Para los que recién empiezan sus vacaciones en febrero hay un aliciente: los paquetes turísticos vienen con rebajas que oscilan entre un 10 y un 15 por cientos en prácticamente todos los items (quedan fuera de los descuentos el transporte y la comida porque sus proveedores dicen que no pueden bajar los costos). Aunque los beneficios puedan parecer poco significativos, vale la pena tenerlos en cuenta más si se trata de una familia con varios integrantes.
Según detallan aquellos que están en el negocio del turismo, en febrero comienzan las rebajas.
Un cálculo rápido indica que sombrillas, carpas y estacionamiento en las playas y paradores han bajado algunos pesos. Algo parecido ocurre con las entradas a los teatros y el alojamiento, especialmente en la costa atlántica que este verano tuvo una de las temporadas más exitosas de los últimos tiempos.
Un detalle -y no es menor- es que las rebajas se ven tanto en los destinos turísticos del país como del exterior, salvo Río dónde los tradicionales carnavales brasileros encarecen toda planificación de viaje. Lo mismo ocurre con Viña del Mar, en Chile, dónde en febrero acontece su famoso festival. Allí, en este mes, los precios no se modifican.
Pero no es todo es cuestión del bolsillo. Viajar en febrero tiene otras ventajas. Como la mayoría de las personas prefiere enero para vacacionar, febrero está más descongestionado. Entonces las rutas están menos transitadas, ni que decir de las playas, hoteles, restaurantes y espacios de divertimentos. "Siempre le decimos lo mismo a la gente que vacaciona en febrero: tienen más posibilidades de elegir y disfrutar de todo porque ya pasó el aglomeramiento de enero”, repite una y otra vez Ariel Gutierrez de Turismo Bacur.
Los agentes de viaje local coinciden que para este mes, sus salidas se han reducido notablemente: casi en un 60 por ciento. Esto los ha obligado a buscar mejores precios para tentar a los eventuales pasajeros. Y hasta ahora, parece que va resultando.

