Un estudio francés que asegura que las ratas alimentadas con maíz transgénico sufren cáncer y mueren antes, apoyado con fotografías de tumores grandes como pelotas de ping pong, relanzó este miércoles la polémica sobre estos organismos genéticamente modificados.
"Por primera vez en el mundo, un transgénico y un pesticida han sido estudiados por su impacto en la salud a más largo plazo de lo que habían hecho hasta ahora las agencias sanitarias, los gobiernos y la industria. Los resultados son alarmantes", aseguró Gilles-Eric Seralini, profesor de la Universidad de Caen y director del estudio.
Un grupo de universitarios de esta ciudad del noroeste de Francia alimentaron durante dos años a doscientas ratas de tres maneras distintas: únicamente con maíz transgénico NK603, con maíz transgénico NK603 tratado con Roundup (el herbicida más utilizado del mundo) y con maíz no modificado genéticamente tratado con Roundup. Ambos productos son propiedad del grupo estadounidense Monsanto.
"La primera rata macho alimentada con transgénicos muere un año antes que la rata indicador (es decir, que no se alimenta con transgénicos). La primera rata hembra ocho meses antes. En el 17º mes se observan cinco veces más machos muertos alimentados con un 11% de maíz (transgénico)", dijo Serlini, que firmó otro estudios sobre el tema pero a partir de datos de sólo 90 días, proporcionados por la industria.
El director del estudio explicó que los transgénicos agrícolas son organismos modificados para resistir a los pesticidas o para producirlos y recordó que el 100% de transgénicos cultivados a gran escala en 2011 fueron plantas con pesticidas.
También es la primera vez, según Seralini, que el pesticida Roundup ha sido analizado a largo plazo. Hasta ahora, sólo su principio activo (sin sus coadyuvantes) había sido analizado durante más de seis meses. El estudio costó tres millones de euros.
