Generalmente cuando una obra de teatro sube a un escenario, tiene en su haber, algunas cuántas noches de insomnio, un lapso interesante dedicado a la investigación, muchos meses de escritura, mucho tiempo de trabajo con el cuerpo y la cabeza por parte los actores, mucho ensayo y un período considerable para pensar, repensar, armar, desarmar y poner manos a la obra sobre los diferentes aspectos estéticos con que se enfrentará el público. Esta vez, los hermanos Giselle y Benjamín Slavutzky pretenden tirar estos modos por la borda y hasta desafiarlos. Ellos se embarcaron en una propuesta dónde el factor sorpresa y el azar son parte del guión de una metodología bastante original y poco convencional de hacer teatro: hasta el día del encuentro -el próximo sábado 9 de junio- nadie sabrá con quién le toca hacer y montar el espectáculo ni tampoco sobre qué temática tratará ni mucho menos cómo se planteará. Lo mejor de todo es que el público lo podrá vivenciar, disfrutar y hasta criticar, por qué no, los resultados. Todo el proceso y la puesta en escena será en un lapso de tan sólo 12 horas.
La idea de la dupla -que otras veces ya ha trabajado junta pero en los roles de bailarina ella y de director él, en cambio ahora son productores- es un verdadero experimento. De hecho a esta iniciativa la llaman Teatro Expres Teatro Experimental de Prácticas Esporádicas, una especie de prueba piloto que surgió a partir de una de la pregunta típica de los ejercicios de Literatura planteados en la "Gramática de la Fantasía”. "Qué pasaría si ..” fue lo que se autocuestionaron los hermanos. Y las respuestas que completaban esa inquietud inicial llegaron de a cientos: "¿Qué pasaría si hacemos algo con nuestros colegas; y si hiciéramos algo que convoque a más de un grupo de teatro y sean muchos involucrados y trabajen mezclándose entre sí?¡Qué pasaría si tuviésemos un tiempo mínimo de búsqueda artística y si usamos distintos rincones del emblemático Teatro Sarmiento como espacio para mostrar modos alternativos de producción teatral?”, fueron algunas de las interpelaciones que pronto dieron forma a esta propuesta sin precedentes.
De inmediato se pusieron a trabajar para concretarlo. Convocaron a mucha de la gente con las que les gustaría llevar adelante un proyecto profesionalmente hablando. a algunos los conocían y había tenido rutina laboral. De otros, solo tenían antecedentes, habían visto algunos resultados de sus trabajos o tan solo sabían como se llamaba y nada más. Fueron 40 los citados, entre actores, dramaturgos, directores, artistas sonoros, artistas visuales, artistas audiovisuales e iluminadores, los que tendrán tan sólo una jornada para armar una pieza teatral y ponerla a consideración del público.
Cita a ciegas
A partir de poner en juego el azar -una arriesgada pero clave propuesta- y bajo un formato de "encierro voluntario” -ya que una de las pocas premisas de la invitación es que no pueden salir del predio del Teatro Sarmiento- los participantes (ver Los convocados) se enterarán recién el sábado de la convocatoria con quiénes trabajarán. Los equipos se armarán por sorteo. Del mismo modo se repartirán los espacio -han definido utilizar sitios no convencionales del teatro como la sala principal pero no el escenario ni las butacas, los camarines, el estacionamiento y el foyer Carmen Peñaloza que está en el primer piso- y se determinará el orden de las presentaciones. Habrá un disparador que será el punto de partida para empezar a crear, claro que la temática sólo se develará al inicio de la jornada porque hasta ahora está bajo estricto secreto.
"Tendrán un lapso de 12 horas para plantear, producir y generar los contenidos cada uno de su pieza escénica, como cada grupo lo defina o como cada grupo quiera. No habrá límites ni exigencias. Eso sí, como producción les proveeremos de algunas herramientas básicas y equipamiento técnico mínimo pero el resto de elementos deberán ingeniárselas para conseguir lo que necesitan para montar sus trabajos”, cuentan los "papás de la criatura” expectantes por lo que resulte de esta experiencia tan poco habitual, de la que nadie tiene, ninguna certeza. Mucho menos el público que irá a ver lo que surja de unas horas de convivencia y mucho talento de por medio.
