Ante la imposibilidad de ejercer el comercio minero de ultramar a través del océano Pacífico, debido al histórico conflicto territorial con Chile, Bolivia proyecta hacerlo mediante el Atlántico. Con ese objetivo, el presidente Evo Morales le asignó una partida presupuestaria de 30 millones de dólares a la Armada para la compra de barcazas mercantes destinadas al transporte de minerales por la hidrovía Paraguay-Paraná-Río de La Plata. La idea es exportar los crecientes volúmenes de recursos mineros pesados que ya está produciendo el vecino país, sobre todo a partir de la reciente puesta en marcha del yacimiento de hierro El Mutún.
