evento más sino una verdadera fiesta solidaria porque se destinará todo el dinero recaudado con la venta de entradas y colaboraciones para seguir ayudando a Fundamé, la entidad que los ha comprometido con una causa titánica: dar contención afectiva pero a su vez financiar muchas de las necesidades de los pacientes pediátricos oncológicos.

Casi un año estuvieron soñando con esta puesta en escena que tiene muchos colaboradores que fueron sumando locaciones, servicios, productos y mucha buena voluntad. Por ejemplo Cristian Flores aportará la decoración, Sergio González la iluminación y Fernando Alamino, el sonido. Además de una docena de modelos, entre las que podrá distinguirse a muchas caritas conocidas como algunas Reinas y Virreinas de la Fiesta Nacional del Sol en sus diferentes ediciones, colaborarán para que todo se vea lindo en la pasarela, la maquilladora Estefanía Morando y el peinador Martín Huyema,

Como parte del evento habrá momentos para la sorpresa con la participación de Giselle Aldeco y los sorteos de regalos donados por Aura Medicina Estética y Spa, Art Iluminación y Objetos, sesiones en One Depil, Depil Stop y Nail Bar, bouchers de Poli Licata, Fabián Flores, tratamientos capilares de Jorge Gutiérrez, Distribuidora Albarracín y Sr. Beer Restó. Además habrá degustación de vinos de la Bodega Merced del Estero y delicatessen preparadas por los chefs José Álvarez, José Martín, Germán Leuzzi y Matías Sigalat.

Para sumarse

Hasta las 17 horas, momento en que la locutora Gitana (Cecilia es su nombre en realidad) Jofré, de la bienvenida al desfile en el flamante Salón Las Valkirias (en Avenida Ignacio de la Roza 1431 este, en Rivadavia), hay tiempo para participar del evento. Las entradas tienen un valor de 300 pesos.

Además habrá otros modos de sumarse: habrá sobre y urnas para depositar voluntariamente donaciones para la entidad que funciona en la Avenida Sarmiento 1437 (Este) en Santa Lucia, a metros del Hospital Rawson, donde tienen montada una vivienda para el alojamiento de los pacientes que hacen tratamientos ambulatorios y sus papás, tienen un banco de pelucas y espacio donde dictan talleres abiertos a la comunidad.

 

Moda / Un modelo de superación

 

Un gran ejemplo 

Jimena Bazán será parte del desfile de modas de hoy con un doble rol: como modelo de Alta Costura y como sobreviviente de un Linfoma de Hodgkin, que afectó su organismo cuando aún no había cumplido sus 15 años. Está convencida que mostrarse es un aliciente para otros pacientes.

Por Paulina Rotman
Fotos: colaboración Jimena Bazán

El desfile de modas de hoy tendrá una protagonista muy especial. Si bien es tan linda, atractiva y esbelta como el resto de las modelos, Jimena Bazán tiene un brillo que la distingue. Su intención es dejar un mensaje en la pasarela.

"Esto que hago, lo hago porque quiero que todos sepan que se puede ganar la lucha. Especialmente quiero demostrarles a los chicos que tienen cáncer u otra enfermedad que si se puede salir adelante, si se pueden cumplir los sueños. Los hago por ellos y en memoria de tantos amigos”, dice esta joven de 19 años, modelo con título (estudió en dos institutos), que disfruta como nadie de los cambios de ropa. 

Ella es una verdadera sobreviviente del cáncer, y como tal es paciente de Fundamé. Por eso, no dudó en sumarse cuando la convocaron para el evento. Por un lado, sabe cuál es la finalidad de la entidad y por eso disfruta de aportar su granito de arena. Pero a su vez, se propuso ser ejemplo de cómo se puede salir victorioso de una enfermedad detectada a tiempo y respetando los tiempos de un tratamiento tan agresivo como efectivo, sin dejarse abatir ante la dureza del diagnóstico.

Así como jamás ocultó lo que le pasaba, considera que es tiempo de que su historia de superación se convierta en un gesto de aliento y esperanza. Aunque reconoce tuvo sus momentos de enojo y frustración, de los que salió adelante con la ayuda de los afectos y el cariño de los voluntarios de Fundamé, que le brindaron tiempo, paciencia y hasta regalos con tal de hacerla sonreír en medio del duro proceso que comenzó en enero de 2014, cuando su cabecita adolescente solo pensaba en los preparativos de su fiesta de 15. El calendario indicaba que faltaban 3 meses para la llegada de ese día tan esperado. Pero el destino cambió por completo sus planes.

En pleno verano y mientras soñaba con vestidos y flores, los ganglios se adueñaron de su organismo, provocándole molestias. Ella recuerda que no tenía dolores ni otras complicaciones. Ese único síntoma, una rareza para alguien sano, hizo que sus padres hicieran una consulta, por demás oportuna, en el sector de Pediatría del Hospital Rawson.

 "Algo no andaba bien porque tenía los ganglios muy inflamados. No era normal. No era papera ni otra enfermedad conocida. Me internaron y empezaron a hacerme estudios. A la semana, tuvimos los resultados de la biopsia: era cáncer”, explica Jimena sobre el Linfoma de Hodgkin que en principio le había atacado el sistema linfático del cuello pero vorazmente avanzó a los pulmones.

"Avanzaba muy rápido y con mucha crudeza. Me diagnosticaron Linfoma Grado IV, de los más graves que hay. Muchos pensaban que yo no iba a salir de esto”, dice quien nunca bajó los brazos. Y con el apoyo inclaudicable de su mamá y el resto de su familia, más la contención de los voluntarios de Fundamé y su fe enorme en San Expedito, pudo soportar el tratamiento que duró más de un año.

Quimioterapia por seis meses, radioterapia, medicación hasta que el 24 de diciembre del 2015 le dieron el alta.

"Fue muy terrible saber que tenía cáncer. Como a cualquier ser humano me asustaban los pinchazos. Pero lo que fue más duro, fue cuando comencé a perder el pelo. Tenía 15 años, era chica y el mundo se me venía abajo sin mi cabellera. Igual nunca quise usar peluca, a veces me ponía una gorrita o algo así. Porque era el modo que encontré para enfrentar el cáncer. Yo tenía cáncer y no tenía nada que ocultar”, dice resuelta.

Pese a todo, Jimena rescata las enseñanzas que le dejó la enfermedad. "Aprendí a que hay que ser valiente y no bajar los brazos nunca”, se confiesa y muestra su brazo donde tiene grabado a fuego la frase que la motivaba entonces y la motiva para seguir adelante. Un tatuaje en el que se lee "Nada es imposible” resume esta parte de su historia y la energiza para nuevos proyectos: Como el de ser voluntaria de Fundamé (una vez que tenga el alta definitiva dentro de 2 ó 3 años) o el de llegar a otros pacientes con regalos, tal como hará en los próximos días días gracias a una ayuda de la Fundación Patria Grande.

"Cuando me enfermé me puse muchas metas. Y las fui cumpliendo de a poco. Para muchos el cáncer me había vuelto loca pero a todos les demostré que nada es imposible. Así por ejemplo, pude terminar el año escolar que había tenido que abandonar en la escuela. Yo era alumna de 10 pero los riesgos de complicaciones eran muchos. Y rendí ese año libre. Ahora estoy en primer año de Geología. También me recibí de modelo, algo que había añorado desde chica pero con las secuelas y los cambios del cuerpo por la enfermedad y el tratamiento parecía alejarse. Sin embargo, me lo propuse y lo hice. Hasta gané el concurso de Miss Sprint y ahora quiero postularme por mi departamento para la Fiesta del Sol”, enumera algunas de los propósitos.