- Giselle Slavutzky tiene una fascinación y una dedicación especial hacia las danzas afroamericanas, esas que aprendió en la misma cuna del candombe, la samba y de otros ritmos que encienden su corazón y le dan pasión a cada célula de su cuerpo. Para eso viajó para formarse en Montevideo y Salvador de Bahía, donde además tuvo la oportunidad, en diferentes momentos, de ser bailarina y coreógrafa, investigadora y hacedora. Claro que eso no le permite olvidar sus raíces como bailarina de danzas clásica, Modern Jazz y Jazz Contemporáneo. Además, es licenciada en Ciencias Políticas y diplomada en Gestión y Política en Cultura y Comunicación por FLACSO-Argentina. Eso sin descontar que es una estudiante sin límites: está cursando una especialización en Antropología Social, otra en Tendencias Contemporáneas de la Danza, es becaria de perfeccionamiento del Instituto Nacional del Teatro e integra el Proyecto de Investigación sobre las prácticas sociales urbanas en los alrededores del Teatro del Bicentenario. Actualmente coordina los espacios de danza de la Universidad Nacional de San Juan y su espacio cultural, El Hormiguero e integra una reciente banda de tambores. El último año se la pudo ver bailar en uno de los videoclips (de la canción "Acá está mi vida”) del CD "Gracias Deolinda, hay cumbia” de la Fiesta Nacional del Sol.
- Benjamín Slavutzky se autodefine como artista escénico, dramaturgo, productor y director de teatro. Todas estas profesiones las sustenta con su título universitario de profesor de Letras, carrera que mientras estudiaba lo llevó a adentrarse al mundo de la investigación ya que fue, siendo alumno, parte del Programa DICDRA (Desarrollo de la Investigación y Creación Dramática) del instituto Guiraldes y becario de investigación del CIN (Consejo Interuniversitario Nacional) y del CICITCA (Consejo de Investigación en Ciencia, Técnica y Creación Artística) de la UNSJ. Buena parte de su producción y dirección de espectáculos escénicos, le han permitido adentrarse en los mundos de la danza, el circo, el clown y los mimos y el teatro. Ha incursionado en la escritura y coordinación de revistas culturales y ciclos de cine. Es docente, miembro fundador del Colectivo Internacional de Artes Escénicas Nomas y forma parte del Proyecto Escénico "Ikarus” (Nordisk Teaterlaboratorium Dinamarca) con su proyecto unipersonal "Nueve lagunas”. Es un viajero empedernido, claro que no sólo pasea sino que además estudia y aprende en cada lugar al que va, de hecho en el 2017 estuvo capacitándose en España, adónde en pocos días, volverá para el mismo fin, al igual que a Dinamarca y Guinea Bissáu, el oeste de Africa. Es trompetista.
El día clave de Teatro Expres es el próxima sábado 9 de junio, a las 22 horas, en el Teatro Sarmiento. La idea de los productores e impulsores es hacer dos recorridos por las cuatro propuestas, para terminar, a modo de celebración, con un espacio compartido entre público y artistas para conversar, dar puntos de vista y además bailar (habrá DJs) y otras sorpresas.
Las entradas -cuyo valor es de 100 pesos- se pueden comprar desde mañana, lunes 4 de junio, en la boletería del Teatro.
Directores: Tania Leyes, Guadalupe Suárez Jofré, Ariel Sampaolesi y Marcelo Olivero.
Realizadores y artistas audiovisuales: Pablo Pastor, Laura Ramos, Daniela Ordóñez, Gregorio Palmés.
Dramaturgos: Facundo Cersósimo, Dana Botti, Eduardo Pérez, Melina Echevarría.
Iluminadores: Emiliano Voiro, Fernando Torres, Natacha Sáez, Victoria Barud.
Artistas visuales: Maureen Rotman, Mariana Olivares, Jonathan Romero, Valentina Fojo.
Artistas sonoros y músicos: Mateo Pagliarosi, Lorenzo Gómez, Jonathan Barquiel, Duilio Tapia.
Actores: Patricia Savastano, José Annecchini, Silvio Guevara, Lorena López, Andrea Collado,
Nicolás Rodríguez, Jesús Ojeda, Carolina Peña, Juliana Magalevsky, Andrés Correa, Cristian Naranjo,
Flavia Domínguez, Mariano Herrera, Ana Paula López, Celeste Castro, Marcelo Gallardo.