Los estudiantes de la Escuela de Comercio General San Martín, pusieron en práctica una acción que tiene un doble objetivo: incentivar el cuidado del medioambiente y ayudar a los demás. Son los chicos que forman parte del Club Ambientalista, de esta instituto preuniversitario, que idearon una forma creativa de lograr que la comunidad educativa se deshaga de los residuos secos de manera correcta para poder reciclarlos. Para este fin cuentan con una botella gigante, realizada en hierro, dentro de la que deben dejar botellas descartables de bebidas y envases plásticos de otros productos, rellenos con materiales secos como papeles de golosinas y sorbetes, entre otros. Este material luego será vendido para donar lo recaudado con la venta a Casa Sahni (Sociedad Amigos del Hospital de Niños). Pero esto no es todo. El curso que más botellas deposite obtendrá un premio.
El proyecto "Decobotellas, más botellas menos plásticos’ surgió ante la necesidad de crear consciencia en toda la comunidad educativa y evitar que siga arrojando papeles y el patio. Como en esta escuela no hay aún contenedores para depositar los residuos de manera diferenciada y contribuir con su posterior reciclado, las docentes Marianela Migani y Susana Giugni, y los 15 alumnos que integran el Club Ambiental idearon la botella gigante. Y, contaron con la colaboración de gente ajena a la institución para concretarlo. "Nos pareció una muy buena idea lo de la Decobotellas porque es fomentar, a partir de la educación escolar, una cultura que se oriente a aliviar el problema ambiental y social que ocasiona la basura. Y fue el esposo de una de las docentes del club, que es metalúrgico, quien diseñó y construyó la botella gigante para luego donarla a la escuela. Fue una gran colaboración’, dijo Graciela Putelli, directora de la Escuela de Comercio.

Esta botella es de hierro y colores vivos, con una tapa que abre como una puerta batiente para facilitar el ingreso de botellas y permanecer cerrada cuando no se use. Está ubicada en el patio del edificio escolar, en el paso obligado de todos los que asisten a la institución, para que nadie diga que tiene que desviarse para depositar los residuos y use esto como excusa para no hacerlo.
En el interior se pueden depositar envases de plástico de 1/2 litro, 1 litro y hasta de 1 litro y 1/2, ya sea de gaseosa, lavandina, champú, etc. Cada una debe estar rellena de manera compacta con papeles de golosinas, sorbetes y cualquier otro residuo plástico flexible que se pueda reciclar, y tener el nombre del alumno y el curso al que asiste. Cuando la estructura gigante esté llena, lo recolectado se llevará a una recuperadora para su venta. Y lo recaudado se destinará a Casa Sahni, una institución que alberga a pacientes del Hospital de Niños que necesitan tratamiento ambulatorio y que viven lejos. El curso que más botellas haya depositado obtendrá un premio. "Me parece muy importante incentivar este tipo de actividades que busca mejorar la calidad de vida y el estado ambiental. Por eso decidimos que el curso más colaborar tenga su premio. Será una merienda o una torta con chocolate o jugo para todos los alumnos que asiste al mismo’, sostuvo la directora, quien además hizo énfasis en los objetivos específicos de este proyecto escolar: generar valores favoreciendo el desarrollo de conductas sociales de cooperación y solidaridad entre pares; promover el trabajo en equipo; valorar el reciclado de los plásticos como una fuente de dinero; fomentar un clima escolar que favorezca el desarrollo de vínculos entre familias y escuela.
Para tener en cuenta
Para depositar los recipientes en la botella gigante hay que seguir las siguientes indicaciones:
– Usar envases plásticos de diferentes productos con tapa, limpios y secos.
– Rellenar cada envase, a presión, con residuos plásticos descartables y flexibles que estén también limpios y secos.
– Los residuos que se coloquen deben compactarse bien para que no queden huecos en el interior del envase. Luego taparlo y depositarlo en la Decobotella.
– Los materiales para rellenar los envases pueden se envoltorios de alfajores, golosinas, frituras, sorbetes plásticos, arroz, fideos y de aderezos; bolsas plásticas descartables, papel film limpio; y sachet de leche, yogur y jabón líquido.
– Los materiales que no se deben usar para el relleno son latas, aluminios y metales; envases de tetrabrick, pilas, colillas de cigarrillos, telgopor y cartones.
Por Fabiana Juárez
Fotos: Marcos Urisa

