Desde hace más de 35 años, Domingo Dávila decidió volcarse de lleno a la especialización de frenos y embragues. Así fue como comenzó a trabajar en empresas privadas como transportes "El Triunfo", hasta que llegó a concebir su propio taller: Freninter.

Tras su paso como mecánico en esta empresa (en la que ahora está su hijo Claudio como jefe de taller), también fue becado por la Mercedes Benz (González Catán), donde obtuvo la oficialización de marcas de prestigio como Knorr, Wabco, Triler, Bosch, entre otras.

Freninter durante más de 20 años sólo prestó servicio técnico a empresas hasta hace casi una década que decidió ofrecer sus prestaciones a particulares.

La clave de tantos años de trayectoria es "un grupo de trabajo de personal joven con ganas de trabajar y superarse. Esa es la principal razón del crecimiento a lo largo de los años. Hoy volcamos toda esa experiencia en la exigencia que implica tener un servicio multimarcas en base al total modernismo de los distintos modelos de vehículos contemporáneos", explica Dávila.

Los logros obtenidos se han visto reflejados en reconocimientos como el de la Asociación Dirigentes de Empresas; premios Mercedario en los años 2013, 2014 y 2015, como así también del G.I.E.M. (Grupo Internacional de Estadísticas y Marketing); y de los Premios Planeta Nuevo Milenio 2015. Además la Cámara de Comercio del Interior (C.I.C.), distinguió a esta empresa por el desempeño comercial y compromiso social durante el 2014.

"Es nuestra costumbre apoyar mucho al deporte sanjuanino en distintos rubros, a asociaciones sin fines de lucro, auspiciamos eventos de todo tipo y realizamos campañas de prevención vial", explica Dávila como parte de su responsabilidad empresaria. Del mismo modo cuenta con un cuidado espacio verde con el fin de colaborar con el medio ambiente en el predio ubicado por calle Benavídez casi Cipolletti.

Entre las características que destacan a este servicio especializado de frenos y embragues se destaca que la revisión y presupuesto de cualquier vehículo para determinar su estado y necesidad de reparación es sin cargo alguno. A esto se suma un detalle nada menor y es la garantía por un año del trabajo realizado y de los repuestos colocados.

De esta manera, Domingo acompañado ahora por su hijo Claudio, y un gran grupo de personas especializadas en esta tarea, continúan creciendo e incorporando tecnología.