Recientemente la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes -Casafe- relanzó una comisión de productos biológicos que nuclea a las principales empresas del sector. Allí surgió un dato muy alentador: El 74% de sus empresas socias invierte en soluciones biológicas que contemplan una agricultura orgánica además de la tradicional, sustentable, donde todos los sistemas productivos son complementarios.
Esta dato toma mayor relevancia cuando se conoce a las empresas integrantes de dicha comisión: Barenbrug, Biotrop, Laboratorios CKC Argentina, Nitrasoil Argentina S.A, NOVA SA, Novozymes SA, Stoller Argentina SA y Verdesian Life Sciences South America SRL, recientemente integradas a la cámara; que se suman a las empresas con productos biológicos ya socias como Basf, Bayer, FMC, Rizobacter, SpeedAgro, Sumitomo, Summit Agro, Syngenta y UPL.
Los productos biológicos o bioinsumos agropecuarios son compuestos de origen biológico o natural, como por ejemplo hongos, bacterias, virus, ácaros o extractos de plantas, que sirven para mejorar la productividad agroindustrial.
Como todo producto fitosanitario, el desarrollo de un bioinsumo tarda de 5 a 10 años, dependiendo del tipo de producto. En ese periodo se realizan ensayos para garantizar la seguridad ambiental y toxicológica y su eficacia agronómica, incluyendo estudios de patogenicidad. Luego, los estudios son presentados al ente regulador, en nuestro caso el Senasa, quien aprueba el registro del producto para su posterior comercialización y uso.
Su proyección de mercado es sumamente positiva, con tasas de crecimiento del 14% anual a nivel global, según la agencia Markets & Markets. Los bioinsumos están en auge y las buenas prácticas hoy son indispensables en todos los insumos productivos.
